Publicamos una traducción no oficial de un artículo de A Nova Democracia.

Recibimos de un empleado de Folha de Londrina [Nota del traductor: periódico local], vía Instagram, la información de que un panfleto denunciando la farsa electoral y el régimen político de la vieja democracia, firmado por el Partido Comunista de Brasil – P.C.B., fue encontrado tras la explosión de una bomba en una feria de la ciudad que se ubica en el oeste paranaense. Quien reportó lo ocurrido y envió a la redacción de AND la información fue el periodista Bruno Souza, empleado de ese periódico, incluso antes de la publicación de su materia.

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Según informa el periodista, un hombre dejó un objeto en la feria y, minutos después, explotó, siendo encontrado en el lugar el panfleto tras el estruendo del anuncio. “Fue un estruendo muy alto, estaba lejos y lo oí. La gente pensaba que era la energía. Y leí la carta y estaba escrito para no votar”, relató una anciana al periodista, que también reporta que no hubo heridos. Ahora el portal Bonde informa también que la feria ocurría en el centro de Londrina, en la avenida São Paulo.

La foto, hecha por el periodista, muestra el panfleto, con el título “¡Elecciones no! ¡Revolución sí!” y aun más grande “¡No votar!”. El primer párrafo que aparece en la foto dice: “En el sistema en que vivimos, participar en las elecciones, votar a uno u otro partido, a uno u otro candidato es dar nuestro aval a la completamente podrida y repugnante que es la política oficial. En este sistema, votar es apoyar las clases explotadoras y su viejo Estado que desde hace siglos oprimen y mantienen al pueblo en la miseria, entregando las riquezas y nuestro País a las potencias extranjeras. Votar es consentir esta vergonzosa situación que se vive, que es en verdad la dictadura de la burguesía y de los latifundistas, siervos del imperialismo, principalmente el yanqui (norte-americano)”.

Otros trozos, que se pueden leer en el vídeo hecho por Folha de Londrina en Instagramdicen:

“La farsa electoral es ese teatro en que varios candidatos siervos del latifundio, de la burguesía y del imperialismo que escenifican cada 2 años, en que parecen ser enemigos mortales unos de otros, pero cuando son elegidos actúan rigurosamente de la misma forman, con diferencias sólo de fachada. A cada elección, esta farsa se parece más a un circo electoral, que es reflejo de la absoluta degradación y del fondo del pozo al que llegó la crisis política y moral de las instituciones del viejo Estado y la desmoralización de su sistema electoral. La bajada de la campaña electoral en la ciudad de São Paulo es una imagen reveladora de la farsa electoral en todo el País. Frente a las cámaras, hay una silla, dedos en la cara y gritos, desde atrás, en los pasillos de la pocilga del parlamento, hay palmaditas en la espalda, toma y daca y connivencias contra el pueblo y la Nación. En esta farsa electoral la ínfima minoría que no participa de los esquemas, sirve para dar un barniz de moralidad y auxiliar la legitimación de toda esta inmundicia como democracia”. “Tal desmoralización lleva a que el pueblo que aún vota, ya no espere nada de ningún político y acepte cualquier oferta mínima que le dé algún beneficio inmediato, o a votar a los más excéntricos como forma de protesta, o a negociar la mejor oferta. Lo que hace que los politiqueros, al querer parecer más «auténticos», hagan la farsa cada vez más ridícula, perpetuando el ciclo de degeneración moral. La verdad es que ni los engominados, preferidos de los monopolios de prensa, ni los ‘payasos’ – con perdón a los a los payasos profesionales – están interesados en cambiar nada, mucho menos a través de la farsa electoral. Es necesario boicotear este espectáculo de horrores”.

Y concluye: “No nos engañemos, Brasil ya pasó por todos esos partidos, tan desgastados, para seguir engañando al pueblo, muchos cambiaron de nombre (MDB, PSDB, PT, PSB, PDT, PC do B, União Brasil, PSD, PSL etc.) y nada cambió. Ni los propios cambios demagógicos prometidos por estos políticos de carrera, elecciones tras elecciones, pueden ser hechos por ellos. Menos todavía pueden realizar los verdaderos cambios tan necesarios. Éstos no pueden ser realizados dentro de este sistema electoral farsante y corrupto, montado exactamente para mantener inalterado el sistema de explotación y corrupción vigentes. La cuestión democrática de hecho, ésta es, la instauración de una verdadera República Democrática, nunca fue resuelta en Brasil. Las clases dominantes explotadoras locales y sus amos imperialistas temen la existencia de una verdadera democracia porque esto significaría el fin de su dominio y de su explotación. Pero como las contradicciones de clase y la aspiración del pueblo por la democracia son grandes, maniobran imponiendo al pueblo y al País esta burla de la vieja democracia con sus elecciones. El pueblo tiene que tomar el Poder para hacer un cambio general y completo!”. “La revolución se desencadena como una revolución agraria, para destruir al latifundio, entregando la tierra a los campesinos pobres sin tierra y con poca tierra y barriendo las relaciones semifeudales y que llevan siglos aplastando al campesinado y obstaculizando el progreso general del pueblo y de la Nación”. “Sólo a través de la lucha política revolucionaria por el Poder las clases explotadas y oprimidas podrán realizar sus aspiraciones de libertad, democracia y progreso. Para hacer la revolución, el pueblo tiene que construir sus tres instrumentos: el partido revolucionario, el ejército popular y el frente único revolucionario. Lo más esencial es la existencia de su partido revolucionario de clase, el auténtico y verdadero Partido Comunista”.

También se puede leer un lema “Lula: héroe de la burguesía y los latifundistas” y “¡Viva la Guerra Popular!”.

Iniciativa extraña

El periodista Bruno Souza, incluso antes de publicar la materia, envió a la redacción una extraña pregunta: “Hola, buenas tardes. Soy Bruno Souza, de la Folha de Londrina. ¿Ustedes saben algo sobre la bomba que explotó en la feria?”.

Las mismas iniciativa y abordaje se dieron con el Partido Comunista Brasileño y el PCBR, que relatan desconocer la autoría y dicen que el nombre del firmante se trata de otro partido. La indagación llamó la atención de nuestro equipo de porque se había dirigido, tal pregunta, a nuestra redacción en Rio de Janeiro. Nuestra tribuna, que en los últimos años ha sufrido persecuciones jurídicas y, particularmente, en los últimos cinco, también ha sido blanco de sabotajes y vigilancia abierta por parte de la extrema derecha bolsonarista y sionista, por actuar firmante en la defensa de la lucha campesina en las zonas rurales y la popular en general en las ciudades, en apoyo a la lucha de los pueblos; al recibir tal indagación, uno no puede dejar de preguntarse: ¿se trata de una provocación? ¿Quieren una primicia para el reportaje, o qué? ¿Por qué no indagan así a Gazeta do Povo, su competidor, o a Globo, Estadão, en definitiva, a la CIA o al Mossad para que busquen al autor del hecho en vez de ese periodismo in(ve)stigativo. Como dice la expresión popular: ¡Por encima de nosotros, no! ¡Aquí está Palestina!