Thursday, August 10, 2023

Contra la llamada Cumbre por la Amazonía de lacayos y reaccionarios


 En Belém, capital del estado de Pará, Brasil, están reunidos, los jefes de los estados terrateniente-burocráticos al servicio del imperialismo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Bolivia, Luis Arce; Perú: Dina Boluarte, Petro de Colombia y Venezuela, Nicolás Maduro; el Primer Ministro de Guyana, Mark Anthony Phillips, y los cancilleres de Ecuador, Juan Carlos Holguín, y Surinam, Albert Ramdin, para suscribir el documento ‘Unidos por nuestros bosques: Comunicado conjunto de los países forestales reunidos en la Cumbre por la Amazonía ‘Unidos por nuestros bosques’.

 

Según el anuncio oficial: "Mandatarios y ministros de ambiente de los países que comparten el Bioma Amazónico se encontrarán para fortalecer los mecanismos de protección del medioambiente y detener la deforestación en la Amazonía para 2030.

 

La Cumbre por la Amazonía se realiza un mes después de la Cumbre Amazónica de Leticia (9 de julio), reunión técnico-científica que lideró Colombia y en la que participaron delegados de Bolivia, Brasil, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela.

 

Previo a la reunión de mandatarios en Belém do Pará se realizaron las reuniones Diálogos Amazónicos y de Ministros de Relaciones Exteriores y Medio Ambiente de los países signatarios del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA)”.

 

También, como lo informa A Nova Democtacia de Brasil, en su nota “Con discurso 'ambientalista', la Cumbre de la Amazonía será una muestra de hipocresía”por Ana Nascimento, el  07/08/2023, participan Alemania, Francia, Noruega, Congo e Indonesia. El principal objetivo del evento es extraer un consenso entre los países participantes, bajo la tutela de los países imperialistas, sobre 130 temas relacionados con el desarrollo en la Amazonía, la supuesta defensa del medio ambiente natural y la explotación de los recursos naturales, como el petróleo.

 

Presidida por el oportunista Luiz Inácio, la Cumbre reunirá a representantes y cabilderos de la agroindustria, petroleras, mineras y los llamados ambientalistas. Lejos de impulsar algo progresista que garantice los derechos de la población rural pobre o incluso la defensa del medio ambiente natural, la Cumbre reunirá a notorios hipócritas en el discurso `ambientalista´”.

 

Hoy día planteamos, desde la posición marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo algunas cuestiones puntuales que sirven para armarnos para combatir los planteamientos que la reacción y sus amos imperialistas, principalmente los imperialistas yanquis, van a plantear y propagandizar sobre “los 130 temas relacionados con el desarrollo de la Amazonía” y  desenmascararlos.

 

Mariátegui en 1928 dijo que “La montaña, so­ciológica y económicamente carece aún de significación”. Reparemos, dice “aún” lo cual significa que preveía una futura significación, obvia­mente nunca dijo que la Selva era lo principal.

 

En la Selva no solo los antropólogos, ecólogos y misioneros, sino también el imperialismo ha estudiado y actuan en la Selva, por ejemplo el Instituto Lingüístico de Verano que actuaba directamente con los selvícolas. Hay que ver la acción del imperialismo antes y ahora.

 

En la selva, que ellos llaman Amazonía, actúan revolución y contrarrevolución; por ejemplo, en el Perú, los Ashaninkas han sido manipulados para tirarlos contra el Partido y el Partido está actuando con los nativos. El revisionismo también actúe con los nativos de la Selva para cumplir su papel de complemento en la acción contrasubversiva. Actúa en todos nuestros países a la cola de los ejércitos y fuerzas represivas reaccionarias y genocidas y centra en reinvindicacionismo.

 

Sobre este planteamiento de Amazonía:

 

 Para el imperialismo, esta inmensa región que abarca buena parte de América del Sur, tiene mucha importancia y la conciben como pulmón de oxigenación, “gran reserva”; pero ellos ven que requiere tiempo explotar tantas riquezas que existen en la Amazonía, la ven en perspectiva.

 

El Perú y Brasil son los que tienen mayor extensión en esta zona y existen convenios para desarrollarla. Brasil, sus diferentes gobiernos reaccionarios hasta el actual del PT con Lula, tiene grandes planes para salir por la Amazonía al Pacífico; aparte de los planes del imperialismo que apunta a usar toda esa riqueza. Además, toda la Amazonía presenta conflictos fronterizos, entre éstos, Ecuador que pretende la margen izquierda del Amazo­nas.

