17. May 2022
¡Proletarios
de todos los países, uníos!
SOMOS LOS INICIADORES
Somos los iniciadores, esto debemos
grabárnoslo profundamente en nuestra alma. Esta reunión es histórica.
Camaradas, somos
los iniciadores, así pasaremos en la historia que el Partido viene escribiendo
hace tiempo en páginas que nadie podrá destruir.
Somos los
iniciadores. Esta I Escuela Militar del Partido, decíamos es sello y apertura,
sella y abre. Sella los tiempos de paz, apertura los tiempos de guerra.
Camaradas ha concluido nuestra labor con manos desarmadas, se inicia hoy
nuestra palabra armada: levantar a las masas, levantar campesinos bajo las
inmarcesibles banderas del marxismo-leninismo-pensamiento mao tsetung. Un
período ha terminado; los aprestos del nuevo están concluidos. Sellamos hasta
aquí lo hecho; aperturamos el futuro, la clave son las acciones, objetivo el
poder. Eso haremos nosotros, la historia lo demanda, lo exige la clase, lo ha
previsto el pueblo y lo quiere; nosotros debemos cumplir y cumpliremos, somos
los iniciadores.
Quisiéramos
hablar de algunos problemas, hablaré también como ustedes con el corazón
abierto, en palabra de voluntad y razón de sentimiento; también esto tiene
estricta lógica.
I. ENTRAMOS A LA OFENSIVA ESTRATEGICA DE
LA REVOLUCION MUNDIAL
Siglos han
transcurrido de explotación dura, las masas han sido doblegadas; las han
explotado, sojuzgado; las han oprimido implacablemente, pero a lo largo de los
tiempos las masas explotadas siempre han combatido, pues no tienen otro sentido
que la lucha de clases. Sin embargo, en la historia esas masas estaban
huérfanas, no tenían dirección, sus palabras, sus protestas, sus acciones, sus
rebeliones terminaban en el fracaso y aplastamiento; pero no perdían nunca la
esperanza, la clase nunca la pierde. Las masas son la luz misma del mundo que
va surgiendo, con sus manos transforman, crean herramientas; ellas son la fibra
misma, el latido inagotable de la historia. Así van generando el pensamiento,
la ciencia, lo más alto.
Pero las leyes
de la historia que se generan a sí mismas por desarrollo de la lucha de clases,
crearon una última clase, el proletariado internacional. Surgió la clase
combatiendo en medio de un siniestro sistema que apareció sudando sangre y lodo
por todos los poros, el capitalismo; sistema en cuyo seno el proletariado
combatiendo generó sindicatos, huelgas, resistencia y revoluciones. Todo esto
se plasmó en marxismo y la clase dotándose de un Partido, devino en clase mayor
de edad, con intereses propios y así las masas del mundo tienen al fin su
ansiado libertador. En los viejos tiempos las masas esperaban un liberador
poniendo sus esperanzas en manos de supuestos redentores, hasta que apareció el
proletariado poderoso, invencible y capaz de crear un verdadero orden nuevo. La
clase se organizó políticamente y en adelante otra historia comienza a tejerse,
a plasmarse en la realidad.
El proletariado
en cien años de combates, reveses y victorias aprendió a combatir y tomar el
poder con las armas. Lo tomó una vez en forma efímera, lo aplastaron a sangre y
fuego; sin embargo recordamos la Comuna de París y quienes fueron vilipendiados
son hoy héroes y su ejemplo vivirá, mientras que de sus verdugos nadie
recordará. La clase con Lenin tomó el poder en Rusia e hizo un poderoso Estado,
siguió combatiendo y con el Presidente Mao Tsetung nos dio un nuevo camino,
resolvió problemas pendientes y la clase empezó a combatir bajo las banderas
del marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung.
En torno a la II
Guerra Mundial la revolución entró en equilibrio estratégico, atrás quedaron
las santas alianzas reaccionarias y los verdugos y enemigos antes impunes. El
poderoso movimiento obrero internacional, las encrespadas olas del movimiento
de liberación nacional, el desarrollo de los partidos comunistas, el marxismo
elevado a la gran cumbre del pensamiento maotsetung nos han traído a una nueva
situación: estamos entrando a la ofensiva estratégica de la revolución mundial,
los próximos cincuenta a cien años serán del barrimiento del dominio del
imperialismo y todos los explotadores. Es la historia que no puede ser vuelta
atrás. En las manos de la clase obrera, en las direcciones de los partidos
comunistas, en la fuerza del campesinado pobre sustento mismo de la guerra
popular que crecerá más cada día hasta derrumbar el viejo orden, el mundo está
entrando en una nueva situación: la ofensiva estratégica de la revolución
mundial. Esto es de trascendental importancia.
El Presidente
Mao planteó: “la tormenta se acerca, el viento brama en la torre”. Así pues, el
vórtice se acerca; el vórtice está comenzando, crecerán las llamas invencibles
de la revolución convirtiéndose en plomo, en acero, y del fragor de las
batallas con su fuego inextinguible saldrá la luz, de la negrura la luminosidad
y habrá un nuevo mundo. El viejo orden de la reacción cruje, su vieja barca
hace agua, se hunde en forma desesperada; pero camaradas, nadie puede esperar
que se retiren benignamente, Marx nos advirtió: hundiéndose aún son capaces de
dar manotazos de ahogado, desesperados zarpazos para ver si nos hunden. Eso es
imposible. Sueños de sangre de hiena tiene la reacción; agitados sueños
estremecen sus noches sombrías; su corazón maquina siniestras hecatombes; se
artillan hasta los dientes pero no podrán prevalecer, su destino está pesado y
medido. Ha llegado la hora de ajustarle cuentas.
