El problema de la lucha económica de la clase, del
proletariado y de los trabajadores en general es la base para elevarla a lucha
por el Poder, la lucha económica es la preparación necesaria para las grandes
luchas por venir, si la soslayáramos no podemos desarrollar el trabajo en el
proletariado, máxime como esta desenvolviendose las cosas, la masa esta en
movimiento y despliega mayor actividad, condiciones magnificas para avanzar en
ese campo como se ve en la misma Europa.
En Alemania, el anuncio del sindicato de los metalúrgicos
(IGM), que irá a la ronda tarifaría (discusión del pliego de reclamos) en NRW
con la exigencia de una semana de cuatro días de trabajo y la agitación del
sindicato de los conductores de locomotoras (GDL) de la exigencia de menos
horas de trabajo semanal han alborotado el cotarro.
La necesidad del desarrollo de la lucha de clases del
proletariado y el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB),
11 al 13 de agosto, Sinn und Unsinn der
Viertagewoche (Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank
Specht. Berlín, nos impulsa a comentar este artículo. El cual, lo hemos traducido al español y cuya
mayor parte publicamos entre comillas con nuestros comentarios sin comillas y que se precisan con citas de Marx.
Abordamos el artículo desde la concepción científica del
proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, según la
cual:
- La producción capitalista es producción de mercancía
para la valorización del capital, la producción de plusvalía o plusvalor,
mediante la explotación del trabajo asalariado, reduciendo constantemente el
trabajo necesario; la parte pagada de la jornada de trabajo y ampliando la
parte no pagada, es decir mediante la prolongación del plus trabajo.
- El proceso de valorización del capital o movimiento
de la plusvalía.
Marx, establece sobre la reducción de la jornada de
trabajo, que:
- Toda la fraseología tradicional contra la reducción de
la jornada laboral supone que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las
fuerza productiva e intensidad del trabajo incambiadas.
- En la realidad sucede todo lo contrario, los cambios
en la productividad e intensidad del trabajo o preceden a la reducción de
la jornada laboral o se producen inmediatamente después de la misma.
- Un ejemplo histórico, de los muchos después de más de
172 años de desarrollo de este modo de producción y de lucha de clases entre
burguesía y proletariado:
"Existen circunstancias compensatorias... que la
aplicación de la ley de las 10 horas ha
esclarecido." ("Reports... 31st October
1848", p. 7.)
El Presidente Gonzalo, siguiendo a Marx, destaca:
- Que, la lucha reinvindicativa por aumento de salarios
es necesaria y preparación para las grandes luchas por venir.
- Esto es, que sobre la base de la lucha por derechos,
libertades y beneficios y la defensa de lo conquistado por la clase en duras
jornadas de lucha se desarrolla la lucha por el Poder.
- Que, la lucha por concretar en la realidad la jornada
de trabajo de 8 horas reconocida en las leyes laborales burguesas, está
intimamente ligada y es inseparable de la lucha por aumento de salario y
condiciones de trabajo.
Sobre el artículo, que luego comentaremos, previamente
decimos:
- Que, en él se trata sobre los reclamos tarifarios
referidos a la semana reducida o concentrada de cuatro días de trabajo,
naturalmente desde el punto de vista burgués e informa sobre lo que sostienen
al respecto economistas burgueses de los institutos de economía, aunque
tratando de matizar con opiniones vertidas por los trabajadores en una encuesta
y de economistas y sociólogos cercanos a los sindicatos, ligados a la
burocracia sindical;
-Que, Entonces el
artículo trata de la presión que ejerce el capital para elevar la explotación
de la clase y la resistencia que le opone el obrero en esta nueva edición de la
lucha de clases;
-Que, dicha contienda de clases se da, sobre la base de
los cambios producidos en las fuerzas productivas y la intensidad del trabajo,
de décadas de crecimiento de la parte de la ganancia de los capitalistas en
relación a la parte de los salarios; situación del salario nominal, agravada
por la inflación y recesión (crisis cíclica recurrente); es decir de crecimiento
del poder del capital sobre la clase obrera;
-Que, para los capitalistas, se trata de reducir la parte pagada de la
jornada laboral (trabajo necesario) y ampliar la parte no pagada (plustrabajo),
aumentando de esta manera el grado de explotación del obrero;
- Que, para la clase obrera se trata de defender y
ampliar los derechos conquistados para que no se degrade más su situación, no
aumente la explotación del obrero y el poder del capital;
- El grado de la reducción, el límite mínimo, dependerá
del peso relativo que arrojen en cada platillo de la balanza por un lado la
presión del capital y por otro la resistencia de los obreros;
- El valor de la fuerza de trabajo está determinado por
el valor de una cantidad determinada de medios de subsistencia. Lo que varía
con la fuerza productiva del trabajo es el valor de esos medios de
subsistencia, no su masa.
