Proletarios de todos los países, ¡uníos!
RETROSPECTIVA 2021
El año 2021 ha quedado atrás y se avecina un tormentoso 2022. Nos gusta
echar un vistazo al pasado para crear una perspectiva para el futuro.
De suma importancia, con trascendencia mundial y de dimensión histórica fue
la victoria del Presidente Gonzalo lograda el 11 de septiembre. Dio su vida en
la más brillante trinchera de combate, en el campo de concentración de la base
naval del Callao, de pie firme, combatiendo con fiereza desde su último
aliento, asestando un golpe inmenso al plan contrarrevolucionario de los
yanquis, es la CIA, la La reacción peruana y la línea oportunista de derecha
revisionista y capitulacionista (LOD). Asesinaron a sangre fría al más grande
marxista-leninista-maoísta de nuestra época y es necesario resaltar el papel
del gobierno encabezado por el podrido rondero Castillo integrado por los más
miserables renegados, traidores, oportunistas y “radicales” en la culminación de
su plan siniestro y tres décadas de tortura, dando “credibilidad” a los
asesinos. Intentaron aniquilar al gran liderazgo pero fracasaron. Sus engaños
se convirtieron en polvo. Los comunistas del mundo izaron con hoz y martillo la
bandera roja y el retrato del Presidente Gonzalo comprometiéndose a defender su
gran dirección y su todopoderoso Pensamiento Gonzalo.
Una vez más se demostró que tenía razón:
““ Levantar una piedra solo para dejarla
caer sobre los propios pies ”es un dicho popular chino para describir el
comportamiento de ciertos tontos. Los reaccionarios de todos los países son
tontos de este tipo. En última instancia, su persecución del pueblo
revolucionario sólo sirve para acelerar las revoluciones populares a una escala
más amplia e intensa. ¿No cumplió esta función la persecución del pueblo
revolucionario por el zar de Rusia y por Chiang Kai-shek en las grandes
revoluciones rusa y china?
Presidente Mao Tse-tung: Discurso en la reunión del Soviet Supremo de la
U.R.S.S. en celebración del 40 aniversario de la Gran Revolución Socialista de
Octubre; 6 de noviembre de 1957
No están solos los comunistas del Perú en su camino de lucha por la
reorganización general del glorioso Partido Comunista del Perú, superando así
el recodo del camino de la guerra popular, que surgen de la victoria del
Presidente Gonzalo más firmemente unidos, pero también el MCI en su camino
hacia la Conferencia Internacional Maoísta Unificada y el nacimiento de la
Nueva Organización Internacional del Proletariado.
El mundo ha visto una movilización extraordinaria. Desde las ciudades de
los países imperialistas hasta el campo de las naciones oprimidas miles y miles
levantaron el grito de batalla ¡Honor y Gloria Eternos al Presidente Gonzalo!
De Bangladesh a Brasil dio la vuelta al mundo. Momentos gloriosos y victorias
sobre victorias por y para el Presidente Gonzalo.
Otro avance tremendo es la lucha campesina en Brasil, liderada por la Liga
de Campesinos Pobres (LCP), especialmente en Rondônia y Amazonia Occidental.
Destacamos también ejemplar el gran levantamiento del pueblo colombiano en
abril. Estos y otros confirman que hoy América Latina debe ser considerada como
el eslabón más débil de la cadena imperialista.
El desarrollo del proceso de constitución / reconstitución de los Partidos
Comunistas como Partidos Comunistas marxista-leninista-maoístas militarizados y
donde existen iniciando la guerra popular, lo más rápido posible y en todos y
cada uno de los países, ha tenido grandes éxitos. Un hecho que saludamos con
feroz alegría y orgullo revolucionario.
Las guerras populares en Perú, India, Turquía y Filipinas son las
brillantes antorchas que iluminan el camino del proletariado en su marcha hacia
la emancipación de la humanidad, nuestro objetivo el siempre dorado comunismo.
Por tanto, conviene tensar las fuerzas según el espíritu del comunismo –
internacionalismo proletario. Sin duda, hay más guerras populares por iniciar.
Esto impulsará la nueva gran ola de revolución mundial proletaria, dentro de
los 50 a 100 años, y se caracterizará para el nuevo período en el que nos
desenvolvemos. De ahí que nuestra fe inquebrantable se materialice y el maoísmo
se convierta en el único mando y guía de la revolución mundial proletaria.
El antiguo orden no puede prevalecer. Cuán profunda es la crisis general y
final del imperialismo se puede ver en la prolongada crisis de sobreproducción
que sacudió sus economías, por un lado, por otro lado, la explosividad de las
masas se está desarrollando, de manera desigual. Las masas combaten el dominio
extranjero del imperialismo que solo ofrece hambre, miseria y muerte. La
victoria del pueblo afgano, el colapso de la ocupación y la retirada de las
fuerzas yanquis y colaboradoras es, en este sentido, el acontecimiento más
notable. En los centros de tormenta de la revolución mundial proletaria, las
naciones oprimidas en América Latina, Asia y África, y también expandiéndose a
Europa, la campana sonó tan fuerte como nunca antes se había escuchado.
La otra colina está tratando en vano de reestructurar su sistema porque no
pueden mantenerse como antes. Este es, en general, obviamente el núcleo mismo
de todas las elecciones burguesas, por ejemplo, en Rusia y Alemania, que se
llevaron a cabo el año pasado. Para el Covid-19, los imperialistas procedieron
a cometer dos delitos importantes. Uno, un genocidio extenso, especialmente en
las naciones oprimidas y entre las masas más profundas y amplias. Dos,
desmembrar y borrar los derechos democráticos conquistados, fundamentos de su
propio orden, con las llamadas “medidas anti-covid”, de hecho el intento de
matar el movimiento de clase y del pueblo. Los habitantes del pantano repicaron
como un loro como una rueda de oración para obedecer estas maldades impuestas
por el mal y una vez más demostraron que pertenecen con razón al gran montón de
basura.
Están condenados a la decadencia, nosotros estamos condenados a triunfar.
Inevitablemente triunfaremos. Eso corresponde al movimiento de toda la materia.
Esto nos da confianza y nos arma con el optimismo revolucionario. Por lo tanto,
podemos adaptarnos a las necesidades y servir al pueblo de todo corazón.