Las
superpotencias imperialistas, USA, URSS, y otras potencias, invaden, penetran,
socavan, destruyen, buscan hundirlo todo en el espanto. Pero, como dice el
Presidente Mao, al atacar, al agredir, al lanzar ofensivas, se desparraman y
entran en las entrañas poderosas del pueblo; y el pueblo se encabrita, se arma
y alzándose en rebelión pone dogales al cuello del imperialismo y los
reaccionarios, los coge de la garganta, los atenaza; y, necesariamente los
estrangulará, necesariamente. Las carnes reaccionarias las desflecará, las
convertirá en hilachas y esas negras piltrafas las hundirá en el fango, lo que
quede lo incendiará y sus cenizas las esparcirá a los vientos de la tierra para
que no quede sino el siniestro recuerdo de lo que nunca ha de volver porque no
puede ni debe volver.
Camaradas, así
es el mundo hoy. Nos ha correspondido vivir en una época extraordinaria. Nunca
antes los hombres tuvieron tan heroico destino, así está escrito. A los hombres
de hoy, a estos hombres que respiran, que bregan, que combaten, les ha
correspondido barrer a la reacción de la faz de la Tierra, la más luminosa y
grandiosa misión entregada a generación alguna. En esa situación estamos. La
revolución mundial entra en ofensiva estratégica, nada puede prevalecer contra
ella; innúmeras legiones de hierro se levantan y se levantarán más y más, y
multiplicándose inagotablemente cercarán, aniquilarán a la reacción. La reacción
al desgarrar las carnes del pueblo, al descargar sus sangrantes zarpas lo que
hace es simplemente enredarse, enmarañarse; busca saciarse en la sangre del
pueblo, pero esa sangre se levanta como alas furiosas y esas carnes golpeadas
se convierten en poderosos látigos vengadores y sus músculos y su acción se
convierten en arietes de acero para destrozar a los opresores a quienes
aplastará irremediablemente.
La reacción
camaradas, no prevalecerá en modo alguno. La revolución triunfará; ha sonado la
hora. La brega será dura, ardua, cruenta; larga, difícil. El triunfo es
nuestro, la masa se impondrá, el campesinado se levantará, la clase lo
dirigirá; los Partidos Comunistas comandarán y rojas banderas serán izadas para
siempre. La reacción ha entrado en su capítulo final; en ese mundo nos
desenvolvemos.
II. NUESTRO PUEBLO ENTRA A TOMAR EL
PODER POR LAS ARMAS
En esta
grandiosa epopeya de la historia mundial, nuestro pueblo junto a los hermanos
de clase de América Latina, junto a las masas latinoamericanas tiene un papel y
lo está cumpliendo y lo cumplirá más aún. Nuestro pueblo entra a tomar el poder
por las armas. Son cientos de años de lucha; los movimientos campesinos han
estremecido las raíces de la explotación, pero aún no ha logrado derrumbarlas.
En este país se forjó el Partido Comunista, acero puro y generó la luz bebiendo
del marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung. Camaradas, en este pueblo, hoy
estamos entrando a una tercera etapa; esa tercera etapa es la de la contienda
armada. Revolución y contrarrevolución se aprestan a la violencia. Ellos en su
vieja y sangrienta violencia, en su paz de bayonetas, en su guerra maldita que
liquida en las cárceles, en las escuelas, en las fábricas, en los campos,
asesinando incluso a niños en los vientres maternos.
Esa siniestra
violencia encuentra hoy la horma de su zapato. La violencia de la revolución,
se apresta a definir su contienda por las armas. Nuestro pueblo de rica
historia entra por fin a la parte final, a la culminación de la etapa
democrática de la revolución; las masas se estremecen, la creciente aumenta, la
tormenta se avecina. La reacción de este país como la reacción mundial sueña
también con ensueños de hierro y sangre, busca anegar la revolución, ahogarla
en sangre, aplastarla. Viejos, negros y violentos sueños.
La situación no
es la de ayer. El tiempo ha transcurrido, el capitalismo burocrático ha
madurado la revolución, las leyes agrarias son frustraciones una tras otra y el
campesinado ha comprendido la lección: nada le será dado, nada puede esperar de
una ley; la tierra tendrá que conquistarla con sus propias manos armadas. La
clase obrera es cada vez más pujante, más madura, más alta en conciencia, más
grande en número, más poderosa en política; más fuerte que ayer. Las masas
populares crecen en nuestro país. La pequeña burguesía se proletariza, no tiene
otro destino sino servir a la revolución y ponerse a disposición del
proletariado; no tiene otro destino, no puede tener más camino que servir a la
revolución, según los dictados de la clase obrera, bregar esforzadamente tras
el camino del Partido. Esto es bueno recordarlo, porque de ella debemos ganar
particularmente a la intelectualidad, lo que demanda mover a la masa como ya
Mariátegui nos enseñó; sólo así cumplirá su papel y podrá servir a la más
grande batalla que la historia está gestando.
