REDACCIÓN ARD
31 DE DICIEMBRE DE 2021
Editorial
semanal - Mayordomía y reacción
A fines de
año, una auditoría del Tribunal Federal de Cuentas (TCU) encontró que el
Ministerio de Defensa, comandado por el enérgico Braga Netto, gastó dinero
destinado a combatir la pandemia -que ya ha cobrado más de 650.000 vidas
brasileñas- para comprar artículos de lujo, como filet mignon, solomillo,
salmón, bacalao y bebidas alcohólicas (¡paladar refinado, el de los generales y
altos funcionarios!). El monto gastado, identificado solo en este cálculo
(¡imaginemos el que mejor se escondió!), Fue de R $ 535 mil, es decir, medio
millón de reales.
El informe del
TCU también señala que, desde los órganos superiores del Ejecutivo, fue el
Ministerio de Defensa el que, de manera exorbitante, gastó la mayor cantidad de
recursos destinados a la prevención de la pandemia a voluntad. “De los fondos
destinados a combatir la pandemia utilizados indebidamente para adquirir
artículos no esenciales, el 96% fue gastado por el Ministerio de Defensa”,
enfatiza.
Recordemos que
este no fue el primer caso de burla generalizada de la casta alta reaccionaria:
los altos funcionarios, en otras investigaciones, ya han sido sorprendidos
comprando, con fondos públicos, 700 toneladas de solomillo y 80 mil cervezas,
además al whisky.
Ahora bien,
¿no serían estos señores generales los castos tutores de la República, reserva
moral y administradores inmaculados, llamados “por el destino” para salvar a la
Nación de la plaga de la corrupción y el comunismo? Hacen lo que les place,
porque al final son tan corruptos o más corruptos que el resto del aparato
estatal. Lo hacen con el convencimiento de la impunidad, pues saben que son
temidos por la cobardía de los liberales reaccionarios que eructan valentía.
Señores, en particular, aprovechando que son por excelencia - ¡hoy, más que
nunca! - la columna vertebral que sostiene todo el podrido orden de explotación
y opresión, dan rienda suelta a sus trucos, y que respetan a los demás. Ante
toda la maquinación para aprobar la millonaria seguridad social para altos
funcionarios en el parlamento, con el espionaje de personalidades y políticos
-la antesala del chantaje- y cuyos privilegios adquiridos son tan descarados y
odiosos, que hasta se pusieron de pie en protesta las plazas y la baja
oficialidad de las Fuerzas Armadas reaccionarias.
Así, sus altos
funcionarios son, al mismo tiempo, espejo y reflejo de todo el aparato del
Estado: es decir, todo el engaño, la cultura de la enemistad de apropiación
individual de lo público, las gratificaciones y el venga y duerme. El espíritu
que en sus rangos más altos causa fiebre, prospera secular y habitualmente en
estas elevadas huestes del ejército.
La historia
de nuestro país, y en particular de los contemporáneos, ha sido, hasta ahora,
la sucesión de intentos de nuestro pueblo por lograr la libertad y establecer
una República democrática libre de la dominación imperialista y de las garras
de terratenientes semifeudales, intentos aplastados con hierro, fuego y sangre
por las hordas reaccionarias del país. Y se preparan y se prepararán para
aplastarlos siempre que el sistema de explotación y opresión, del que son
guardianes caninos, se encuentre amenazado. Ésta es la razón de ser de las
Fuerzas Armadas reaccionarias, cuyos altos mandos, salvo contadas excepciones,
son imagen y semejanza de la podredumbre que impera en nuestro país.
Ocurre que,
ahora, la Historia universal de la humanidad - y nuestro país y nuestra
sociedad como parte de ella - está entrando en un nuevo período, en el que
todas las contradicciones fundamentales se agravan increíblemente; contradicciones
insolubles sin la construcción de un nuevo orden surgido de la destrucción del
antiguo orden imperante. El mundo ya está entrando en un período de grandes
catástrofes y tormentosos trastornos sociales acompañados de excepcionales
posibilidades de transformación. En ese momento, si el frente del pueblo fuera esclarecido y decidido su Estado Mayor, nada podrían hacer, ni las Fuerzas
Armadas reaccionarias ni sus amos -el imperialismo, especialmente el yanqui-
que serían borrados de la faz de la Tierra con todos. su arsenal.