- El precio de la fuerza de trabajo, de esta
suerte y en el caso de una fuerza productiva del trabajo en ascenso,
podría disminuir de manera constante, dándose al mismo tiempo un incremento
continuo de la masa de medios de subsistencia consumidos por el obrero.
Pero relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el
valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se
ensancharía el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista.
- El aumento de la fuerza productiva del trabajo y su
intensificación operan uniformemente y en el mismo sentido. Ambos factores
acrecientan la masa de productos obtenida en cada espacio de tiempo. Ambas,
pues, reducen la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para
producir sus medios de subsistencia o el equivalente de éstos. El límite absoluto
de la jornada laboral está formado, en general, por esa parte constitutiva
necesaria, pero que se puede contraer.
- Hasta cierto punto, puede compensarse ese mayor
desgaste de fuerza de trabajo . Pero
por encima de ese punto el desgaste aumenta en progresión geométrica y, a
la vez, se destruyen todas las condiciones normales de reproducción y
activación de la fuerza de trabajo. El precio de ésta y su grado de
explotación cesan de ser magnitudes recíprocamente conmensurables.
- Interpolando ver el efecto de los bienes agrícolas
subvencionados por la UE, el papel de los productos de las grandes empresas
agroexportadoras del capitalismo burocático para el mercado imperialista, el
papel de la pequeña y mediana producción agrícola que tiene el carácter de
producción hibrida o semifeudal (Marx)
y, tener en cuenta muy bien, el papel que cumple las mercancias baratas
que se exportan desde la China socialimperialista, sobre todo desde los 90 del
siglo anterior al presente, para mantener bajo el salario en los países
imperialistas y todo el resto del mundo. No olvidar, de paso, la precisión que
hace Marx, cuando dice:
La jornada
laboral más intensa de una nación se representa en una expresión dineraria más
alta que la jornada menos intensa de otra .
De lo arriba expuesto, se puede entender mejor porque los
países imperialistas desplazaron las actividades y empresas que requieren mano
de obra barata a China. China el nivel de los salrios promedio llegaron a estar
a finales de los 90 por debajo de México y al nivel de Viert Nam.
Naturalmente,
volviendo a hablar sobre el artículo de HB,
en cuanto al salario, la forma trasmutada del valor y precio de la
fuerza de trabajo, el problema se aborda desde la posición burguesa de
“remuneración por la jornada de trabajo”, es decir, como si se pagara por toda
su duración, que borra toda diferencia entre la parte pagada y la parte impaga
de la jornada de trabajo.
El Presidente Gonzalo, por eso, señala, que “salario
justo” es posición burguesa, y dice:
- En un artículo
Engels nos dice que no es posición marxista, que salario justo dentro del orden
capitalista y su justicia, es que rija su propia ley, que el salario satisfaga
las necesidades elementales, reduciendo el tiempo de trabajo al mínimo, a fin
de que deje al capital la mayor plusvalía posible.
- Marx decía que el problema era poner la consigna de la
abolición del salariado, ese círculo de hierro en que lo ganado por la clase se
pierde en cada crisis. El salario sigue una ley que se expresa en la tendencia a
reducirlo más y más, no obstante esto el obrero debe combatir por aumento de
salarios y prepararse para las grandes luchas por venir.