Camaradas, hemos
concluido que entrábamos a la tercera etapa de la sociedad peruana
contemporánea. Pero si como ayer, cuando planteamos los dos momentos de la
sociedad peruana contemporánea, como partes del proceso de desarrollo del
capitalismo burocrático en el país, y algunos nos condenaban, rechazaban
nuestras tesis, nuestras ideas y hasta con insolencia supina las tildaban
menospreciativamente de infantilismo; lo que planteamos hoy con clara y precisa
visión histórica, de que nuestro país entra a una tercera etapa, también será
objeto de incomprensión pero ya no será posible simplemente condenarnos con
etiqueta pueril de infantilismo, porque los tiempos nos han dado la razón en
muchísimas cosas y también ellos sacarán lección. Sin embargo no va a ser fácil
que acepten, que comprendan, requerirán hechos contundentes, acciones concretas
que les martillen en sus duras cabezas, que les hagan saltar a pedazos sus
especulaciones, para que en sus almas también anide la realidad de esta patria
nuestra.
La comprensión
de la tercera etapa es clave para que este pueblo nuestro avance. Esta tercera
etapa qué implica. Implica que la revolución, el pueblo con las manos armadas
comienza a tomar el poder; y que la reacción con 400 años de explotación, que
se suma a la explotación anterior porque también la hubo, (camaradas, debemos
pensar muy bien, 400 años de opresión extranjera, un vil sistema servil que aún
subsiste, un Estado que si bien no es sólido, tiene fuerza en la actualidad), implica
que la reacción pretenderá contenernos, pretenderá oponerse al avance de la
revolución. Es que, como bien sabemos los materialistas, lo que existe se niega
a morir y la reacción existe y por tanto se niega a morir; es un cadáver
insepulto pero niega, protesta, resiste y ataca con furia y desespero, no
quiere que la metamos al cajón, no quiere que la enterremos.
Así, debemos
entender que la lucha revolucionaria será dura, violenta, cruelmente contestada
por la reacción y mandará sus negras huestes a combatirnos, armados hasta los
dientes embestirán a la clase obrera, al campesinado, a las masas populares;
extenderán sus garras siniestras, sangrientas, así será: nos tenderá cercos,
buscará aislarnos, aplastarnos, borrarnos, pero nosotros somos el futuro, somos
la fuerza, somos la historia.
Camaradas,
revolución y contrarrevolución contienden también en nuestro país, somos dos
partes de una unidad ligadas y en lucha creciente. Los reaccionarios centrados,
artillados, defendidos en las urbes, en las capitales; nosotros nos
arraigaremos en el campo, en los poblados pequeños, con la masa, con el
campesinado pobre en especial, con la fuerza, con el poder desorganizado para
organizarlo en un poderoso ejército. Pero esto no será fácil: sus huestes
negras y siniestras irán contra nosotros, montarán poderosas agresiones,
grandes ofensivas. Nosotros responderemos, los desvencijaremos, los
dividiremos; sus ofensivas las convertiremos en multitud de pequeñas ofensivas
nuestras y los cercadores serán cercados y los pretendidos aniquiladores serán
aniquilados y los pretendidos triunfadores serán derrotados y la bestia
finalmente será acorralada y como se nos ha enseñado, el estruendo de nuestras
voces armadas los hará estremecer de pavor y terminarán muertos de miedo convertidos
en pocas y negras cenizas.
Así ha de ser
camaradas, así ha de ser. Sin embargo, la brega será dura, larga, difícil,
cruenta; hay que acerar el alma, ser fuertes, vigorosos, no temer y estar
seguros de la victoria; que la confianza en su conquista anide en nuestro
corazón pues servimos al pueblo y a la clase. El problema es que con decisión y
firmeza iniciaremos la lucha armada, la desplegaremos y sus banderas poblarán
nuestra tierra, con rotundas acciones que registrará la historia. Camaradas, nuestro
pueblo entra a tomar el poder por las armas; está en marcha, la gesta más
grandiosa que nuestra patria ha visto. Como eso, no se verá nunca más, será
grandioso. ¡Eso haremos nosotros!; a eso servimos y serviremos, el pueblo y la
clase, el proletariado lo mandan. No podemos, no debemos fallar.
III. EL PARTIDO ENTRA A DESARROLLARSE A
TRAVES DE LA LUCHA ARMADA
Ochenta y tantos
años de clase obrera, cincuentidós de Partido, diez años más o menos llevó a un
grupo de hombres encabezados por Mariátegui fundarlo, su nombre quedará para
siempre en nuestras filas, en nuestro pueblo y en el pueblo del mundo y en la
clase obrera internacional. El tiempo ha pasado, muchos hemos bregado, seguimos
bregando, lo haremos también hasta que sea borrada la explotación; ése es
nuestro destino. Somos un torrente creciente contra el cual se lanza fuego,
piedras y lodo; pero nuestro poder es grande, todo lo convertiremos en nuestro
fuego, el fuego negro lo convertiremos en rojo y lo rojo es luz. Eso somos
nosotros, ésa es la Reconstitución. Camaradas, estamos reconstituidos.
El Partido es
Partido de nuevo tipo. Este Partido de nuevo tipo es para tomar el poder para
la clase obrera y para el pueblo en esta patria. El Partido ya no podrá
desarrollarse más sino a través de las armas, a través de la lucha armada. Dura
lección hemos aprendido en 50 años, una gran lección que nunca olvidaremos: no
tenemos poder porque no tenemos fusiles. Como ha sido escrito por el Presidente
Mao: quien tiene más fusiles tiene más poder y quien quiera tomar el poder
forje un ejército y quien quiera mantenerlo cuente con un poderoso ejército.
