Que, es el gobierno de Nicolás Maduro, urgido por la grave crisis resilente por la que atraviesa el país bajo su gobierno desde 2013-2014, con la baja de los precios del petróleo, principal producto de exportación, y que sostiene la economía rentista del capitalismo burocrático en Venezuela, a lo que hay que agregar las sanciones económicas impuestas por el gobierno del imperialismo yanqui y de otros países imperialistas, quien ha abierto oficialmente -con un "acuerdo" de realizar elecciones con el gobierno imperialista yanqui- las puertas a una mayor intervención del imperialista y de sus lacayos de la región en los asuntos internos del país.
Lo dicho anteriormente, lo documentamos con la transcripción del artículo del diario reaccionario El País de Espana,
“Angustia, protestas callejeras y presión
internacional: el pulso por un recuento verificable arrecia en Venezuela.-Al menos
dos muertos y más de 46 detenidos por la represión de las protestas que se han
expandido por todo el país”, de 30 de julio 2024, donde dice:
“La comunidad internacional
desconfía abiertamente de los números que ha presentado el chavismo. En primer
lugar, porque el oficialismo no ha ofrecido los datos concretos registrados en
cada centro electoral. Y en segundo, al no haber demostrado que el retraso en
el anuncio del conteo se debió a un hackeo proveniente de
Macedonia del Norte, como denunció el fiscal general. Los países preocupados
por la situación venezolana -de Estados Unidos a la Unión Europea o gigantes
latinoamericanos como Brasil, Colombia y México- le exigen al Gobierno de Maduro que haga un recuento transparente, de la mano de auditores
independientes, que despeje todas las dudas.
Hay mucho en juego. El
chavismo debería ser el primer interesado en que se conozca la verdad de lo
ocurrido esa noche, pues necesita de una victoria que le sea reconocida
internacionalmente y le abra de nuevo las puertas de los mercados y las
multilaterales. El chavismo no lo verbaliza, pero su condición de paria en
la escena mundial molesta a sus dirigentes. Le ocurre lo mismo con la
prensa extranjera, a la que ataca y desdeña constantemente y a la que, sin
embargo, lee con mucho detenimiento. Esta era una ocasión para salir de este
aislamiento con el que convive desde hace años, fuese con el actual
presidente o con uno nuevo que normalizase la vida política del país. De
hecho, estas fueron las principales razones para que se le pusiese fecha y se
celebrasen estas elecciones, acordadas después de más de un año de negociación
a tres bandas entre la oposición, el G!obierno y la Casa Blanca”.
Con este “acuerdo”, imposición del imperialismo yanqui al gobierno de Venezuela de realizar elecciones y de poner fecha para ellas, el gobierno de los EEUU del genocida Biden y su ministro de Esteriores Blinken se ha investido así mismo como arbítro de la “limpieza de las elecciones” y garante de sus resultados. E
El gobierno de Maduro con el "acuerdo" de elecciones vendió
su alma al diablo a cambio de promesas del imperialismo, es decir, de nada.
Ahora, el no pagará la cuenta de su mal negocio entreguista sino serán lo
verdaderos patriotas venezolanos lo que harán lo sacrificios y defenderan su patria.
Lo que se demuestra con todo esto es
el carácter colonial de la economía de Venezuela, sometida al monopolio
económico de los diversos países imperialistas, donde el principal país
imperialista en ejercer su monopolio económico es el imperialismo yanqui
Queda claro, una vez más, que
Venezuela es una semicolonia del imperialismo, principalmente del
imperialismoyanqui, quien se da el derecho de intervenir de las más diversas
formas en la vida interna del país.
Continuaremos tratando el tema.