- El salario tiene límites y un límite físico, pero lo
importante es que, en las condiciones históricas actuales, es que lo bajan
hasta su límite físico, esta realidad demanda que los trabajadores tengan más
de una ocupación para mantener el salario sobre su limite físico.
- Lo de los
diferentes empleos, las horas extraordinarias y el despellejamiento para el
trabajador, que significa la nueva forma de trabajo a domicilio (el “home
office”), eso es también, lo que se quiere facilitar y justificar, como veremos
en el artículo, con la “reducción” de los días semanales de trabajo.
- Las viejas formas de la explotación capitalista hasta
sus formas hibridas, como las llama Marx en en El Capital, tanto en los países
imperialistas como en los países de capitalismo burocrático, tienden a
restablecerse, vuelven bajo nuevos nombres o se presentan con empaquetado
moderno de la época de la ICT.
Por eso, cualquiera que sean los “modelos” que se
apliquen y que se discuten sobre la “reducción”, la parte no pagada al obrero,
la plusvalía, no solo se mantiene sino que sigue la tendencia a aumentar, con
el aumento de la plusvalía relativa pese a la “reducción de los días de
trabajo, ya sea manteniendo una jornada de trabajo constante redistribuida en
cuatro días o con una jornada reducida pero aumentando la intensidad y
productividad del trabajo contando ya con una intensidad acrecentada del
trabajo y la productividad general.
Las dos
posibilidades o “modelos” se consideran, en el artículo que comentaremos, por
el desarrollo desigual de las empresas en una misma rama de producción y de las
distintas ramas de producción global de un país y con mayor razón a nivel
mundial. Son tres cuestiones, que no hay que perder de vista para entender el
artículo: valor de la fuerza de trabajo, duración de la jornada de trabajo y el
grado de explotación del trabajo.
La
cuestión de fondo que trata el artículo de HB, no es nueva, ya ha sido tratada
y resuelta, desde la posición del proletariado, por Marx.
Marx establece,
que la nueva configuración de la jornada de trabajo es un producto del
desarrollo del capitalismo, modo de producción cuya finalidad es el
acrecentamiento del plusvalor o plusvalía. Proceso de valorización del capital
o de movimiento de la plusvalía. Por
eso, el aumento de la explotación del proletario como clase por la clase capitalista se da a través del incremento de
la plusvalía absoluta o relativa.
Las magnitudes relativas del plusvalor y del precio de la
fuerza de trabajo están condicionadas por tres circunstancias: 1) la duración
de la jornada laboral o la magnitud del trabajo en cuanto a su extensión; 2) la
intensidad normal del trabajo, o su magnitud en cuanto a la intensidad, de
manera que determinada cantidad de trabajo se gasta en un tiempo determinado;
3), y finalmente, la fuerza productiva del trabajo, con arreglo a la cual, y
según el grado de desarrollo alcanzado por las condiciones de producción, la
misma cantidad de trabajo suministra en el mismo tiempo una cantidad mayor o
menor de producto.
Todo lo anterior,
partiendo de los supuestos que las mercancias se venden a su valor y que el
precio de la fuerza de trabajo, aunque ocasionalmente suba por encima de su
valor, nunca desciende por debajo del mismo.
Que, por tanto, la lucha económica del proletariado es
por salario, jornada y condiciones de trabajo .
Que, no es casual la aparición de artículos como el que
comentamos a continucación pues asistimos a la agudización de la contradicción
burguesía-proletariado Que hoy, se agudiza más, porque el imperialismo esta en
el momentos de su mayor descomposición y de crisis general, en medio de la cual
se da su actual crisis cíclica.
