Continuando con nuestras NOTAS Y MATERIALES SOBRE EL PERÚ CONTEMPORÁNEO
(III, continuación d. Anexos I, 2 ), como anexos a manera de anexos consignamos
lo siguiente:
2. El capitalismo
burocrático y el proceso agrario en el Perú
El capitalismo burocrático como
el capitalismo que se desarrolla en las naciones oprimidas por el imperialismo
y sustentadas en una base feudal o semifeudal.
no se puede entender nuestro país, el Perú, si no
entendemos esas raíces, esas subsistencias semifeudales.
Debemos tener presente también que, como lo enseña la historia del
mundo, las bases agrícolas, las bases agrarias, las relaciones de producción
agraria y particularmente, pues, las relaciones feudales y cerradas de
producción tiñen absolutamente todo el sistema desde sus raíces más hondas
hasta sus partes más altas y más sutiles. Esto quiere decir, que esas
relaciones de producción agrarias son la base del desarrollo de las demás
relaciones sociales de producción, como se puede leer de la cita de Lenin.
“Cuál es "una de las
causas por las que en países en que predomina la propiedad parcelaria, el trigo
se cotice a precio más bajo que en los países en que impera el régimen
capitalista de producción"? (El Capital,
t. III2a, 340). La causa es que el campesino entrega gratuitamente a la
sociedad (es decir, a la clase capitalista) una parte del plusproducto.
"Estos bajos precios [del trigo y los demás productos agrícolas]
son, pues, un resultado de la pobreza de los productores y no, ni mucho
menos, consecuencia de la productividad de su trabajo" (El
Capital,
t. III2a, 340)” (Lenin, Carlos Marx).
En Voz
Popular Nro. 5, 1976, pág. XIV: “¿Cómo comprender el
capitalismo burocrático en nuestro país”, ¿cómo comprender el proceso agrario
en nuestro país?”.
Aquí está planteada la tesis de
Lenin sobre las dos formas que puede desenvolver el capitalismo en el campo:
“El desarrollo en un país capitalista
puede asumir dos formas: primero, los latifundios subsisten y se
convierten paulatinamente en base de la explotación capitalista de la tierra es
el tipo prusiano de capitalismo agrario en el cual el junker es el
dueño de la situación, se mantiene durante decenios su predominio político, y
la agresión, la humillación, la miseria y la ignorancia del campesino; el
desarrollo de las fuerzas productivas avanza con gran lentitud. La segunda
forma, la revolución barre la propiedad agraria terrateniente, el agricultor
libre en la tierra libre, es decir, limpio de todas las trabas medievales, se
convierte en base de la agricultura capitalista, es el tipo
norteamericano de capitalismo agrario. Es el más rápido desarrollo de las
fuerzas productivas en las condiciones más favorables para la masa y el pueblo
dentro de los marcos del capitalismo”.
Tener en cuenta que esto Lenin lo hizo
analizando situaciones concretas que se expresaron en Alemania; vio que allí se
daba ese camino evolutivo, los latifundios subsisten y se convierten paulatinamente
en base de la explotación capitalista de la tierra; es evolutivo, no destruye
el sistema feudal, es el que cuesta más sacrificio, más esfuerzo, más dolor,
más sangre, es un despellejamiento del campesinado a través de esa mantención
evolutiva de las taras medievales.
Frente a ese camino, el camino norteamericano,
el que se expresó en el siglo pasado, es el que llamaba también el camino de
los “farmers”, barre la propiedad agraria terrateniente; se dio plenamente
ligado y derivado de la guerra civil (norteamericana) que permitió su expansión
amplia. Mientras haya lastres medievales no se puede hablar de campesino
libre.
“Lo
que en el Perú se desarrolla es un capitalismo burocrático y lo que se desarrolla
en el campo es el proceso de evolución de la semifeudalidad, en tanto que el
camino americano es el que desarrolla la revolución democrática, la que
nosotros conducimos a través de la guerra popular bajo dirección del Partido
Comunista. Son situaciones peculiares, distintas, concretas de la época en que
nos desenvolvemos. Ambos caminos han sufrido modificaciones, concreciones
por el correr del proceso histórico, ¿cuál es la esencia de esos dos
caminos? se dan esos caminos en las circunstancias concretas donde ya
tenemos imperialismo, que ya tiene un siglo de desenvolvimiento y que somos
una nación oprimida que tiene sus peculiaridades”.