Eso haremos nosotros. El Partido ha entrado a desarrollarse a través de la
lucha armada, históricamente ése es el paso que estamos dando, no podremos
volver atrás.
Camaradas, ya
podemos decir: el desarrollo ha vencido, la destrucción posible, como tenía que
ser, está conjurada; el Partido no será destruido, es una conclusión que
podemos derivar de nuestra II Sesión Plenaria del Comité Central y de esta I
Escuela Militar. Hemos cumplido una labor que recién vamos a comenzar a
dimensionar. Nos dijimos: ¿cómo desarrollar el Partido?, a través de la lucha
armada; simple y escueta respuesta, así es; nos dijimos, en épocas críticas la
situación entra en grave contienda y según la ley de la contradicción,
determinadas circunstancias pueden llevar al desarrollo o a la destrucción,
claro que transitoria, pero no por eso deja de ser destrucción que nos habría
podido enfangar o hacer marchar a través de un lodazal.
El Partido ha vencido
como tenía que ser. La destrucción no se puede producir. El Partido entra
firme, decidido, voluntarioso, enérgico en su desarrollo. Camaradas, eso es lo
que deriva de estas reuniones. Sin embargo ¿qué contradicción se debate? El
entrar a la lucha armada nos plantea una contradicción: lo viejo y lo nuevo; el
desarrollo del Partido a través de la lucha armada es lo nuevo; lo viejo es lo
hecho hasta aquí, incluso lo bueno, incluso lo mejor que hemos hecho ha
empezado a ser lo viejo y por tanto se añadirá a esa tradición, a esa gran
basura que generan los partidos, las organizaciones y las clases a lo largo de
décadas, de eso debemos estar muy claros. Sólo hay una cosa nueva: desarrollar
el Partido a través de la lucha armada. Esa es nuestra contradicción hoy. Así
como en lo internacional es la contradicción entre la ofensiva estratégica y la
defensiva estratégica en que entra la reacción, así como en el país la
contradicción es entre el pueblo armado y la reacción armada, para dirimir a
través de la guerra popular el triunfo inevitable de la clase y debe barrerse
400 años de opresión, así también camaradas en el Partido hay una
contradicción, que nadie se llame a dudas, que llame más bien a una seria
reflexión.
Los comunistas
hoy deben estar muy claros, qué es lo nuevo y qué es lo viejo. Reitero, lo
nuevo es la lucha armada, son las ardientes llamas inmarcesibles de la guerra
popular, es el acero que debe devenir más fino, aguda espada, punzante lanza
para herir las entrañas de la reacción, eso es lo nuevo; sólo eso es lo nuevo,
lo demás es lo viejo, es el pasado y de ese pasado hay que guardarse porque el
pasado siempre pretende restablecerse de mil formas en lo nuevo.
Camaradas, no
olvidemos que para garantizar y consolidar como 100, hay que avanzar como 200,
el avance hoy como 200 quiere decir iniciar la lucha armada; comenzar las
acciones es la garantía para sembrar lo nuevo a fondo, con plomo, desmoronando
los viejos muros, eso es lo nuevo; lo demás es lo viejo camaradas. Así debemos
entenderlo y estar sumamente claros. El Partido ha entrado pues a desarrollarse
a través de las armas, esa es una situación fundamental. Dicho esto tenemos
tres cosas:
Primera,
entramos a la ofensiva estratégica de la revolución mundial, ése es nuestro
contexto. La pujante marea revolucionaria está de nuestro lado.
Segunda, el
pueblo entra a tomar el poder por las armas. El futuro se decidirá con la
guerra popular que ponemos en marcha.
Tercera, el
Partido entra a desarrollarse a través de la lucha armada. Así el Partido
devendrá en el poderoso Partido que la revolución necesita y como lo necesita
lo ha de forjar.
Camaradas, están
compaginados el proceso mundial, el proceso del país y el proceso del Partido.
Por tanto, el futuro está asegurado, está palpitando en las acciones bélicas
que comenzaremos a hacer; es tierno hay que acunarlo con estruendo de armas,
hay que desarrollarlo con guerra de guerrillas, hay que fortalecerlo con guerra
popular; hay que cuidarlo como germen de un ejército naciente en destacamentos
armados, hay que desenvolverlo como un ejército guerrillero y hay que
conformarlo en un poderoso ejército.
Camaradas, estas
tres condiciones determinan que el Partido pase a conducir la lucha de las
masas armadas y en nuestra mente, en nuestro corazón, en nuestra voluntad va
invívito el poder popular, lo llevamos con nosotros. No tenemos retaguardia al
comienzo o la tendremos pequeña, débil, frágil y variable. Camaradas, no
olvidemos el poder popular, el Estado de la clase obrera; el Estado de obreros
y campesinos marcha con nosotros, lo llevamos en la punta de los fusiles, anida
en nuestra mente, palpita en nuestras manos y estará con nosotros siempre
ardiendo en nuestro corazón. No lo olvidemos nunca, es lo primero que debe
estar en la mente. Camaradas, nacerá frágil, débil porque será nuevo pero su
destino será desarrollarse a través del cambio, de la variación de la
fragilidad, como una tierna planta. Las raíces que pondremos desde el inicio
que sean el futuro de un vigoroso Estado. Todo eso camaradas, comienza a nacer
de las más modestas y simples acciones que mañana hemos de iniciar.