 

También tener presente que el imperialismo liga la deuda y su dominación financiera con el uso de la Amazonía. Ligar deuda y dominación financiera del imperialismo, principalmente yanqui, con despojo a través de la titulación de activos para la explotación de los recursos naturales y, como lo que queda en país por su exportación, se destina para la acumulación de reservas mediante la emisión de deuda soberana por los Bancos Centrales para captar los dólares de los exportadores, lo que impone el imperialismo a través del FMI. Las condiciones que esta imponiendo el FMI a Argentina, para el llamado rescate financiero con los ingresos del Estado por la exportación de maíz y, por adelantado, con lo que ingrese de la puesta en funcionamiento del proyecto de “Vaca Muerta”, es un claro ejemplo del despojo de nuestras riquezas naturales por parte del imperialismo yanqui mediante los mecanismos financieros. El problema no es simple y se irá complejizando más; Brasil es el primero y el Perú es el segundo en importancia en la Amazonía.

 

Sobre la actuación del narcotráfico, tiene que ver con la necesidad de los campesinos de cultivar la coca para poder vivir. pero esto no lo reconocen los reaccionarios.

 

Se presentan dos maneras de ver la Selva: una la de los especialistas, que como nosotros sabemos, son pagados por el extranjero o son extranjeros y la del Estado que repre­senta a las clases explotadoras, así ambos criterios son de las clases dominantes; no ve los criterios del imperialismo y soslaya totalmente los de los propios selvícolas, los de las comunidades nativas, los de las poblaciones migrantes de la Sierra y ni se le ocurre plantearse la existencia de la posición del proletariado . Necesidad de hacer ese análisis exhaustivo de la región desde la posición del proletariado.

 

 No existen diferencias entre las diversas imágenes globales que mane­jan el Estado y las organizaciones políticas nacionales, pero sí existen diferencias en la prioridad que dan o exigen para las inversiones en la selva. Una imagen, la del Estado, dicen los especialistas, es “desarrollista” y la ve como de una fertilidad ilimitada, por tanto faltarían sólo capitales, tecnología moderna y población emprendedora, lo cual serviría para desarrollar la región y desarrollar el propio Estado, muestra de cómo el Estado concibe la Selva como remedio para aliviar los problemas del país, y sus propuestas insisten en potenciar el flujo migratorio y aplicar tecnologías avanzadas moder­nas, monocultivo y actividad forestal tradicional; ven como problema sencillo y a corto plazo. La ven como una especie de “Dorado” para el desarrollo del capitalismo burocrático que esta en crisis.

 

En el campo económico. Para el Estado el problema es expandir la frontera agrícola de la Selva, busca sofrenar la explosividad del campo con la migración a la Selva; pero a los campesinos de otras regiones les implica una serie de cambios, desde la comida, pero el Estado aplica lo que el imperialismo le manda, sofrenar la explosividad de la Sierra en el Perú y de las regiones csmpesinas antiguas en otros países, aplicando esta medida, entre otras; además el Estado lo que quiere es llevar el capitalismo burocrático a la Selva también, como ya lo está haciendo, con las empresas agroexportadoras, madereras, turíticas, etc.

 

Los especialistas, antropólogos, ecólogos, manejan otros criterios que los del Estado y las organizaciones políticas nacionales, parten de la fragilidad del medio ecológico, que hay que desarrollar una tecnología pero no indiscriminada como plantea el Estado sino do­sificada, adecuada para evitar el deterioro ecológico y para permitir un uso sostenido de sus recursos.

Para los especialistas, las imágenes son pesimistas, los esquemas disponibles sólo aseguran resultados cortos, dice, son a corto plazo, pero de impactos destructivos a largo plazo; los sistemas nativos tradicio­nales de aprovechamiento de los bosques son inviables con una mayor concentración poblacional; se requiere trabajar a escalas reducidas.

 

En el campo etnico-social. Los Estado que comparte este inmenso territorio, ven a las masas ribereñas y nativas como no interesadas en el progreso y que por tanto poco aportan en términos económicos, que sus requerimientos de tierras y recursos se ven restringidos, que se precisa desarrollar mecanismos para integrarlos a la vida nacional y a la economía del capitalismo burocrático. En el fondo prima la idea, que los indígenas por conservar una identidad dife­renciada, no pueden asumir sentimientos nacionales, de ahí sus planes de “acción cívica”.