Nos ayudará a comprender mejor, la posición burguesa del
artículo, la crítica de Marx a Ricardo:
"Ricardo nunca se interesa por el origen del
plusvalor. Lo trata como cosa inherente al modo capitalista de producción, el
cual es a sus ojos la forma natural de la producción social. Cuando se refiere
a la
productividad, del trabajo, no busca en ella la causa de
que exista el plusvalor, sino únicamente la causa que determina la magnitud de
éste. Por el contrario, su escuela ha proclamado claramente que la causa de que
surja la ganancia (léase: el plusvalor) es la fuerza productiva del trabajo. En
todo caso, ello significa un progreso con respecto a los mercantilistas,
quienes, por su parte, al excedente del precio de los productos por encima de
sus costos de producción lo hacían derivar del intercambio, de la venta de aquéllos
por encima de su valor. Pero también la escuela ricardiana se limitó, no
obstante, a eludir el problema en lugar de resolverlo. En realidad, estos
economistas burgueses advertían instintiva y certeramente que era muy
peligroso investigar con excesiva profundidad el problema candente del origen
del plusvalor.
Toda la parte teórica marxista que antecede constituye
nuestra crítica de conjunto sobre el artículo y toma de posición sobre lo que
allí se expone. Por eso nuestros comentarios siguientes serán bastante
precisos.
El artículo comentado:
“ Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días,
por Frank Specht. Berlín”
Tiene como sumilla: “Los economistas ven económico
potencia en la semana de corto tiempo de trabajo – pero el cambio no trae
ventajas para todos los ramos de la producción”
“En Alemania, el anuncio del sindicato de los
metalúrgicos (IGM), que irá a la ronda tarifaria en NRW con la exigencia de una
semana de cuatro días de trabajo y la agitación del sindicato de los
conductores de locomotoras (GDL) de la exigencia de menos horas de trabajo semanal
han alborotado el cotarro”.
Aquí, comentamos,
al respecto, el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB), 11
al 13 de agosto, Sinn und Unsinn der
Viertagewoche (Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank
Specht. Berlin y nos confrontamos con las posiciones citadas de economistas y
sociólogos burgueses sobre el tema. Veamos las partes pertinentes del artículo:
“En un estudio del Instituto de Economía Alemana
(Institut der deutsche Wirtschaft -IW), cercano a la patronal, según el
artículo de HB, cerca de dos tercios de los trabajadores ocupados están
contentos con la situación de sus tiempos de trabajos acordados. Pero para
cerca del 28 %de los trabajadores a tiempo completo se podrían imaginar de
repartir en menos días su actual horario semanal de trabajo – de forma muy
similar a la semana concentrada de trabajo como se ha establecido en Bélgica
el pasado año”.
Sobre las encuentra que hablan de la satisfacción de los trabajadores
merecen poco crédito no solo para nosotros, sino que es opinión generalizada.
Pero, en el párrafo anterior, subrayamos, que ese modelo ya se está aplicando
en Bélgica.
Prosigue el HB:
“Pero, ¿cuánto de realista y de significación tiene una semana
de cuatro días en Alemania? ¿Cómo se compagina con la falta de mano de obra
calificada y con la actual debilidad de la economía? ¿Quedan como excepciones
Härle, Powerco y la ciudad Wedel o pasan a ser prototipos para un nuevo mundo
del trabajo más hermoso? Economistas e investigadores sociales responden a esas
interrogantes.
¿De qué se trata con la semana de cuatro días?
Se debe diferenciar entre dos modelos. En el cual en
uno se trata de que el tiempo de trabajo permanece el mismo repartido en
forma nueva en la semana. “ El cual casi no tiene impedimentos legales en
su camino”, dice el economista del IW Holger Schäfer.
La ley sobre tiempo de trabajo permite un máximo de diez
horas diarias de trabajo, en tanto el tiempo diario de trabajo - contado el
sábado - en promedio no sobrepase las ocho horas. “Una semana de 40 horas – con
cuatro días de diez horas sería realizable”, dice Schäfer – en tanto el
Empleador esté de acuerdo.
Este modelo para los sindicatos es poco aceptable.