Son tres cosas
compaginadas: la historia mundial, la historia de nuestra patria y la historia
de nuestro Partido, son tres convergencias, tres realidades, tres conjunciones
y una sola conclusión final, una sola verdad inconmovible, un sólo futuro. La
revolución anidará en nuestra patria, de eso respondemos nosotros.
IV. COMENZAMOS A DESARROLLAR LA
MILITARIZACION DEL PARTIDO A TRAVES DE ACCIONES Y APLICAR EL PLAN DE INICIO
Es derivación de
las tres cuestiones anteriores. Es una conclusión lógica, necesaria,
irrefutable e irreversible, contundente. De las tres cuestiones dichas, el
Partido en la II Sesión Plenaria del Comité Central ha definido “Desarrollar la
Militarización del Partido a través de acciones”; sanciona que a través de
acciones bélicas el Partido devendrá la poderosa y reconocida vanguardia de la
clase obrera del Perú, el reconocido centro de la revolución peruana. La II
Sesión Plenaria ha sancionado un “plan de inicio de la lucha armada” que
soluciona un problema no resuelto hasta hoy: el inicio de la lucha armada; esto
camaradas, no es para enorgullecernos, es para comprender nuestra inmensa
responsabilidad, sólo para eso. El envanecimiento nunca debe estar ni por asomo
en nosotros; la modestia y la sencillez deben acompañarnos; y cuanto más
hagamos, más modestos y más sencillos porque somos fieles servidores de la
clase y del pueblo. Así tenemos que aprender a ser. Muchas cosas cambiarán más
profundamente aún en nosotros. Tenemos camaradas, por obra de la acción de la
historia universal, del marxismo-leninismo- pensamiento maotsetung, por obra de
nuestro pueblo que entra a definir su historia por las armas, por obra de
cincuenta años de brega del Partido, de innumerables comunistas y como
derivación de lo que nuestro propio fundador puso a andar, tenemos resuelto el
problema del inicio de la lucha armada. Hemos resuelto el primer problema
militar fundamental, cómo iniciar la lucha armada. Sabemos qué hacer, cómo
armarnos y, lo principal, cómo levantar al campesinado para en ardua brega
arrancar una guerrilla de esa poderosa tierra que es el campesinado; sabemos
cómo hemos de enfrentar a cercos y también cómo quebrantarlos.
Camaradas, está
resuelto el problema del inicio de la lucha armada en el Perú, que a nadie le
quepa duda. No tenemos nada por qué dudar. Resuelto está el problema. Tómesele
como lo que es, derivación del marxismo-leninismo-pensamiento mao tsetung;
tómesele como lo que es, consecuencia de que nuestro pueblo entra a tomar el
poder por las armas; tómesele como lo que es, derivación de cincuenta años de
Partido. Así tendremos sentido histórico, así comprenderemos y así sabremos
dónde hemos de ir y a qué puerto hemos de llegar a buen seguro.
V. NOS ARMAMOS TEORICA Y PRACTICAMENTE
PARA INICIAR LA LUCHA ARMADA
Nos armamos
teórica y prácticamente con la Línea Militar y con movilización política
general, formando destacamentos y desarrollando acciones iniciamos la lucha
armada. Esto es lo que más indeleblemente debemos grabar.
Esta I Escuela
Militar es histórica. Nos preguntábamos ¿qué es esta Escuela? Si la II Sesión
del Comité Central es “Timbre de Gloria”, ¿qué es esta Escuela? Volvamos a
decirlo: “Sello y Apertura” pues sella y abre. Sella nuestra vida no armada,
apertura nuestra guerra popular. Camaradas eso es esta Escuela. Aquí teníamos
que aplicar los acuerdos de la II Sesión Plenaria del Comité Central; hemos
cumplido exitosamente y resuelto problemas que el Comité Central debe sancionar
bien pronto, a la vez que disponga el reajuste del Partido y comenzar las
acciones.
Así, el partido
a través de sus organizaciones centrales, de sus dirigentes y cuadros se arma
con su línea militar, en teoría y práctica. La misma reunión final camaradas,
es una muestra de distribución de fuerzas: una muestra de cerco y
aniquilamiento al pesimismo y la oposición; se ha aniquilado y quemado lo que
entre nosotros y en nosotros podía haber de oposición, se ha enarbolado el
optimismo y desbordado el entusiasmo; se han desplegado las victorias por
venir. Así hay que entenderlo. Hemos visto marchar combatientes: hemos visto
avanzados combatientes, dirigentes a la cabeza, abriendo brecha; hemos visto
pasar las filas que seguían para mantener la acción y apoyarla; hemos visto al
final la acción definitoria, apasionada, ardorosa de fe, para concluir tomando
la cumbre. Lo que hemos hecho hoy es muestra de cómo se actúa militarmente; por
eso decimos nos estamos armando teórica y prácticamente y al armarnos así los
cuadros y los dirigentes, el efectivo fundamental, obviamente hemos entrado a
la movilización política general. Recordemos al Presidente Mao: la clave es
mover a los cuadros; eso está cumplido. Comenzó pues la movilización y lo que
aquí se ha hecho repercutirá mañana en más poderosas ondas, porque las masas
del Partido anhelan escuchar que debemos iniciar las acciones y quieren saber
cómo hacerlo. Camaradas, vamos a las bases como portadores de buena nueva; hay
que aplicar el plan de inicio y lo hemos de hacer mañana mismo, es lo que los
latientes corazones de los militantes y de las masas que trabajan junto a
nosotros arden por escuchar, sueñan con realizar.