 

Que, detrás de esas imágenes étnico-sociales elaboradas por el Estado y por los científicos haya ideologías, es obvio, pues, nada se puede desenvolver al margen de la ideología, de la política; así, detrás del Estado hallaremos la posición de los terratenientes y de la gran burguesía y detrás de los especialistas encontramos al imperia­lismo, la gran burguesía, la burguesía nacional o gente del pueblo que hace este tipo de estudio conscientemente al servicio del imperialismo o dejándose usar inconscientemente. En este campo como en los otros, tampoco los especialistas hacen un análisis desde el punto de vista de la lucha de clases que es el hilo conductor de la historia.

 

Querer concebir a los selvícolas como realidades étnicas distintas es riesgoso porque atenta contra la unidad nacional, para nosotros es problema nacional desde el punto de vista del marxismo, tener en cuenta sus pecu­liaridades y la realidad nacional, no se las puede concebir simplemente como naciones, con su cultura, con su lengua porque esto es concebir en forma reducida y totalmente errónea la cuestión nacional, eso es reconocerles sólo una parte y someterlos y oprimirlos en el fondo. Es necesario que nosotros concretemos el Programa y tratemos el problema nacional para todo el país no sólo para los selvícolas.

 

El marxismo nos enseña que esas agrupaciones deben desenvolverse como naciones en todo el sentido de la palabra, en todo el contenido que tiene; aplicar las tesis del camarada Stalin sobre nación, quien plantea que para definir una nación deben verse 4 características: unidad de lengua, unidad de territorio, unidad de economía y unidad de sicología, esta última se concreta en cultura; para el marxismo, es el capitalismo el proceso que impulsa a las naciones. Un ejemplo bien claro es el proceso que se dio en Europa Oriental, esas naciones se han conformado, extienden sus dominios y agrupan a otras que no llegaron a cuajar y surge el problema de naciones sometidas. A éstas el marxismo les plantea el derecho a ser autónomas, pero esto se puede quedar en palabra si no se les plantea el derecho a separarse.

Marx analiza el imperio Austro-húngaro, ve hechos concretos y plantea el derecho a la separación. En el camarada Stalin también encontramos el derecho a la separación, es pues, clave. Pero también implica el derecho a unirse libremente y obviamente esto ligado a una economía unida que lo sustente, una base económica que le permita unirse y no una economía que sirva a explotarlos. Lenin por eso dijo derecho de autonomía se concreta en derecho a separarse libremente.

 

Mucho se agita el reconocimiento de sus derechos a los selvícolas, pero desligan el derecho a tener un territorio propio, es que en el fondo reducen nación a cultura, problema nacional a identidad cultural. Una de las expresiones de reducir a cultura el problema nacional es Velasco, que en el Perú, “reconoció” el que­chua como idioma oficial y sacaba el diario La Crónica en quechua, pero, si los campesinos no saben ni leer ni escribir cómo iban a leer en quechua, además no es lengua escrita, es solamente hablada, ha sido un grupo de estudiosos en un evento quienes le dieron esa estructura que el quechua no llegó a madurar, le dieron una grafía que no había aún logrado. Ahí tenemos un caso de reducir nacionalidad a lengua, a cultura y a la vez un tráfico demagógico.

 

Cómo garantizar el uso de una lengua de un grupo minoritario? no se logra con una ley y el Perú lo ha demostrado, el caso que hemos mencionado así lo prueba, como tampoco por una ley van a respetar las costumbres; con ese tipo de leyes, decía el camarada Stalin, no se resuelve nada; reducir el problema nacional a la dación de una serie de leyes por el Estado no resuelve el problema, debe ligarse a la unidad de lengua, a la de territorio, a la de economía y a la de sicología concretada en cultura, sino se reduce a “respeto a su lengua y sus costumbres” por decreto ley y se las convierte en “ghetto”; es una forma oportunista de ver el problema, es un respeto formal a su lengua y costumbres y un sometimiento real al Estado que manda. Por eso, a las minorías se les debe reconocer sus derechos plenos y verdaderos, a todo y libremente; el problema central es reconocerles y que realmente rija la igualdad de derechos y libertades, aplicar el principio de la territorialidad y su forma orgánica, la región, donde esas minorías se desenvuelvan y puedan, por tanto, crearse regímenes autónomos que libremente decidan unirse o separarse del Estado en que viven; pensar también que las regiones autónomas implican ciertas modalidades comunes.

