Monday, January 3, 2022

A NOVA DEMOCRACIA BRASIL: Editorial semanal - Mayordomía y reacción

 

REDACCIÓN ARD

 31 DE DICIEMBRE DE 2021

Editorial semanal - Mayordomía y reacción

 


A fines de año, una auditoría del Tribunal Federal de Cuentas (TCU) encontró que el Ministerio de Defensa, comandado por el enérgico Braga Netto, gastó dinero destinado a combatir la pandemia -que ya ha cobrado más de 650.000 vidas brasileñas- para comprar artículos de lujo, como filet mignon, solomillo, salmón, bacalao y bebidas alcohólicas (¡paladar refinado, el de los generales y altos funcionarios!). El monto gastado, identificado solo en este cálculo (¡imaginemos el que mejor se escondió!), Fue de R $ 535 mil, es decir, medio millón de reales.

 

El informe del TCU también señala que, desde los órganos superiores del Ejecutivo, fue el Ministerio de Defensa el que, de manera exorbitante, gastó la mayor cantidad de recursos destinados a la prevención de la pandemia a voluntad. “De los fondos destinados a combatir la pandemia utilizados indebidamente para adquirir artículos no esenciales, el 96% fue gastado por el Ministerio de Defensa”, enfatiza.

 

Recordemos que este no fue el primer caso de burla generalizada de la casta alta reaccionaria: los altos funcionarios, en otras investigaciones, ya han sido sorprendidos comprando, con fondos públicos, 700 toneladas de solomillo y 80 mil cervezas, además al whisky.

 

Ahora bien, ¿no serían estos señores generales los castos tutores de la República, reserva moral y administradores inmaculados, llamados “por el destino” para salvar a la Nación de la plaga de la corrupción y el comunismo? Hacen lo que les place, porque al final son tan corruptos o más corruptos que el resto del aparato estatal. Lo hacen con el convencimiento de la impunidad, pues saben que son temidos por la cobardía de los liberales reaccionarios que eructan valentía. Señores, en particular, aprovechando que son por excelencia - ¡hoy, más que nunca! - la columna vertebral que sostiene todo el podrido orden de explotación y opresión, dan rienda suelta a sus trucos, y que respetan a los demás. Ante toda la maquinación para aprobar la millonaria seguridad social para altos funcionarios en el parlamento, con el espionaje de personalidades y políticos -la antesala del chantaje- y cuyos privilegios adquiridos son tan descarados y odiosos, que hasta se pusieron de pie en protesta las plazas y la baja oficialidad de las Fuerzas Armadas reaccionarias.

Así, sus altos funcionarios son, al mismo tiempo, espejo y reflejo de todo el aparato del Estado: es decir, todo el engaño, la cultura de la enemistad de apropiación individual de lo público, las gratificaciones y el venga y duerme. El espíritu que en sus rangos más altos causa fiebre, prospera secular y habitualmente en estas elevadas huestes del ejército.

 

La historia de nuestro país, y en particular de los contemporáneos, ha sido, hasta ahora, la sucesión de intentos de nuestro pueblo por lograr la libertad y establecer una República democrática libre de la dominación imperialista y de las garras de terratenientes semifeudales, intentos aplastados con hierro, fuego y sangre por las hordas reaccionarias del país. Y se preparan y se prepararán para aplastarlos siempre que el sistema de explotación y opresión, del que son guardianes caninos, se encuentre amenazado. Ésta es la razón de ser de las Fuerzas Armadas reaccionarias, cuyos altos mandos, salvo contadas excepciones, son imagen y semejanza de la podredumbre que impera en nuestro país.

 

Ocurre que, ahora, la Historia universal de la humanidad - y nuestro país y nuestra sociedad como parte de ella - está entrando en un nuevo período, en el que todas las contradicciones fundamentales se agravan increíblemente; contradicciones insolubles sin la construcción de un nuevo orden surgido de la destrucción del antiguo orden imperante. El mundo ya está entrando en un período de grandes catástrofes y tormentosos trastornos sociales acompañados de excepcionales posibilidades de transformación. En ese momento, si el frente del pueblo fuera esclarecido y decidido su Estado Mayor, nada podrían hacer, ni las Fuerzas Armadas reaccionarias ni sus amos -el imperialismo, especialmente el yanqui- que serían borrados de la faz de la Tierra con todos. su arsenal.