Camaradas, está
puesta en marcha la movilización política general del Partido, formando
destacamentos armados y desarrollando acciones militares iniciamos la lucha
armada. Esto deriva de aquí, por eso esta reunión es sello y apertura.
VI. SOMOS LOS INICIADORES
Somos los
iniciadores. Comenzamos diciendo somos los iniciadores, terminamos diciendo,
somos los iniciadores, ¿Iniciadores de qué?, de la guerra popular, de la lucha
armada que está en nuestras manos, brilla en nuestra mente, palpita en nuestro
corazón, se agita incontenible en nuestras voluntades. Eso es lo que somos. “Un
puñado de hombres, de comunistas, acatando el mandato del Partido, del
proletariado y del pueblo, en ese 19 de abril, dirá la historia, puestos de pie
expresaron su declaración de fe revolucionaria, con el corazón ardiendo de
pasión inextinguible, voluntad firme y resuelta, y con mente clara y audaz
asumieron su obligación histórica de ser LOS
INICIADORES; y lo que decidieron un 19 de abril lo plasmaron en otoño
en boicot y cosechas, prosiguieron en acciones contra el poder reaccionario,
apuntando al poder local, lo continuaron con invasiones y con las masas
campesinas alzadas arrancaron las guerrillas, y las guerrillas generaron el
poderoso ejército que somos hoy y el Estado que se sostiene sobre él. Nuestra
patria es libre…”; así dirá camaradas, así dirá. Eso se concreta en nuestra
decisión partidaria aparentemente simple pero de gran dimensión histórica.
Camaradas, ¿estas
tres cuestiones finales nos plantean contradicciones? Sí también nos plantean
contradicciones. Aquí, en el Partido, se concentra en nuestro acuerdo de
“Desarrollar la Militarización del Partido a través de acciones” y en aplicar
el Plan de Inicio, la esencia de lo nuevo, lo nuevo del mundo que no podrá ser
detenido porque surge hoy de manos armadas y más mañana; se concentra lo nuevo
de nuestro país, el dirimir armadamente, y se concentra el paso del Partido a
desarrollarse a través de las armas, a través de la lucha armada. Así en la
cuestión de desarrollar y aplicar el plan de inicio, se concentra lo nuevo y se
enfrenta a lo viejo. Lo
viejo se empeñará en contrario, pero ya está derrotado, es una gran derrota del
derechismo. La destrucción ya está conjurada; el desarrollo ha triunfado,
plasmémoslo a través del tronar, escribámoslo con plomo, que quede escrito para
siempre en páginas de acero sobre el lomo de las montañas pero que nunca más
pueda borrarse ni escribirse en sentido contrario. Esa es la contradicción.
Todo recala a última hora en el quinto problema. La contradicción entra al
problema de armas, de guerra, de lucha armada, de iniciarla. Si hasta hoy
actuamos como gente no armada, el problema es que entramos a actuar con manos
armadas; de tiempos de paz a tiempos de guerra y los tiempos de guerra tienen
otras exigencias, otras demandas perentorias.
Camaradas, las
contradicciones se agolpan pero las manejamos. Hemos aprendido a manejar la
historia, las leyes, las contradicciones. Está en nuestras manos resolver todo
plasmándolo en hechos bélicos; nada nos detendrá. Pasaremos a tiempos de guerra
irreversiblemente, la contradicción se desenvolverá, lo nuevo triunfará, nos
lleva al final.
Somos los
iniciadores, ¿qué contradicción se nos plantea? Nosotros y los demás comunistas
de las bases que son nosotros, presentes o no, que laten en nosotros, esperan
con ansias lo que aquí decidamos. Todos tenemos un problema, una contradicción:
la gran ruptura. El tiempo llegó camaradas, el tiempo llegó. Es tiempo de gran
ruptura. Romperemos todo aquello que nos liga al viejo y podrido orden para
destruirlo cabal y completamente, pues si en ese mundo caduco tenemos algún
interés no podremos destruirlo. Los hombres individualmente hablando podemos
ser débiles, cada uno debe pensar bien; uno como individuo, como persona puede
ser frágil y débil; pero la revolución es todopoderosa y la revolución armada
más aún porque se sustenta en las masas que es la fuerza de la tierra, porque
la dirige el Partido que es la luz del universo.
Camaradas,
entramos a la gran ruptura. Hemos dicho muchas veces que entramos en ruptura y
que muchos lazos hemos de romper pues nos atan al viejo orden podrido y si no
lo hacemos no lo podremos derruir. Camaradas, la hora llegó, no hay nada que discutir,
el debate se ha agotado. Es tiempo de actuar, es momento de la ruptura y no la
haremos en lenta y tardía meditación, ni en pasillos ni en cuartos silenciosos,
la haremos en el fragor de las acciones bélicas, será la forma de hacerlo, una
forma adecuada y correcta, la única forma de hacerlo. Ahí en las acciones, como
hemos estudiado, la capacidad consciente de los hombres se intensifica, la
voluntad es más tensa, la pasión más poderosa, la energía endiablada.
Camaradas, ahí encontraremos la energía, la fuerza, la capacidad suficiente
para la gran ruptura. A eso hemos entrado. Las trompetas comienzan a sonar, el
rumor de la masa crece y crecerá más, nos va a ensordecer, nos va a atraer a un
poderoso vórtice, con una nota: seremos protagonistas de la historia,
conscientes, organizados, armados y así habrá la gran ruptura y seremos
hacedores del amanecer definitivo. En eso hemos entrado camaradas.