Lenin: “En realidad en
la revolución rusa no se lucha por la ‘socialización’ y otras estupideces de
los populistas”. Populista no es sino la ideología pequeño burguesa. Prosigue
Lenin: “sirvió para determinar qué camino habrá de seguir el desarrollo
capitalista de Rusia ¿el prusiano o el norteamericano?; sin comprender
esta base económica de la revolución es imposible comprender nada respecto al
programa agrario”. Por eso es que no entienden el capitalismo burocrático,
no entienden la evolución de la semifeudalidad por posiciones ideológicas
pequeño burguesas.
Prosigue Lenin: “Todos los cadetes, partidarios de la gran burguesía hacían esfuerzos sobrehumanos para esconder la esencia de la revolución agraria. Los cadetes confunden, concilian las dos líneas fundamentales de los programas agrarios en la revolución”; confunden, concilian ambos caminos, lo reducen a uno, los complementan como si fueran lo mismo, cuando son dos elementos contradictorios.
Prosigue Lenin, “en el periodo de 1861 a 1905 se manifestaron en Rusia los dos tipos de evolución agraria capitalista: el prusiano, desarrollo gradual de la hacienda terrateniente en dirección al capitalismo y el norteamericano, diferenciación del campesinado y rápido desarrollo de las fuerzas productivas”.
Comentando la cita
anterior, dice el Presidente: Eso es lo que estamos viendo aquí, salvando
distancias, por condiciones históricas y considerando el capitalismo
burocrático, nosotros con la revolución democrática abrimos campo al desarrollo
capitalista en el campo, de ahí que debemos tener en cuenta cómo manejar ese
proceso para que desde la base misma que es el agro no se desenfrene un proceso
capitalista que nos impida desarrollar la segunda etapa de la revolución.
Abrimos campo pero no vamos a dejar que la revolución se despeñe por un camino
capitalista que al fin y al cabo sería una restauración y retorno al dominio del
imperialismo.
Pero esto no es todo,
Lenin establece una relación entre estos dos caminos económicos y dos caminos
políticos, dice:
“El verdadero problema histórico planteado por
el desarrollo social objetivo histórico es esto: evolución agraria de tipo
prusiano o de tipo norteamericano, monarquía terrateniente cubierta con la hoja
de parra del pseudo constitucionalismo o república campesina de agricultores;
cerrar los ojos ante semejante planteamientos objetivos del problema por la
historia significa engañarse a sí mismo y engañar a los demás, eludir de manera
pequeño burguesa la aguda lucha de clases y el planteamiento tajante, sencillo
y decidido del problema de la revolución democrática”.
El camino terrateniente es el camino del
capitalismo burocrático y lleva a la vieja República Peruana, a defenderla y
sostenerla. El camino campesino es el camino de la revolución
democrática y lleva a la República Popular del Perú, no ver esta diferencia
política significa engañarse a sí mismo y engañar a los demás, es eludir a
la manera pequeño burguesa el problema de la revolución democrática.
Dice Lenin: “No podemos desembarazarnos del Estado burgués, sólo los pequeño burgueses pueden soñar semejante cosa: nuestra revolución es burguesa precisamente porque en ella se libra lucha no entre el socialismo y el capitalismo sino entre las dos formas de capitalismo, entre dos caminos de desarrollo, entre dos formas de las instituciones democrático burgueses”.
La revolución es democrática pero aquí hay dos caminos como dijeran la VI y la VII Sesiones del Comité Central el año 76, el camino capitalista burocrático y el camino democrático. El segundo, en cuanto al campo se refiere, implica barrer todo rastro de semifeudalidad, barrer con los terratenientes y con la gran burguesía que tiene poder sobre el agro, sea explotándolo de la forma que fuere, así como el dominio de la acción imperialista. Como contraparte nosotros apoyamos y defendemos los intereses del campesinado, nos basamos en el campesinado pobre, apoyamos al medio y neutralizamos al rico; esto tratándose del problema campesino, pero la revolución democrática nos plantea barrer las tres montañas: la semifeudalidad, el capitalismo burocrático y el imperialismo; y la base de esa revolución es la semifeudalidad que tenemos que barrer, sí pero ésa es parte de las otras tres montañas, no las podemos desligar, las tres, forman una unidad.
