Continuando con nuestras NOTAS Y MATERIALES SOBRE EL PERÚ CONTEMPORÁNEO
(III, continuación d Anexos 3), como anexos a manera de anexos consignamos lo
siguiente:
3. Génesis de la renta
capitalista del suelo e ideas de importancia especial para los países atrasados
Introducción:
El Presidente Gonzalo, a comienzos de los
90, constata lo siguiente:
En los últimos análisis de la población
agrícola están expresando un aumento de pequeños propietarios a quienes se les
está dando mucha importancia en el gobierno actual, en el proceso actual del
viejo Estado peruano.
En el Perú, en primer lugar no ha habido
una revolución burguesa, la burguesía no fue capaz de dirigirla en su momento
histórico, cuando fue revolucionaria; hoy día, desde el 17 en que se abrió la
era de la revolución mundial, la burguesía devino en clase caduca e incapaz y
sólo el proletariado es capaz de dirigir las revoluciones democráticas que
destruyan la feudalidad, a más de las revoluciones socialistas y culturales;
por tanto, no hubo revolución burguesa de viejo tipo.
La reacción peruana, al servicio del
imperialismo, ha desenvuelto y sigue desenvolviendo el camino burocrático,
lleva el capitalismo burocrático al campo y aplica la evolución de la
semifeudalidad; parte de ese proceso es la aplicación de sus tres leyes
agrarias, en particular, de la llamada “ley de reforma agraria” que no es sino
una ley más de compra y venta de las tierras y que no ha destruido la
semifeudalidad sino que la ha evolucionado; lo que hoy día se ve es
consecuencia de esa compra-venta de tierras, las formas asociativas que
surgieron de esa “reforma agraria” se están parcelando.
Relación latifundio-minifundio. Nuevo
proceso de concentración de la tierra: Aquí se quiere formar un mercado rural,
las tierras se están parcelando, la población campesina aumenta; esto genera
una elevación del precio de la tierra y
el campesinado tiene que pagar más por la tierra., ¿qué busca imponer la gran burguesía, la
banca, el Estado, los terratenientes? que la banca comercial tenga facilidades
para dar créditos al campo y bajo garantía de hipoteca quedarse con las tierras
y promover así un nuevo proceso de concentración para aplicar formas evolutivas
de la semifeudalidad.
La división de la tierra, la parcelación, lleva al
minifundismo y éste determina un retroceso en el cultivo del suelo. En la
parcela, trabaja toda la familia hasta el agotamiento, se invierte una gran
fuerza de trabajo pero el producto neto disminuye progresivamente al aumento
del producto bruto. Esto mismo rige en la micro y pequeña producción, como lo
hemos analizado anteriormente, a más consumo bruto menos consumo neto y de esa
ley nadie se escapa, pero esto es óptimo para el imperialismo porque compra a
menor costo explotando inmensamente. Este fenómeno en el campo, además repercute
en contra del proletariado porque así el campo tiene que consumir menos, la
producción tiene que bajar, los salarios de los obreros se reducen y hay mucho
margen de desocupación.
Marx, nos está
describiendo en qué consiste la explotación, ver la diferencia, de una manera
se la explota: como clase organizada la burguesía la explota a través del
Estado mediante impuestos; y como capitalistas, en las modalidades de la usura,
del préstamo, del capital, del interés, los que no pagados se cobran con la hipoteca.
Y ¿cómo lo explota el terrateniente? por la renta. Así es como se diferencia la
semifeudalidad.
Sobre las formas capitalistas de la renta de la
tierra: La renta diferencial se refiere al mayor rendimiento que tiene la
tierra frente a otra; la renta absoluta es derivado de la propiedad de la
tierra.
Sobre las formas feudales de la renta de la tierra:
Las formas feudales tienen tres modalidades que son: el pago de la renta en
trabajo personal, en especie y en dinero; también el pago en dinero es una modalidad
feudal y que el capitalista la aplique no quiere decir que no tengan raigambre
feudal.
Para ver el problema del proceso del
capitalismo burocrático en el agro y la evolución de la semifeudalidad debemos
estudiar, analizar y comparar los estudios e informes con otros documentos como
los censos agropecuarios, las Encuestas
Nacionales sobre Hogares Rurales que se ha hecho en el campo, aunque tiene
algunas limitaciones, así podríamos establecer un cuadro para clasificar en
función de propiedad y relación de explotación, para definir los campesinos
pobres, medianos y ricos, los terratenientes y el asalariado agrícola; y a su
vez establecer las diferencias en cada uno de estos rubros.
Lo que debemos saber es que los estudios,
informes y documentos de la academia o de las instituciones oficiales buscan
confundir problemas y de esa manera apuntar a plantearnos que hay un proceso
capitalista que avanza, y así soslayar y encubrir el capitalismo
burocrático.
Ver cuáles son las situaciones específicas, concretas
en el Perú (partiendo del capitalismo burocrático) porque hoy están llevando a
un desenfrenado despojo de la propiedad de los campesinos.