“Una semana de cuatro días representa una mejora de la situación de los
empleados, sí representa una disminución del tiempo de trabajo”, dice Bettina
Kohlrausch, directora del Instituto de Investigación WSI Hans-Böckler-Stiftung
(Fundación Hans-Böckler) cercano a los sindicatos . En caso contrario aumentan
la tensión y la presión del tiempo, porque se tendría que realizar
claramente más trabajo en menos tiempo. Trabajadores con bajos ingresos
solo podrían soportar un recorte del tiempo de trabajo, sí para eso habría
una compensación salarial, remarca Kohlrausch”.
Comentario:
La finalidad para los capitalistas y que sus economistas
defienden, es el acrecentamiento del plusvalor por medio de la reducción del
tiempo de trabajo necesario, Independientemente de los límites de la jornada
laboral. El objetivo se alcanza mediante el desarrollo de las fuerzas
productivas del trabajo y su intensificación (circunstancias compensatorias).
Como dice Marx, ello trae aparejada, empero, una revolución del proceso laboral
mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es necesario darle una nueva
configuración. Esta nueva configuración, como dice Marx, empieza por las
empresas más avanzada y por algunas ramas industriales donde operan estas
empresas y luego se extiende a la mayor parte de empresas y ramas industriales hasta
abarcar el país y luego se extiende por los diferentes países.
Como se puede deducir, por la situación de que trata el
artículo, ya se dan las “circunstancias compensatorias” para la lucha de la
clase obrera por una jornada de trabajo de menos horas de trabajo con aumento
de salarios. Desde las jornadas heroicas de la clase la lucha de la clase y
demás trabajadores del mundo por la jornada de 8 horas, en la misma Europa, es
un tema pendiente de concreción, no basta con el reconocimiento formal del derecho;
pues, en la realidad histórica de la lucha de clases entre el proletariado y la
burguesía en estas conquista se avanza y luego se pierde, es el circulo de
hierro de la esclavitud asalariada que hay que romper con la revolución
proletaria. ¿Por qué se tiene que hacer sobretiempos? ¿Por qué se tiene que
tener dos o más jobs despues de la jornada diaria de trabajo o los días de
descanso? Continuemos con HB.
“¿Solo redistribución del tiempo de trabajo o su
disminución – cuál modelo es realizable?
‘Supongo, que ambas formas de la semana de cuatro días – tanto
la redistribución del tiempo de trabajo o el recorte del tiempo de trabajo con
compensación salarial – van a darse uno junto al otro`, según el director
del Instituto de Investigación de Social-Economía (Iso) de Saarbrücken, Volker
Hielscher.
Con seguridad será, que no toma las ramas y empresas
estarán en la situación de realizar en corte tiempo una compensación salarial
del 20%, la cual recaería en caso de un recorte de cinco a cuatro días. En todo
caso también habría ocurrido en el
pasado que recortes en el tiempo de trabajo “con completa compensación
salarial” fuero co-financiados por los empleados- propiamente con una renuncia
a aumentos salariales. Pero, potencialmente el recorte real del tiempo de
trabajo también se podría hacer a través de nuevas formas de los procesos de
trabajo o nuevas estructuras de dirección y comunicación, dice el Sociólogo del
Trabajo Eike Windscheid de la Fundación
Hans-Böckler: ‘Así se podrían identificar, por ejemplo, en vista a un recorte
de tiempo de trabajo esas reuniones innecesarias devoradoras de tiempo’”.