Quiero concluir:
esta Escuela, esta I Escuela Militar del Partido es un sello y apertura, sella
lo hecho hasta hoy, apertura el mañana. Lo que hemos hecho hasta aquí es
positivo, ha dado buenos frutos. Por sus obras los conocerás se dice; las obras
están hechas, delante de nosotros, no hay nada que probar; ha sido bueno lo
hecho hasta aquí. La apertura, lo que hemos de hacer, será más grande aún y en
definitiva, será lo único grande que hemos de hacer. Saldrá de las armas del
cañón de los fusiles, saldrá de la acción directa del Partido sobre las masas.
Saldrá de la guerra popular.
Camaradas, esta
Escuela es sencillamente histórica, la dimensión que tiene no la podríamos
comprender, sopesar como corresponde si no lanzamos la mirada décadas por
delante. Esta es la Escuela de los Iniciadores, es el nombre que le ha dado el
Comité Central, es en una palabra ILA 80. Qué quiere decir: Iniciar la Lucha
Armada el 80, eso quiere decir. Es compromiso, es reto; emplazados estamos, lo
sobrepasaremos; no digo lo cumpliremos, sino lo sobrepasaremos porque ésa es la
exigencia y la necesidad histórica y nadie puede decir lo contrario.
Camaradas, la
Escuela de los Iniciadores, ILA 80, hoy es esto: iniciar la lucha armada en el
80. Décadas después, en el futuro, será así: a ILA 80 la traducirán de esta
manera: se inició la lucha armada en el 80. Eso es lo que hemos hecho aquí. Esa
palabra es muy hermosa, tiene un doble significado y si vemos más tiene otro:
es la concreción de lo hecho hasta aquí, plasma todo el pasado. ¿Qué nos guiaba
camaradas? Iniciar la lucha armada, ¿no dice eso la IX Plenaria? Camaradas, es
por tanto el pasado que se concreta, en el presente que apertura y es el futuro
que tendrá que cumplirse irremediablemente. Todo eso es ILA 80. Concreción de
lo que se acordó, ILA 80 es eso; la concreción del acuerdo pasado de iniciar la
lucha armada, es en el presente iniciar la lucha armada hoy, en este año y será
en el futuro, la lucha armada se inició en 1980.
Camaradas todo
lo hecho por nosotros en estos días complejos, en momentos difíciles, pero en
conclusión satisfactorios días, fructíferos, buenos, sanos, vitales, todo se
concreta en “Escuela de Iniciadores: ILA 80”.
El Comité
Central, el Buró Político del Comité Central, congratula a los presentes, a
todos, porque con su acción han coadyuvado a que se concrete esta realidad.
Congratula al Partido porque con su acción ha concretado esta realidad;
congratula a las masas, a nuestro pueblo porque su acción de siglos se ha
concretado aquí. Congratula a la clase obrera del mundo, al proletariado
internacional, a los pueblos del mundo porque su acción ha fructificado aquí. Rinde
pleitesía, como siempre tendrá que hacerlo, a las inmarcesibles banderas del
marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung, porque todo eso tan grandioso y que
siempre vivirá se ha concretado aquí. Ha anidado entre nosotros el
marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung, ha anidado entre nosotros la clase
obrera internacional y los pueblos del mundo, ha anidado aquí el Partido,
nuestro pueblo, nuestra clase ha anidado aquí, el espíritu de la revolución.
¡Llegó al fin!: toda nuestra brega está convalidada. Al fin camaradas se
concretó: Iniciar la lucha armada hoy. Todo lo hecho, incluidos los errores que
han servido de experiencia, están convalidados acá, ésa es la esencia de esta
Escuela.
El Comité
Central, el Buró Político del Comité Central sienten y expresan a través del
que habla, un inmenso regocijo porque hemos cumplido con una tarea simple y
grandiosa: que la lucha armada, iniciar la lucha armada, ILA 80 anide aquí y
defina concluyendo el pasado, precise el presente y abra el futuro. Camaradas,
hemos cumplido, por tanto se abre el futuro, se abre la promesa, la esperanza;
recordemos las palabras de un viejo sabio “Lo que la vida te lo promete,
cúmpleselo tú a la vida”.
El
marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung, el proletariado internacional y los
pueblos del mundo, la clase obrera y el pueblo del país, el Partido con sus
bases, cuadros y dirigentes, toda esta grandiosa acción conjunta de siglos se
ha concretado aquí. La promesa se abre, el futuro se despliega: ILA 80.
Nuestra
obligación es cumplirla. Lo que se nos ha dado como futuro debemos cumplírselo
a la vida, al pueblo, al proletariado, al marxismo-leninismo-pensamiento
maotsetung.
Camaradas, el
esfuerzo invertido se contenta, se regocija en la obra realizada, se complace
en lo realizado, no busca recompensa.
¡El futuro está
en el cañón de los fusiles! ¡La revolución armada ha comenzado!
¡Gloria al
marxismo-leninismo-pensamiento maotsetung!
¡Viva el Partido
Comunista del Perú!
¡Iniciemos la
lucha armada!
(De la I ESCUELA
MILITAR; 19 de abril de 1980)
¡ HACIA
LA GUERRA DE GUERRILLAS !
