21. February 2022
El
imperialismo ruso y el golpe de Estado en Burkina Faso
El 24 de enero, el ejército, dirigido por el teniente
coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba y otros militares de alto rango, tomó el
poder en Burkina Faso. El presidente Roch Marc Christian Kabore fue detenido y
los representantes de los golpistas anunciaron el golpe en la televisión
estatal. Se impuso un toque de queda nocturno, se suspendió la constitución y
se disolvió el gobierno y el parlamento.
El golpe fue rápidamente condenado por el imperialismo
yanqui, la superpotencia imperialista mundial hegemónica única, el imperialismo
francés, el hasta ahora principal imperialista del país, las Naciones Unidas,
así como la unión de África Occidental, principalmente lacayos de Francia, la
CEDEAO. Por el contrario, el imperialismo ruso no ha condenado el golpe. De
hecho, la “Communauté des Officiers pour la Sécurité Internationale (COSI)”,
una fachada del “Grupo Wagner” de mercenarios rusos, ofreció su mano a los
golpistas. A petición de los periodistas burgueses que preguntaban por la
posición del COSI sobre el golpe, se publicó una carta del jefe del COSI,
Alexander Ivanov, que decía:
“La gente empezó a salir a la calle exigiendo la dimisión
de la administración del país y un mejor apoyo material para los soldados y sus
familias. Como resultado, el ejército anunció por televisión el derrocamiento
del presidente, la disolución del gobierno y el parlamento y el cierre de las
fronteras para controlar la situación del país. Su objetivo es derrotar al
terrorismo y proteger a su pueblo. Es una buena causa y la sociedad está de
acuerdo con los militares. … Creo que si se invita a instructores rusos a
entrenar al ejército de Burkina Faso, podrán hacerlo con eficacia”[1] En una
entrevista, Ivanov profundizó diciendo: “Creo que este golpe, que tuvo lugar
por el deterioro de la situación de seguridad en Burkina Faso, no fue más que
una rebelión ‘pacífica'”[2].
Al parecer, Dambia, líder del golpe de estado y
quisquilloso, había preguntado dos veces al ex presidente lacayo Kabore sobre
la cuestión de invitar a la intervención imperialista rusa a través del Grupo
Wagner. La negación de la segunda consulta fue al parecer una de las últimas
acciones de Kabore antes de su derrocamiento[3]. En una entrevista, un portavoz
del Departamento de Estado yanqui dijo “El Departamento de Defensa es
consciente de las acusaciones de que el Grupo Wagner, respaldado por Rusia,
puede haber sido una fuerza detrás de la toma del poder militar en Burkina
Faso”[4], pero no quiso comentar su posición sobre esta cuestión.
Durante casi una década, el imperialismo francés ha
estado librando una guerra de agresión en la región del Sahel para mantener su
presencia y la sujeción del país. La guerra de agresión se dirige contra la
justa lucha y la heroica resistencia de las masas contra el imperialismo, que
en este momento se libra bajo las banderas reaccionarias en ausencia de
dirección proletaria, representada por un partido comunista,
marxista-leninista-maoista, militarizado. Sin embargo, al igual que la
intervención militar imperialista en Afganistán, la intervención en la región
del Sahel también se ha convertido en arenas movedizas para los imperialistas,
consumiendo cada vez más tropas y recursos. En el período 2015-2020, las
acciones armadas se duplicaron cada año en el Sahel. Esto es característico de
la defensiva estratégica del imperialismo, se encuentra en un avanzado estado
de descomposición, y correlativamente nos encontramos en la ofensiva
estratégica de la Revolución Proletaria Mundial, mientras se desarrolla una
nueva gran ola de la revolución proletaria mundial y estamos entrando a un
nuevo período de revoluciones, dentro del período de los 50 a 100 años en que
el Presidente Mao previó que el imperialismo y la reacción sufrirán la derrota
a manos de las legiones de hierro del proletariado que se está formando y
fortaleciendo continuamente.
En junio del año pasado, el imperialismo francés se
vio obligado a admitir una derrota relativa en su guerra de agresión en la
región del Sahel, y anunció una reducción de sus tropas de 5.100 a 2.500-3.000
para el primer trimestre de 2022. Recientemente, un convoy militar que se
dirigía de Costa de Marfil a Malí se encontró con una feroz resistencia de las
masas tanto en Burkina Faso como en Níger y Malí. En nuestro artículo
“Anotaciones sobre la situación internacional” escribimos: “El régimen del
Estado terrateniente-burocrático de Burkina Faso cerró Internet durante varios
días para impedir que las masas intercambiaran información y para evitar que
las masas de otros lugares de la ruta del convoy se inspiraran. El ejército
francés respondió a los bloqueos civiles con balas”. Además, A Nova Democracia, informó que 3 millones de personas protestaron contra el imperialismo
francés y la ECOWAS en Malí, a mediados de enero de este año[5].