Es muy bueno ver el
problema agrario, porque la cuestión campesina es problema básico de la
revolución democrática; pero considerémoslas siempre dentro de todo lo
que implica la revolución democrática, derrumbamiento de las tres
montañas, lo cual exige guerra popular, derrumbar el viejo Estado y hacer la
República Popular del Perú. Esta gran tesis de Lenin es básica para
comprender el programa agrario dentro de la revolución democrático-nacional.
Hay quienes consideran que estos dos caminos ya no son válidos, gran error que
sólo sirve para encubrir apoyo a las medidas agrarias del camino terrateniente.
Dice el documento: “Se
desarrolla bajo nuevas condiciones, el capitalismo burocrático... usa formas
cooperativas y asociativas en general”. Hoy ese camino terrateniente,
burocrático, evolutivo de la semifeudalidad se está desenvolviendo pero se
especifica de otra manera, ya no se trata de cooperativas, ni de formas
asociativas en general; debemos investigar nosotros mismos nuevamente y
definir mejor nuestras políticas para manejar al proceso actual.
Prosigue el documento y
dice que el camino campesino ha sido extraordinariamente desarrollado por el
Presidente Mao Tsetung y que la consigna “Tierra para quien la trabaja” sigue
siendo válida, plenamente válida, es una consigna que directamente sigue
implicando la destrucción cabal y completa de todas las relaciones semifeudales
de explotación y sirve a todos los conformantes del pueblo porque también tiene
interés el proletariado, la pequeña burguesía hasta la burguesía nacional; las
especificaciones tienen que verse con lo que hoy nos estamos planteando, con
las circunstancias concretas del 90, con los planes de la reacción.
Dice el documento:
“Mariátegui planteó que en el Perú se seguía el camino de los terratenientes,
lo podemos ver en la parte final de los Siete Ensayos...”
Prosigue el documento:
“Éste es el camino que se ha seguido en el Perú, como Mariátegui lo demostró,
camino que se impulsó en los años 20 y que se profundiza desde el año 50,
especialmente en la década del 60. (En esa década se dio la ley de bases de
Pérez Godoy; en el 64 se dio la 15237 de Belaúnde; y, la llamada de “reforma
agraria”, la 17716, de Velasco, el 69). Se dieron tres leyes agrarias
caracterizadas por restricciones y limitaciones de la propiedad feudal,
expropiación de la tierra y ejecución por el aparato burocrático del Estado. No
podríamos decir, pues, que es igual la propiedad feudal hoy de la que había
antes de las tres leyes agrarias. Dice: “En síntesis, como no podía ser de
otra manera, este régimen como los anteriores desarrolla en nuestro país el
viejo camino terrateniente, sólo que va acompañado de cooperativas, Sais y
empresas asociativas de propiedad social”. Esto correspondía al año 76 y si
bien es correcto y rige hoy día, necesitamos especificar cómo se están dando
los dos caminos en el campo.
El camino terrateniente, burocrático, que evoluciona la feudalidad, que lleva el capitalismo burocrático al campo; y el camino democrático, campesino, que se desenvuelve como contraparte al anterior y que nosotros con la guerra popular, dirigiendo la revolución democrática lo estamos llevando adelante destruyendo las relaciones semifeudales y abriendo nuevas relaciones sociales; camino campesino que puede ser acoplado al orden viejo si no se desarrolla la revolución. Insistimos, el problema de la tierra sigue siendo el problema básico de la revolución democrática y siempre hay que preocuparse de él, ver cómo se están especificando los planes, las políticas de la reacción, cómo nosotros estamos imprimiendo cambios en la base semifeudal de la sociedad peruana. Necesitamos enjuiciar correctamente ese proceso de parcelación, el despojo de tierras, la titulación, la propiedad de la tierra, ¿cuáles son los resultados de su llamada reforma agraria, qué plantean los intelectuales, qué los revisionistas y oportunistas? Preocuparnos por este problema, más si estamos en la construcción de la conquista del Poder.
(Estracto del documento del II Pleno
de CC del PCP, 1991, ya citado)
3. Génesis de la renta
capitalista del suelo e ideas de importancia especial para los países atrasados
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