La primera parte
de esta Sesión nos da fundamentales conclusiones:
I. El Plan de
Inicio, su aplicación y el remate de las primeras acciones son brillante y
rotundo éxito de trascendencia y gran repercusión que ha encendido en nuestra
patria las siempre vivas llamas de la guerra popular.
II. Resumiendo
experiencias en el Balance General de las primeras acciones se ha desarrollado
más la línea militar del Partido y avanzado en su consolidación, aplastando al
derechismo concretado en posiciones militaristas que esbozan una línea
apuntando a desenvolverse como línea militarista burguesa.
III. El Partido
fortalecido en la fragua de las primeras acciones está en pie de combate listo
para marchar hacia el inicio de la guerra de guerrillas.
La primera
resalta el brillante y rotundo éxito que el Partido ha obtenido, tiene gran
repercusión histórica.
La segunda
señala que en el balance de las primeras acciones se ha desarrollado más la
línea militar del Partido, y ha avanzado en su consolidación combatiendo
posiciones militaristas que buscan desenvolverse como línea militar burguesa.
Así hemos obtenido mayor desarrollo y avanzado en la consolidación, pero la
línea militar, como toda línea, sólo se desarrolla y va consolidándose en
lucha.
La tercera
establece y resalta que el Partido está preparado para marchar hacia el inicio
de la guerra de guerrillas.
Hemos terminado
la primera parte que es fundamental y base de esta Sesión del Comité Central
Ampliado. Sobre estas bases sólidas podemos esbozar el contexto nacional e
internacional y plantear el plan para iniciar la guerra de guerrillas. Debemos
ser muy conscientes del éxito brillante y rotundo de la aplicación del Plan de
Inicio de la lucha armada, plan que tiene trascendencia histórica y ha
estremecido al país poniendo al Partido en el centro de la lucha de clases, en
el centro de la contienda política.
La constante
brega de militantes comunistas como expresión de la lucha de clases del
proletariado, de las masas de nuestro pueblo, se ha plasmado históricamente
definiendo campos; hemos entrado a la forma superior de lucha, lucha armada para
destruir el viejo orden y construir la nueva sociedad.
De aquí para
adelante la guerra popular mora entre nosotros y habita en el país y sus
siempre vivas llamas atizarán, enardecerán a nuestro pueblo; serán llamas
invencibles, estremecedoras y destructoras de la podrida sociedad imperante,
llamas de cuyo corazón saldrá la hoguera más potente del futuro.
Nos ha
correspondido la misión histórica de iniciar la lucha armada en nuestra patria
y desarrollarla como parte de y aporte a la lucha de América Latina, del
proletariado internacional y los pueblos del mundo y de la revolución mundial a
la cual servimos por imperativo del internacionalismo proletario.
Larga ha de ser
pero fructífera; cruenta ha de ser pero brillante; dura ha de ser pero vigorosa
y omnipotente. Se ha dicho que con fusiles se transforma el mundo, ya lo
estamos haciendo. De la boca de los fusiles todo habrá de salir, ya lo estamos
viendo y más aún lo veremos conforme se desarrolle la guerra popular.
A los comunistas
que militan en este Partido, en este país, que han roto el conjuro de más de 50
años, no puede menos que vibrarles el alma hoy cuando realizamos este gran
balance que comprueba y sopesa lo cumplido, contando, midiendo y pesando el
futuro. De lo que hacemos somos muy conscientes y responsables; no tenemos nada
de qué enorgullecernos salvo de cumplir bien nuestro deber y no tenemos nada de
qué vanagloriarnos, pues la gloria es de la clase, del pueblo y del Partido.
Sin embargo, debemos rebosar de optimismo seguros de que piedras miliares del
nuevo orden comienzan a asentarse. El futuro comienza a escribirse,
escribiremos la historia nueva con flores de piedra en bronce y para siempre
jamás; domaremos los cerros, escribiremos nueva historia con puntas de espadas,
con luz de fuego, arrasando la iniquidad, haciendo nacer el futuro.
Para todo Partido Comunista llega un
momento que asumiendo su condición de vanguardia del proletariado en armas
rasga los siglos; lanza su rotundo grito de guerra y asaltando los cielos, las
sombras y la noche, comienzan a ceder los viejos y podridos muros
reaccionarios, comienzan a crepitar y crujir como frágiles hojas ante tiernas y
nuevas llamas, ante jóvenes pero crujientes hogueras. La guerra popular
comienza a barrer el viejo orden para destruirlo inevitablemente y de lo viejo
nacerá lo nuevo y al final como límpida ave fénix, glorioso, nacerá el
comunismo para siempre.
Debemos
enarbolar el optimismo y desbordar entusiasmo más aún avizorando que servimos a
perpetuar una obra para siempre jamás. Los hombres somos pedazos de tiempo y
palpitaciones, pero nuestra obra quedará por los siglos estampada en
generaciones y generaciones. Los hombres marchan a su fin inevitablemente pero
la humanidad y la clase obrera y lo que creará no tendrá fin jamás. Poblaremos
la Tierra con luz y alegría.
Con nosotros,
con nuestra lucha armada, comienza a nacer la auténtica libertad, la única
verdadera. Somos trompetas del futuro, del fuego inextinguible que cruje en el
tormentoso presente.
¡ VIVA LA MARCHA IRRESISTIBLE HACIA LA
GUERRA DE GUERRILLAS!
24 de
Agosto, 1980
PCP-COMITE
CENTRAL AMPLIADO