Monday, November 25, 2024

Una aproximación a las cifras del hambre y la desnutrición en el Perú


Hace unos día la fascista, genocida y vendepatria presidente Dina Boluarte dijo que con 10 soles diarios se podria comer un menu completo (sopa, segundo y postre),  burlandose así de la miseria creciente de las masas, las cuales padecen hambre cónico como consecuencia de la vieja sociedad semicolonial-semifeudal sobre la cual se desenvuelve un capitalismo burocrático al servicio del imperialismo, principalmene yanqui. Si bien, los problemas del país no son problema de gobierno, sino del carácter de la sociedad y del Estado, con cada gobierno reaccionario,  los problemas del país y la situación de las masas empeora, por eso decimos que el gobierno de la Boluarte es más hambreador que todos los anteriores.

 

La realidad del país, que se expresa en el crecimiento del hambre y la pobreza es consecuencia de la desocupación, falta de empleo adecuado para la reproducción de la fuerza de trabajo del inmenso campesinado y de las grandes masas de la ciudad en nuestro país, y desocupación bajo cualquiera de las formas en que se manifieste, y hambre y miseria- desocupación es consecuencia de la crisis general de la vieja sociedad, del atraso, de la base semicolonial y semifeudal sobre la cual se desarrolla el camino dominante del imperialismo, el capitalismo burocrático. El sistema de propiedad de la tierra marca todo el proceso del país desde su base económica hasta sus más encubradas instituciones e ideas.

 

 

Las cifras del hambre y la desnutrición en el Perú

 

Trascribimos algunos párrafos del editorial de LA REVISTA AGRARIA 207, septiembre de 2024, por J. Urrutia, www.larevistaagrariaperu.org, que nos dan algunas cifras del problema:

 

„La Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) de 2023 estima que el 31 % de nuestra población agropecuaria pasa hambre. Pero ya en 2022 la FAO informaba que éramos el país con más inseguridad alimentaria de toda Sudamérica. En efecto, una reciente encuesta del IEP señala que, en el 57 % de los entrevistados,

«en los últimos tres meses al menos una vez su hogar se quedó sin alimentos». La respuesta de la población carente de recursos ha sido la proliferación de ollas comunes que alivian el hambre de los marginados.

 

Como muestra el artículo de Miguel Pintado de esta edición, mientras que la incidencia del hambre afecta al 33,1 % de la población rural, y al 30,6 % de la población vinculada de manera directa a la agricultura, el porcentaje se eleva significativamente al 37 % en el área urbana, de lo que resulta un promedio de 36 % para

todo el país. En palabras más directas: un tercio del Perú vive en condición de hambruna. Dado que nuestra realidad agraria es sumamente heterogénea, las cifras que retratan el hambre en nuestras regiones son también diferentes: en Pasco (59 %) y Huancavelica (46 %), alrededorde la mitad de las familias agricultoras pasa hambre, y las cifras son igual de alarmantes en La Libertad (46 %), Moquegua (45 %), Lima

(39 %) y Arequipa (36 %).

 

Los índices de desnutrición y anemia: en el Perú, el 40,1 % de los niños, de 6 a 35 meses, sufre de anemia; es decir, casi 700 000 niños menores de tres años (de 1,6 millones a nivel nacional). Podemos citar también

a Jessica Huamán —decana del Colegio de Nutricionistas de Lima Metropolitana— cuando destaca que, según el último informe de El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo, de Naciones Unidas, «el 51,7 % de la población peruana, equivalente a 17,6 millones de personas, enfrenta inseguridad alimentaria moderada o grave. Además, el 20,3 % de los peruanos vive en una situación de inseguridad

alimentaria grave». La experta explicó que esta condición significa que estas personas se quedaron sin alimentos y han pasado un día o más sin comer, lo que se traduce en un claro indicio de hambre

 

(…) el 33 % de la población busca cotidianamente su supervivencia a través de la solidaridad y las ollas comunes“.

 

 

Hambre y desarrollo del capitalismo burocrático basado en la gran propiedad semifeudalidad y la dominación semicolonial del imperialismo

 

Tomamos otro artículo de la misma revista, que dice:

 

“La presidenta Boluarte afirmó que el destrabe de megaproyectos de irrigación orientados a la agroexportación, como Chavimochic, fortalecerá la seguridad alimentaria en el Perú. Sin embargo,según datos de la Sunat, las agroexportaciones peruanas aumentaron de 786 millones de dólares en 2000 a 10 545 millones en 2023, sin que este exponencial aumento se reflejara, como hemos visto, en igual medida en los indicadores de inseguridad alimentaria.

