El
imperialismo yanqui, encabezado por el genocida ultrarreaccionario Donald
Trump, quien predica abiertamente su odio al inmigrante y sus deseos de
expansión colonial como parte de la política de seguridad nacional de los
Estado Unidos, aplica la política imperialista con el mayor cinismo blandiendo
intimidatoriamente sus sanciones económicas, como la de imponer tarifas
aduaneras prohibitivas a las exportaciones de los países de América Latina que
no se sometan a los dictados del gobierno imperialista yanqui en materia
migratoria. Este cinismo y descaro imperialista no es muestra de fortaleza sino
de la fase de mayor descomposición del imperialismo yanqui. En particular la
política antimigratoria y sus declaraciones de expansión colonial, además de
sus componentes, económicos y militares, son parte de su política social para
tratar de contrarrestar la agudización de la lucha de clases a su interior, es
parte de la guerra contra el pueblo norteamericano y para tratar de desviar
precisamente la atención de las masas del país de la vil opresión y explotación
que padecen bajo el sistema imperialista.
Prosiguiendo,
los diarios de hoy, dieron cuenta de la violación de la soberanía de Colombia y
la capitulación del vendepatria presidente de Colombia Gustavo Petro, según
este patrón informativo:
“Con
fuerza”. Tal es el criterio con el que el presidente de Estados Unidos, Donald
Trump, dijo haber resuelto el conflicto diplomático con Colombia. “La paz se
logra con fuerza", dijo en un rapto de meditación y de advertencia sobre
cuál sería su política sobre latinoamérica.
"La
paz se logra con fuerza". Esa fue la respuesta que dio cuando fue
consultado al respecto por la prensa a bordo del Air Force One, cuando una
periodista le preguntó qué había aprendido de la disputa con Colombia.
Al final
"todo ha salido muy bien con Colombia" y por lo tanto "agradezco
que hayan aceptado hacer lo que queríamos", afirmó el mandatario mientras
regresaba a Washington tras intervenir en una reunión del Partido Republicano
en Florida.
Trump
también defendió la labor de los agentes migratorios y afirmó que están
haciendo "un trabajo fantástico", deportando a "criminales
peligrosos" a un ritmo "tremendo" fuera de Estados Unidos.
"¿Lo
pueden imaginar? Tienen asesinos, narcotraficantes, pandilleros, asesinos de
todo tipo, y no quieren que vayan esposados. ¿Les gustaría ser los dos pilotos
que van delante en el avión y que haya 300 personas a bordo que son asesinos,
narcotraficantes y de todo tipo, y que tengan que volar con ellos sin que
lleven esposas?", se preguntó.
Las
deportaciones ordenadas por Trump derivaron este domingo en una crisis sin
precedentes en la relación con Colombia, el mayor aliado de Estados Unidos en
Latinoamérica durante décadas“ (Página 12, 28 de enero 2025)
.
El domingo
último, el gobierno imperialista yanqui, violando su propia constitución, las
normas y tratados internacionales vigentes, la Convención de Viena en materia
diplómatica, así, como todas los uso y costumbres que rigen la entrada de
aviones militares a otro país, como el transporte y entrega de ciudadanos
deportados de un país a otro, ha llevado a cabo la deportación de ciudadanos
colombianos y brasilenos en aviones militares de los EEUU sin informar a sus
contrapartes; habiendose negado, en un primer momento, el gobierno colombiano
de Petro a recibir dichos aviones militares con los ciudadanos colombianos deportados
al haber sido declarados por el
ejecutivo yanqui como delincuentes.
Después de
una “contundente“ pero falsa declaración, el vendepatria presidente Petro y las
maximas autoridades del viejo Estado colombiano, Estado terrateniente-burocrático
al servicio del imperialismo, principalmente yanqui, han capitulado permitiendo
la violanción de la soberanía nacional de su país, mostrando su pleno acuerdo con la medida y
sometiendose a la itimidación y amenazas del imperialismo yanqui. El gobierno
brasileno del lacayo del imperialismo Lula, aceptó de llano la medida
violatoria de la soberania de su país y recibió los vuelos militares y
deportados tratando de disimular su lacayismo con quejas lacrimosas.
Vemos,
en estos dos primeros caso, que tal como antes lo ha hecho y lo ha venido
haciendo, el imperialismo está haciendo y deshaciendo en nuestros países, que
nuestros países están gobernados por elementos carentes absolutamente de
sentido y de espíritu nacional, una recua que encabeza Petro, Lula y otros.
Todos ellos tienen el problema de su carácter de lacayos desenfrenados y
arribistas, burócratas y tecnócratas que ha engendrado el imperialismo yanqui
particularmente.
Nos
corresponde, desenmascarar el mayor dominio imperialista principalmente yanqui
en nuestros países, la mayor violación de la soberanía nacional para atizar el
espíritu nacional para reconstituir el Partido Comunista y iniciar y
desarrollar la guerra popular para realizar la revolución de nueva democracia y
barrer con el imperialismo, el capitalismo burocrático y la semifeudalidad.
El
imperialismo yanqui es el imperialismo principal que nos domina, lo que no
quita que también haya penetración de otros imperialismos, contradicciones
entre imperialistas; pero, eso no quita ese aherrojamiento y sujeción
monstruosos que se está viendo al imperialismo principalmente yanqui. Éste es
el gran titiritero como superpotencia imperialista hegemónica única, gran
gendarme que es el imperialismo yanqui y enemigo principal de los pueblos del
mundo, maneja desde bambalinas a sus semicolonias y en las últimas décadas ya
ni siquiera así sino con su presencia y hasta arrogancia, basta mirar los
últimos hechos que estamos denunciando.
Los
gobiernos de los Estados en América Latina, como en el caso de Colombia, etc,
están encabezados por los representantes de la gran burguesía, ya sea de su
fracción burocrática o de la compradora, porque es la gran burguesía la que
dirige la dictadura terrateniente-burocrática, al servicio del imperialismo,
principalmente yanqui. Estos gobiernos, independientemente de su origen de
clase, el Ejecutivo y su presidente son representantes de la gan burguesia
lacaya por los intereses y programa que defienden. Ellos representan el interés
organizado, el de la clase explotadora, de la clase dominante, de la gran
burguesía en concreto, que es la que maneja el Estado, que es la que ejecuta su
política a través del Estado y la aplica en toda la sociedad. El Ejecutivo, es
la médula misma del Estado, es la expresión más alta de la reaccionarización
del Viejo Estado en Colombia, en América Latina.
Las tareas de la revolución
democrática
1)
Destruir el dominio imperialista, principalmente el yanqui para nosotros,
conjurando la acción de la otra superpotencia atómica, el imperialismo ruso y
la de las otras potencias imperialistas. 2) Destruir el capitalismo
burocrático, confiscando el gran capital monopolista estatal y no estatal. 3)
Destruir la propiedad terrateniente feudal confiscando la gran propiedad
asociativa y no asociativa, entrega individual de la tierra bajo el lema
"Tierra para quien la trabaja" a los campesinos pobres primero y
principalmente. 4) Apoyar al capital medio al que se le permite trabajar
imponiéndole condiciones. Todo lo cual implica derrumbar el viejo Estado a
través de la guerra popular con fuerza armada revolucionaria y la dirección del
Partido Comunista construyendo un nuevo Estado.