Luego de esta introducción presentamos como anexo:
Génesis
de la renta capitalista del suelo e ideas de importancia especial para los
países atrasados
Lenin.
en su “Carlos Marx”, en la parte que trata “La doctrina económica de Carlos
Marx”, dice:
“(
…) del tomo III, que estudian el capítulo usurario, comercial y financiero,
pasaremos a lo esencial, a la teoría de la renta del suelo.
Debido
a la limitación de la superficie de la tierra, que en los países capitalistas
es ocupada enteramente por los propietarios particulares, el precio de
producción de los productos agrícolas no lo determinan los gastos de producción
en los terrenos de calidad media, sino en los de calidad inferior; no lo
determinan las condiciones medias en que el producto se lleva al mercado, sino
las condiciones peores. La diferencia existente entre este precio y el de
producción en las tierras mejores (o en condiciones más favorables de producción)
da lugar a una diferencia o renta diferencial. Marx analiza detenidamente la
renta diferencial y de muestra que brota de la diferente fertilidad del suelo,
de la diferencia de los capitales invertidos en el cultivo de las tierras,
poniendo totalmente al descubierto (véase también la Teoría de la plusvalía,
donde merece una atención especial la crítica
que hace a Rodbertus) el error de Ricardo, según el cual la renta diferencial
sólo se obtiene con el paso sucesivo de las tierras mejores a las peores. Por
el contrario, se dan también casos inversos: tierras de una clase determinada
se trasforman en tierras de otra clase (gracias a los progresos de la técnica
agrícola, a la expansión de las ciudades, etc.), por lo que la tristemente
célebre "ley del rendimiento decreciente del suelo" es profundamente
errónea y representa un intento de cargar sobre la naturaleza los defectos, las
limitaciones y contradicciones del capitalismo. Además, la igualdad de
ganancias en todas las ramas de la industria y de la economía nacional
presupone la plena libertad de competencia, la libertad de trasferir los
capitales de una rama de producción a otra. Pero la propiedad privada sobre el
suelo crea un monopolio, que es un obstáculo para la libre trasferencia. En
virtud de ese monopolio, los productos de la economía agrícola, que se
distingue por una baja composición del capital y, en consecuencia, por una
cuota de ganancia individual más alta, no entran en el proceso totalmente libre
de nivelación de las cuotas de ganancia. El propietario de la tierra, como
monopolista, puede mantener sus precios por encima del nivel medio, y este
precio de monopolio origina la renta absoluta. La renta diferencial no puede
ser abolida mientras exista el capitalismo; en cambio, la renta absoluta puede
serlo; por ejemplo, cuando se nacionaliza la tierra, convirtiéndola en
propiedad del Estado. Este paso significaría el socavamiento del monopolio de
los propietarios privados, así como una aplicación más consecuente y plena de
la libre competencia en la agricultura. Por eso los burgueses radicales,
advierte Marx, han presentado repetidas veces a lo largo de la historia esta
reivindicación burguesa progresista de la nacionalización de la tierra, que
asusta, sin embargo, a la mayoría de los burgueses, pues "afecta"
demasiado de cerca a otro monopolio mucho más importante y "sensible"
en nuestros días: el monopolio de los medios de producción en general. (…)
Para la historia de la renta del suelo
resulta importante señalar el análisis en que Marx demuestra cómo la
trasformación de la renta en trabajo (cuando el campesino crea el plusproducto
trabajando en la hacienda del terrateniente) en renta natural o renta en
especie (cuando el campesino crea el plusproducto en su propia tierra,
entregándolo luego al terrateniente bajo una "coerción
extraeconómica"), después en renta en dinero (que es la misma renta en
especie, sólo que convertida en dinero, el obrok, censo de la
antigua Rusia, en virtud del desarrollo de la producción de mercancías) y
finalmente, en la renta capitalista, cuando en lugar del campesino es el
patrono quien cultiva la tierra con ayuda del trabajo asalariado. En relación
con este análisis de la "génesis de la renta capitalista del suelo",
hay que señalar una serie de profundas ideas (que tienen una importancia
especial para los países atrasados, como Rusia) expuestas por Marx acerca de la
evolución del capitalismo en la agricultura."La trasformación de la renta
natural en renta en dinero va, además, no sólo necesariamente acompañada, sino
incluso anticipada por la formación de una clase de jornaleros desposeídos, que
se contratan por dinero. Durante el período de nacimiento de dicha clase, en
que ésta sólo aparece en forma esporádica, va desarrollándose, por lo tanto,
necesariamente, en los campesinos mejor situados y sujetos a obrok, la
costumbre de explotar por su cuenta a jornaleros agrícolas, del mismo modo que
ya en la época feudal los campesinos más acomodados sujetos a vasallaje tenían
a su servicio a otros vasallos. Esto va permitiendoles acumular poco a poco
cierta fortuna y convertirse en futuros capitalistas. De este modo va
formándose entre los antiguos poseedores de la tierra que la trabajaban por su
cuenta, un semillero de arrendatarios capitalistas, cuyo desarrollo se halla
condicionado por el desarrollo general de la producción capitalista fuera del
campo. . ." (El Capital, t. III2a, 332). "La expropiación, el
desahucio de una parte de la población rural no sólo 'libera' para el capital
industrial a los obreros, sus medios de vida y sus materiales de trabajo, sino
que además crea el mercado interior." (El Capital, t. I2a, pág. 778). La
depauperación y la ruina de la población del campo influyen, a su vez, en la
formación del ejército industrial de reserva para el capital. En todo país
capitalista "una parte de la población rural se encuentra constantemente
en trance de trasformarse en población urbana o manufacturera [es decir, no
agrícola]. Esta fuente de superpoblación relativa flota constantemente [. . .].