Como se puede ver de lo anterior, en el artículos esta
planteando el problema del precio de la fuerza de trabajo, de la remuneración
salarial es decir de la parte pagada del empleo de la fuerza de trabajo (tiempo
de trabajo necesario), pero que ellos hablan de que es por la jornada entera,
porque los capitalistas y sus economistas nunca reconocen el tiempo de trabajo
en que el obrero trabaja gratuitamente para el capitalista, el plustrabajo que
genera el plusvalor o plusvalía. Estos economistas como el del Iso, solo hablan
sin fundamento, pura “fraseología tradicional contra la reducción de la jornada
laboral al suponer que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las fuerza
productiva e intensidad del trabajo incambiadas”. Por eso, que esas nuevas
configuraciones se hayan dado con “renuncia a aumentos salariales” por parte de
los obreros, no es otra cosa que un botón de muestra de la traición de las
burocracias sindicales, de la aristocracia obrera, de los representantes de la
burguesía en las filas del proletariado como los socialdemocrátas. Porque, “en
la realidad sucede todo lo contrario, los cambios en la productividad e
intensidad del trabajo o preceden a la reducción de la jornada laboral
o se producen inmediatamente después de la misma”. Al renunciar a la lucha por
aumento de salarios, estos vendeobreros, han servido a incrementar el poder de
los capitalistas sobre la clase obrera, a que la clase relativamente caiga más
abajo pese a todo ese llamado “bienestar”.Defender e imponer la línea de clase
en el movimiento obrero y de los trabajadores es tarea de los maoístas. Aquí se
trata solo de un ejemplo al respecto. Además: La intensidad creciente del
trabajo supone un gasto aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.
Además, en la lucha presente no olvidar que:
“ El grado de la reducción, su límite mínimo, depende
del peso relativo que arrojen en cada platillo de la balanza por un lado la presión del capital y
por otro la resistencia de los obreros”. Esto está en discusion según el
propio artículo de HB y la lucha de las dos fuerzas que se enfrentan en la
negociación tarifaria está para inclinar la balanza a uno u otro lado.
No olvidar tampoco a propósito de la lucha por aumento de
salarios, que si no se persiste en la lucha por aumento de salarios, sí se
renuncia a ella, “relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el
valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se ensancharía
el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista. Esto es lo
que sucede en los países imperialistas donde el aumento de la plusvalía que se
roban los capitalistas al obrero, representado en las estadísticas burguesas,
como el incremento del ingreso de los capitalistas se ha incrementado
inmensamente en comparación a la parte correspondiente a la retribución del
trabajo, que ha disminuido relativamente en forma constante. Lo que se llenan
la boca los sociólogos burgueses y pequenos burgueses de el crecimiento de la
inequidad social
El salario tiene
límites y un límite físico, pero lo importante es que las condiciones
históricas es que bajan por debajo de su límite físico como pasa hoy, lo cual
demanda que los trabajadores tengan mas de una ocupación para mantener el
salario sobre su limite fisico, que hay que considerarlo aunado a la
recesión-inflacion y el inmenso contingente de desocupación o subocupación, ésa
es la cuestión. Es muy bueno estudiar “Salario,
precio y ganancia” y los textos de Engels.
La intensidad creciente del trabajo supone un gasto
aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.
En otro acápite, se pregunta el articulista:
“¿Conduce la semana de cuatro días a un sociedad de dos
clases en el mundo del trabajo?
Lo más practicable parece la semana de cuatro días en el
terreno del trabajo del conocimiento y de actividades creativas, donde la
productividad está menos ligada al tiempo de trabajo formal y donde el horario
diario empresarial se puede conformar de manera más flexible”, dice Simón Jäger
que dirige el Instituto Para el Futuro del Trabajo (IZA) de Bonn . Más difícil
será allí, donde las prestaciones de servicios deben realizarse en tiempos
fijos o lugares de producción que deben funcionar permanentemente. También sin
el r del tiempo de trabajo sería difícil, la gran parte de los empleados de
repente solo hasta el jueves desean trabajar. Alguien debe también el viernes
vender panes o atender a las máquinas”.
Hablando sobre la madre del cordero para los
capitalistas, se pregunta: “Como se concilia la semana de cuatro días con la
escasez de fuerza de trabajo calificada?”. Y responde:
“El economista Alexander Spermann, el cual ensena en la
FOM de Colonia y en la Universidad de Freiburg, ve la semana de cuatro días
como un medio contra la escasez de personal en muchas empresas: `Ella puede
ventajosa para la economía de la empresa – y esto es si tiene que ganarse
fuerza de trabajo especializada, la cual sin esta oferta no se podría obtener`.