 

Por el contrario, la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2023 ha revelado que, en Ica —mostrada como un ejemplode los efectos sociales positives del modelo agroexportador—, la anemia en niñas y niños menores de 6 a 36 meses aumentó de 32,7 % a 38 %, y la desnutrición crónica en niñas y niños menores de 5 años pasó de 6,5 % a 7,3 % entre 2022 y 2023 (MCLP, 2024). Este deterioro se produjo pese al auge agroexportador.

 

Los representantes del Gobierno y de los exportadores suelen dejar de lado el análisis de las externalidades negativas que conllevan los megaproyectos de irrigación orientados a la agroexportación” (Beatriz Salazar, APEC y la seguridad alimentaria, revista citada) .

 

Claro la autora crítica los megaproyecto para la exportación, pero no dice, directamente, nada sobre la base en que este se desarrolla: el sistema semifeudal y la dominación semicolonial del imperialismo. Pero en el artículo,  Aproximaciones a la expansión de la frontera agroexportadora en la costa, Ana Lucía Araujo Raurau, ésta  analiza el desarrollo de la agricultura de exportación sobre la base del latifundio y por el otro referencia a los pequenos campesinos, esto es la relación latifundio-minifundio, ver sus conclusions:

 

Conclusiones

 

El acaparamiento de tierras en la costa ha sido, sin lugar a dudas, una estrategia central para el negocio agroexportador en estas casi tres décadas de boom. Indistintamente de la variabilidad en los mercados, la frontera agroexportadora ha con-tinuado expandiéndose. Las provincias de Virú e Ica se mantienen como polos paradigmáticos (más antiguos y activos) de este proceso, y el area de Olmos, en Lambayeque, se configura como la más reciente frontera permanente. No obstante, además de la constitución de grandes polos de la actividad, notamos que la constitución de focos agroexportadores también ha sido parte del compor-tamiento del agronegocio en las provincias de Paita, Sullana y Trujillo.

 

La evidencia presentada en este artículo sugiere que la frontera agroexportadora ingresa a los territorios con un patrón de acumulación abrupta, acaparando grandes extensiones de tierra a un ritmo acelerado en los primeros años de haberse establecido, para luego pasar a un crecimiento moderado o estable. Conocemos mejor los factores que permiten la constitución de fundos agroexportadores en territorios de costa; entre los más importantes: la disponibilidad de grandes extensiones de tierras eriazas y la disponibilidad de agua a través de proyectos de irrigación.

 

 Precisamos de más investigación para identificar qué factores determinan la continuidad o estabilización de su expansión en el tiempo: por ejemplo, límites de recursos (disposición de recursos hídricos, de fuerza de trabajo), límites en el negocio (que aparentemente no parecen ser constrictores), o la presencia de otros actores en el territorio que restringen su avance, como comunidades campesinas o predios de pequeños productores.

 

Este artículo enciende las alarmas en torno a los impactos de la expansión agroexportadora en la agudización de la desigualdad por la tierra. Los perjuicios de la constitución de estructuras de propiedad bipolares son largamente conocidos en el Perú y a nivel internacional ; entre los más importantes: el espiral de intensificación y depredación de los recursos (suelo, agua) y las externalidades ambientales que se desencadenan de ello  , y la pérdida de control territorial y erosión de medios de vida de comunidades campesinas y pequeños agricultores ; pero, también, el crecimiento demográfico acelerado por inmigración y la transformación radical de las sociedades locales .

 

Dadas las tendencias analizadas, es posible que una nueva etapa más contenciosa en el proceso de aca-paramiento y reconcentración de tierras en el Perú se despliegue en los siguientes años.