La gran burguesía de Burkina Faso está temblando ante
la ira y la furia de las masas oprimidas por las tres montañas: el
imperialismo, el capitalismo burocrático y la feudalidad. Infundida de miedo
por la derrota que ha sufrido el imperialismo francés, una facción de la gran
burguesía ha perdido la fe en el imperialismo francés y en su capacidad de
mantenerlos a salvo mientras se enriquecen a costa de las masas. En
consecuencia, a la luz de la derrota a la que se enfrenta el imperialismo
francés, este sector de la gran burguesía busca otros medios para salvaguardar
y mantener su posición de parásitos a costa del pueblo. Esto se expresa en las
ambiciones de esta sección de la gran burguesía de un cambio de amo, del
imperialismo francés al ruso, con la esperanza de poder seguir viviendo su vida
parasitaria a cambio de prostituir a Burkina Faso al imperialismo ruso. Es un
grupo de una de las dos facciones de la gran burguesía, en connivencia con el
imperialismo ruso, la que los golpistas están actuando en interés y en nombre
de ella.
Esto debe considerarse en el contexto de la
contradicción interimperialista, que se desarrolla en medio de colusión y
pugna, y como actúa en los países oprimidos manejando las contradicciones
interreaccionarias internas – que, también, se desarrollan como colusión y
pugna entre las facciones y grupos de la gran burguesía y los terratenientes –
y de la contradicción entre el imperialismo y las naciones oprimidas, siendo
esta última la principal contradicción en el mundo actual. La contradicción
interimperialista se expresa en la lucha entre las potencias imperialistas por
la partición y nuevo reparto de las colonias y semicolonias, por eso contienden
por la hegemonía mundial, actualmente están preparando una tercera guerra
mundial, que se dará cuando estén en condiciones, como hemos explicado en “La
Escena Mundial”[6]. Pero sostenemos que el imperialismo no es uno solo, existen
un puñado de países imperialistas en pugna por la hegemonía mundial para ser el
que reparta el botín, esta contradicción se desarrolla en colusión y la pugna
es absoluta y la colusión temporal y relativa, y en este momento es prima la
colusión, ésta es por el momento el aspecto principal.
Así, las naciones oprimidas del Tercer Mundo son
campos de batalla, donde las potencias imperialistas contienden en diversas
formas por las esferas de influencia. Lenin nos enseñó que el cambio de las
formas de la contienda de formas pacíficas a formas violentas y otra vez a
formas pacífica, etc. no cambia el carácter de clase de la lucha. En esta contienda
interimperialista, el Tercer Mundo es el botín, y libran esta lucha por medios
directos e indirectos, siendo los golpes de estado uno de estos últimos. Más
concretamente, los acontecimientos en Burkina Faso deben considerarse como
parte de una tendencia más amplia en la que el imperialismo ruso está
intentando conseguir la iniciativa por medidas ofensivas dentro de su posición
defensiva debido al cerco que están desarrollando los imperialistas yanquis y
sus “aliados” contra su propio territorio. Así, el imperialismo ruso, está
explotando las grietas en las esferas de influencia del imperialismo francés en
África Occidental.
El Grupo Wagner opera actualmente en al menos 12
países, aproximadamente la mitad de ellos en África. Entre los países en los
que ha operado Wagner se encuentran otros dos países del Sahel, a saber, Chad y
Malí. En Chad, el imperialismo ruso utilizó la guerra civil como medio
indirecto en la lucha por el reparto en disputa con el imperialismo francés a
través del respaldo del “grupo rebelde” “Frente para el Cambio y la Concordia
en Chad”. Es la expresión de su llamada “guerra híbrida”, para responder a la
“guerra de baja intensidad” del imperialismo yanqui, que bajo el gobierno del
genocida Obama privilegia la agresión indirecta estableciendo una gran base
militar en África con un sistema de bases menores en países claves y el uso de
comandos mercenarios para sus operaciones especiales y laminstrucción de tropas
mercenarias nativas y amplio uso de la “guerra de drones”, táctica que fue bautizada
como “las guerras de Obama”. En Malí, el año pasado, los lacayos del
imperialismo ruso también llevaron a cabo un golpe de estado, y muy poco
después estos colaboradores invitaron a la intervención militar rusa, que como
se ha mencionado, a menudo mantiene un perfil encubierto a través de la llamada
“Compañía Militar Privada” Wagner Group, supuestamente solo responsable de la
formación y la seguridad. Pero como hemos visto en la República Centroafricana,
los mandatos esbozados no han impedido que estos mercenarios rusos luchen junto
al ejército lacayo nativo, a cambio del control de los yacimientos mineros[7].