 

Lo claro es que somos una nación en formación y que la tendencia histórica es a unirse en cada uno de nuestros países; nosotros con la revolución apuntamos a regímenes unitarios en cada uno de ellos, a una sola República, pero a la vez descentralizados en agrupaciones estratégicas amplias; estamos por Estados unitarios y descentralizados, unitarios porque nos hace más fuertes y descentralizados. Rige para todos el mismo principio de planificación;  es la experiencia de la URSS, y de China, son hecho material del cual muchas lecciones podemos extraer. La planificación, creación del socialismo, nos permite manejar la contradicción entre necesidad y libertad en una cuestión esencial: manejar las relaciones de producción, ordenarlas y dirigir la acción transformadora del hombre, no un sometimiento total a las leyes sino una expresión concreta de libertad; planificar permite el manejo económico y social, unir la acción transformadora de los hombres masivamente. Para el marxismo, libertad no es comprender la necesidad solamente sino, comprendiéndola, actuar para transformarla ya que los hombres son los creadores de las relaciones sociales, ejecutores de esas leyes que las ejercitan consciente y libremente, conscientes de todo ese proceso de la humanidad que se convierte en leyes objetivas; así la planificación es sumamente importante.

 

Una desviación derechista es reducir el problema nacional a cul­tura, reducir la cuestión nacional a cultura, a respeto de culturas, sólo de su lengua y sus costumbres, ésta es una tesis oportunista que fue combatida en la Internacional Comunista. Entonces, se debatía sobre esta cuestión y se trataban los planteamientos de Marx; en el Imperio Austro-húngaro el asunto se reducía a respeto de lengua y de costum­bres y se sometía a las naciones por la fuerza de las armas al dominio político y económico, al autoritarismo; éste es un ejemplo de Estado autoritario, el nuestro, al contrario de lo que nos imputan, no es un Es­tado autoritario, es un Estado en el cual se ejerce como en ningún otro sistema la democracia, se ejerce el control desde abajo y desde arriba y los hombres ejercen libremente su capacidad transformadora. En el caso de ese Estado reaccionario se les sometía a su orden imperial.

 

Hoy día, entre nosotros, esa desviación se está expresando en reducir nación a cultura y por otro lado, generar divisiones para so­frenar y golpear la revolución democrática, eso es lo que hace el ILV (Instituto Lingüístico de Verano), lo que hacen las fuerzas armadas en nuestros diferentes países y lo que ventean muchos intelectuales. Es necesario que se trate, cómo se está viendo el problema nacional en nuestros diferentes países y las desviaciones que se presentan en cada una de las facciones de la gran burguesía. El problema nacional es de gran actualidad.

 

Nuestra posición sobre las minorías es, en resumen, el reconocerles el derecho a separarse libremente, pero como comunistas les plantea­mos que más conveniente es la unidad. Consideramos que la lengua que nos va a unir es el español o el portugués, según sea el caso, no solamente a nosotros sino a todos los latinoamericanos, pero no nos oponemos a que se hable en lenguas nativas o dialectos; que el proceso nacional que se está expresando apunta a tener base económica común, a tener un territorio que ya está delimitado incluso, a tener una sicología común de la cual deriva una cultura común. Ése es el rumbo que se está desenvolviendo y que el proletariado prosigue y proseguirá, en el nuevo Estado de república democrática de nuevo tipo y de dictadura del proletariado, para la conformación definitiva y desarrollo de la nación peruana, brasilena, ecuatoriana, colombiana, etc. pero dentro del internacionalismo proletario.

 

Garantizar sociedades no cuajadas en su proceso social es el rumbo histórico, no hay otro y estamos contra las desviaciones oportunistas de reducir nación a identidad nacional o a cultura; también estamos contra la manipulación imperialista de ir contra la revolución usando el problema de nación para dividir al pueblo y aislar el proletariado. Estamos por la conformación de la nación y este proceso de nación en formación lo desarrollaremos plasmando la revolución. En síntesis, la formación de la nación está en transición y se con­sigue con revolución.

 

Es importante que tratemos este tema porque toda revolución democrática tiene que resolver el problema nacional y el problema de la tierra.

 

Es así a grandes rasgos como concebimos el problema, debemos ver la situación de los nativos, selvícolas, colonos, pero en general debemos tratar el problema nacional. Además tengamos presente que siempre, la experiencia internacional nos lo demuestra, los reaccionarios usan las minorías contra los procesos revolucionarios, nos lo muestra por ejemplo Guatemala, Viet Nam, entre otros.