 

“En 2015, el número 169 de La Revista Agraria puso atención especial al tema de la concentración de la tierra en el Perú, que dimensionó el proceso de acaparamiento de los fundos agroexportadores en la costa. Casi diez años después, este artículo se propone actualizar nuestro entendimiento acerca de la reconcentración de la tierra en la costa peruana. Para ello, examino las dinámicas de expansión de la frontera agroexportadora en el territorio de seis provincias, entre 1985 y 2022, utilizando datos de uso y cobertura de suelo producidos por la plataforma MapBiomas Perú. A partir de este análisis, identifico las dinámicas de la superficie agrícola dominada por la actividad agroexportadora, y sus repercusiones en la estructura de propiedad de la tierra en aquellas provincias. Aproximaciones a la expansion de la frontera agroexportadora en la costa peruana” (Aproximaciones a la expansión de la frontera agroexportadora en la costa, Ana Lucía Araujo Raurau”

 

 

POR EL CONTRARIO LA INMENSA MAYORÍA DE LOS CAMPESINOS TIENEN NINGUNA O ESCASA TIERRA QUE DESTINAN LA MAYOR PARTE DE SU PRODUCCIÓN AL AUTOCONSUMO

 

“El campo, Predominancia de las unidades de la PAF (es decir los pequenos campesinos) que ha sido rigurosamente estimada en 2,13 de un total de 2,19 millones de unidades agrarias. Es decir, con un peso del 97% ( 2017).

 

Otra característica importante es que está conformada en un 73% por el autoempleo en las unidades familiares del agro (trabajadores independientes y sus familiares no remunerados) y en un 27% por empleos de las empresas (empleadores y trabajadores dependientes). La PEA ocupada de las unidades familiares, según regional natural, se distribuyen así: 12% en la costa, 62% en la siera y 26% en la selva.

 

Respecto al acceso directo de productos alimentarios de origen agrícola, por lo menos la mitad de las unidades agrícolas destinan la mayor parte de su producción al autoconsumo.

 

Mientras que las personas que no son pobres muestran un alto consumo de alimentos comprados, que representa más del 90% del gasto total en alimentos, los pobres y especialmente los extremadamen-te pobres siguen dependiendo en gran medida de alimentos producidos por ellos mismos. Entre las personas que sufren pobreza extrema, los alimentos producidos por ellos mismos constituyen cerca del42% del consumo total del hogar, hecho que refleja que un gran porcentaje de los extremadamente pobres continúa llevando a cabo actividades agrícolas orientadas a la subsistencia.

 

Unidades de infra-subsistencia que se concentrarían en un 78% en sierra, 11,9% en costa y 10,1% en selva (Maletta, 2017, p. 158). Con menor predictibilidad en la región selva donde predomina el sistema productivo agro-forestal con multichacras dispersas entre riberas fluviales y restingas, la mayoría destinada al autoconsumo, que el censo minimiza y la estadística uniformiza” (. FRIEDRICH-EBERT-STIFTUNG - LA AGRICULTURA PERUANA, SITUACIÓN POST COVID-19 Y PERSPECTIVAS, Marlene Castillo Fernández, 2021):

 

En general se observa un deterioro de los principales activos de la agricultura familiar. La superficie equivalente promedio ha caído de un promedio de 1 hectárea a 0,66 hectárea, una caída bastante pronunciada. Igualmente se observa una caída significativa del valor del stock pecuario (en soles del 2022) de unos 4 600 a 4 000 soles entre 2012 y 2022.

 

El escenario general que muestra el análisis de la evolución de las variables explicativas es de relativo empobrecimiento y descapitalización de la agricultura familiar durante la última década en el Perú con serios problemas para iniciar un proceso de transformación agraria. Esto refleja también las limitaciones de la política pública nacional para revertir procesos de deterioro socioeconómico de este amplio sector de la agricultura nacional (Cabrera Cevallos 2023; Escobal et al., 2015; Grisa & Sabourin 2019; Zegarra 2018).

 

Latifundio y minifundio: baja productividad agrarian-atraso y semifeudalidad

 

“En una mirada general se observan resultados consistentes con los obtenidos para las variables agropecuarias en base a la ENAHO para las variables sociodemográficas y de activos. En este caso los efectos de la superficie equivalente y el acceso a riego son más marcados (un 25% en el primer caso y más del 100% en el segundo). Se evidencia la importancia estratégica que tiene el acceso a tierra y riego para lograr mayores niveles de producción, productividad e ingresos agropecuarios (Cornia 1985; Hussain & Hanjra 2004; Sheng et al., 2019). Los impactos de la superficie equivalente y dotación de mano de obra en la productividad de la tierra y del trabajo son negativas en la medida que estas variables son el denominador de la variable dependiente. “LA AGRICULTURA FAMILIAR EN EL PERÚ: RETOS Y POSIBILIDADES PARA SU TRANSFORMACIÓN EN EL CONTEXTO DE LOS OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE (ODS)”, Instituto Nacional de Estadística e Informática, 2024, Eduardo Ariel Zegarra Méndez