Una parte de la gran burguesía de Burkina Faso, uno de
sus grupos en que se dividen las facciones de la gran burguesía asumiendo la
representación de la gran burguesía y los terratenientes en el país, ambiciona
un cambio de amos imperialistas con la esperanza de salvar el pellejo. Nosotros
decimos: ¡sigue soñando! Sus días están contados. En el fondo, lo saben. Están
temblando. Vemos desplegarse ante nosotros una nueva marea alta de lucha de
liberación nacional como parte de la nueva gran ola de la Revolución Proletaria
Mundial y del nuevo período de revoluciones en que estamos entrando.
El que los imperialistas en general recurran, siempre
que les sea posible, a la agresión indirecta a través de formas de agresión
encubiertas como la ·guerra de baja intensidad”, la “guerra híbrida”, “guerra
asimétrica”, etc., antes sus fracasos en las intervenciones directas mediante
la ocupación que han cosechado todos ellos desde después de la II Guerra
Mundial y el rechazo en su frente interno, demuestra la gran verdad del
maoísmo, justa y correctamente, repetida por el Presidente Gonzalo que la masa
se a puesto de pié y que nunca más se va a dejar aherrojar, mostrando así que
la revolución es la tendencia histórica y política principal hoy en el mundo,
que la contradicción principal es naciones oprimidas-imperialismo, que las
naciones oprimidas por el peso de la masa son la base de la revolución mundial,
que el campesinado es la fuerza principal de la lucha contra el imperialismo,
de la lucha contra las tres montañas ( contra el imperialismko-el capitalismo
burocrátiuco y la feudalidad), que este movimiento de las naciones oprimidas y
que junto al movimiento del proletario internacional son las dos fuerzas que
dirigidas por el proletariado internacional a través de sus Partdos Comunistas
conforman la revolución proletaria mundial. El movimiento proletario
internacional es el correspondiente al proletariado que se da en todo el mundo
y el movimiento de liberación nacional el que se genera en las naciones
oprimidas. Lenin dijo que es un movimiento que dará grandes aportes y que no
puede ser marginado. Todo esto comprendido dentro del período de “los 50 a 100
años” en que será barrido el imperialismo y la reacción de la faz de la Tierra.
El Presidente Mao dijo: “Después de la Segunda Guerra
Mundial se abre ante el mundo un futuro brillante. Esta es la tendencia
general…El mundo está progresando y el futuro es brillante; nadie puede cambiar
esta tendencia general de la historia. Debemos realizar entre el pueblo una
propaganda constante sobre los progresos del mundo y su futuro luminoso, para
que tenga confianza en la victoria. Al mismo tiempo, debemos decir al pueblo y
a nuestros camaradas que en nuestro camino habrá vueltas y revueltas. Hay
todavía muchos obstáculos y dificultades a lo largo del camino de la
revolución. El VII Congreso de nuestro Partido supuso que las dificultades
serían muchas, porque preferimos suponer más dificultades que las que podían
ser. A algunos camaradas no les gusta pensar mucho en las dificultades. Pero
las dificultades son una realidad; debemos reconocer cuantas hay, y no adoptar
una “política de no reconocimiento”. Debemos reconocer las dificultades,
analizarlas y combatirlas. No existen caminos rectos en el mundo; debemos estar
preparados para seguir un camino de vueltas y revueltas y no tratar de
conseguir las cosas a precio de baratillo. No hay que imaginarse que una buena
mañana todos los reaccionarios se pondrán de rodillas por propia voluntad. En
una palabra, las perspectivas son brillantes, pero el camino tiene vueltas y
revueltas. Aún tenemos ante nosotros muchas dificultades que no debemos pasar
por alto. Uniéndonos con todo el pueblo en un esfuerzo común, podremos sin duda
vencer todas las dificultades y lograr la victoria”[8]
Referencias
1. https://twitter.com/officierssi/status/1485975235321110530?s=21 (Nuestra traducción)
2. https://news.myseldon.com/ru/news/index/266104219 (Nuestra traducción)
3. https://www.thedailybeast.com/burkina-faso-president-ousted-after-refusing-to-pay-wagner-mercenaries
4. https://www.voanews.com/a/us-aware-of-allegations-of-russian-links-to-burkinabe-coup-/6415668.html
6. ci-ic.org, “La Escena Mundial”, 04/02/2022
7. https://ci-ic.org/blog/2021/11/10/imperialism-and-the-coup-detats-in-africa/
8. Mao Tse-tung, “Sobre las Negociaciones de
Chungching”, Octubre de 1945
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