El obrero agrícola se ve constantemente reducido al salario mínimo y vive
siempre con un pie en el pantano del pauperismo" (El Capital, I2a, 668).
La propiedad privada del campesino sobre la tierra que cultiva es la base de la
pequeña producción y la condición para que ésta florezca y adquiera una forma
clásica. Pero esa pequeña producción sólo es compatible con los límites
estrechos y primitivos de la producción y de la sociedad. Bajo el capitalismo
"la explotación de los campesinos se distingue de la explotación del proletariado
industrial sólo por la forma. El explotador es el mismo: el capital.
Individualmente, los capitalistas explotan a los campesinos individuales por
medio de la hipoteca y de la usura; la clase capitalista explota a la clase
campesina por medio de los impuestos del Estado" (Las luchas de clases en
Francia ). "La parcela del campesino sólo es ya el pretexto que permite al
capitalista extraer de la tierra ganancias, intereses y renta, dejando al
agricultor que se las arregle para sacar como pueda su salario." (El
Diecíocho Brumario.) Habitualmente, el campesino entrega incluso a la sociedad
capitalista, es decir, a la clase capitalista, una parte de su salario,
descendiendo "al nivel del arrendatario irlandés, aunque en apariencia es
un propietario privado" (Las luchas de clases en Francia ). ¿Cuál es
"una de las causas por las que en países en que predomina la propiedad
parcelaria, el trigo se cotice a precio más bajo que en los países en que
impera el régimen capitalista de producción"? (El Capital, t. III2a, 340).
La causa es que el campesino entrega gratuitamente a la sociedad (es decir, a
la clase capitalista) una parte del plusproducto. "Estos bajos precios
[del trigo y los demás productos agrícolas] son, pues, un resultado de la
pobreza de los productores y no, ni mucho menos, consecuencia de la
productividad de su trabajo" (El Capital, t. III2a, 340). Bajo el
capitalismo, la pequeña propiedad agraria, forma normal de la pequeña
producción, degenera, se destruye y desaparece. "La pequeña propiedad agraria,
por su propia naturaleza, es incompatible con el desarrollo de las fuerzas
productivas sociales del trabajo, con las formas sociales del trabajo, con la
concentración social de los capitales, con la ganadería en gran escala y con la
utilización progresiva de la ciencia. La usura y el sistema de impuestos la
conduce, inevitablemente, por doquier, a la ruina. El capital invertido en la
compra de la tierra es sustraído al cultivo de ésta. Dispersión infinita de los
medios de producción y diseminación de los productores mismos. [Las
cooperativas, es decir, las asociaciones de pequeños campesinos, cumplen un
extraordinario papel progresista desde el punto de vista burgués, pero sólo
pueden conseguir atenuar esta tendencia, sin llegar a suprimirla; además, no se
debe olvidar que estas cooperativas dan mucho a los campesinos acomodados y muy
poco o casi nada a la masa de campesinos pobres, ni debe olvidarse tampoco que
las propias asociaciones terminan por explotar el trabajo asalariado.] Inmenso
derroche de energía humana; empeoramiento progresivo de las condiciones de
producción y encarecimiento de los medios de producción: tal es la ley de la
[pequeña] propiedad parcelaria." En la agricultura, lo mismo que en la
industria, el capitalismo sólo trasforma el proceso de producción a costa del
"martirologio de los productores". "La dispersión de los obreros
del campo en grandes superficies quebranta su fuerza de resistencia, al paso
que la concentración robustece la fuerza de resistencia de los obreros de la
ciudad. Al igual que en la industria moderna, en la moderna agricultura, es
decir en la capitalista, la intensificación de la fuerza productiva y la
más rápida movilización del trabajo se consiguen a costa de devastar y agotar
la fuerza obrera de trabajo. Además, todos los progresos realizados por la
agricultura capitalista no son solamente progresos en el arte de esquilmar al
obrero, sino también en el arte de esquilmar la tierra [. . .]. Por lo tanto,
la producción capitalista sólo sabe desarrollar la técnica y la combinación del
proceso social de producción, minando al mismo tiempo las dos fuentes
originales de toda riqueza: la tierra y el hombre". (EI Capital, t. I,
final del capítulo XIII)
II
Sobre la condición
semicolonial
Con el primer anexo, mostramos como la LOD
pretende revisar el marxismo-leninismo-maoísmo, en cuanto al problema del
capitalismo burocrático y evolución de la semifeudadlidad. Sobre la condición
semicolonial.....
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