El imperialismo alemán, el cuál ha sido enjuiciado en la Corte Internacional de Justicia debido a su colaboración en el genocidio israelí en Gaza, atacó sin piedad el Congreso Palestino de tres días que se había planificado en Berlín, Alemania.

Se informa que el viernes la policía alemana asaltó el Congreso Palestino en la zona de Tempelhof de Berlín y echó a unos 250 participantes del salón sólo dos horas después de que el evento empezase.

La supuesta razón dada por las autoridades fue una video llamada de un discurso. Cuando un hombre habló, la policía intervino con varios agentes, cortó la transmisión y cortó la luz temporalmente. Las autoridades fingieron un supuesto peligro de que “se repitieran en el evento discursos antisemitas, de apología de la violencia y negacionistas del Holocausto”.

No satisfechos con la negación de la libertad de opinión y discurso para cada uno, la policía decidió reprimir todo el evento. La decisión por tanto no se aplica sólo al viernes, sino también al sábado y al domingo. La Ministra de Interior, Nancy Faeser agradeció el ataque policial, llamando “justo y necesario” a una obviamente ilegal violación de los ‘derechos humanos’ burgueses básicos de aquellos que apoyan al pueblo de Palestina y que se oponen al genocidio israelí.

La policía se desplegó en grandes números en la capital alemana para monitorear la situación, cerca de un millar, y con un gran número de refuerzos.

Incluso antes del Congreso Palestino, las autoridades pusieron al límite la situación al negar la entrada en el país a Ghassan Abu Sitta, un cirujano que habría participado en el Congreso. También se le negó la posibilidad de grabar vídeos tras haber sido interrogado durante tres horas en el aeropuerto de Berlín. Hubo una manifestación en la embajada alemana en Londres tras llegar de nuevo a Inglaterra, donde declaró: “Cómplices en un crimen, tratan de ocultar las pruebas y silenciar a los testigos”.