Y ella podría llevar a elevar las ganancias de la empresa, porque se podría
cubrir los puestos de trabajo sin atender y la gestión y los empleados podrían
organizar su trabajo más efectiva para cumplir la tarea en más corto tiempo,
dice Spermann”.
En otras palabras intensificar más el trabajo en jornada
concentrada para que estos trabajadores calificados puedan ser exprimidos más
en la propia empresa y por los capitalistas en general. Lo demás es cuento.
Es importante lo que sigue, pues queda claro la esencia
de la explotación del trabajo por el capital, esto es el tiempo de trabajo
gratuito y las dos formas de incrementarlo (Marx, El Capital, t. I y III) y
muestra como su expresión jurídica, el derecho laboral, es derecho burgués.
Está escrito en el artículo cuando dice:
“El que la productividad pese al recorte real del tiempo
de trabajo por lo menos podría permanecer estable, se comprueba con grandes
ensayos piloto como en los EEUU e Irlanda, dice el sociologo Windscheid. En
todo caso no hay hasta la fecha ninguna prueba, que una semana de cuatro días
funcione a nivel de toda la sociedad, dice el investigador del IW Schäfer. Pues
para comenzar el retroceso de la producción, que resultaría de la disminución
en un quinto del tiempo de trabajo, debería aumentar un 25 por ciento efectiva
la productividad por hora por cada
trabajador. Ese aumento corresponde al aumento de la productividad general
desde 1998”.
En otras palabras las condiciones están dadas, todo lo
demás es cháchara de los economistas burgueses.
Y, como está ya
visto en los diferentes problemas que se aborda en la lucha de clases del
proletariado, ante la crisis general del capitalismo monopolista o imperialismo
y de su hija el capitalismo burocrático, en nuestros países, está la cuestión
femenina, en este artículo se discute en cómo incorporar más a la fuerza de
trabajo de la mujer a la explotación capitalista. A la vez que buscan impulsar
una mayor producción y reproducción disminuyendo la compensación salarial para
ello de la fuerza de trabajo. Tener en cuenta, que cunado hablan del trabajo
sin discriminación alguna y la “igualdad de la mujer”, tiene que ver con el
trabajo femenino, que se va a acrecentarse más, esquilmando a sus fuerzas más
jóvenes, salarios hasta la mitad de los varones y contraponer a hombre y
mujeres. Ver el trabajo de la mujer y cómo proteger su especial condición. No
olvidemos que la protección a trabajo de niños y mujeres se extiende a toda la
clase.
Así continua el artículo, dice:
“¿Llevaría la semana de cuatro días a una mayor
participación laboral de las mujeres?
Una semana de cuatro días llevaría a aliviar la carga de
los padres y les abriría una mayor disposición de tiempo, espera la directora
del WSI Kohlrausch. `Puedo concluir de
ello, que esta disposición de tiempo también sería utilizada para una más justa
distribución del tiempo de cuidados’. Eso ha mostrado la pandemia, que los
papás el tiempo ganado por el tiepo de trabajo más corto, lo han usado para
cuidar a sus hijos.
La mujeres no trabajan menos que los hombres, solo que
ellas para el cuidado de los hijos o para el cuidado de los mayores no serían
pagadas. Por eso podría una mayor participación laboral de las mujeres, como el
ministro de Trabajo Hubertus Hil (SPD) como medio contra la escasez de fuerza de
trabajo especializada o calificada propaga, sie en el campo de trabajo de
cuidados no pagado trabajan menos.
`Una semana de cuatro días es para ello una importante
condición’, dice Kohlrausch. El deseo a un tiempo de trabajo estructurado en
forma más flexible no solo se da en la muy mencionada generación “z”, subraya
también el jefe del IZA Jäger”.
Antes de continuar, de lo anterior y lo que sigue, hay
que advertir, que que estan hablando sobre el trabajo personal, van a querer
replantearlo y ampliarlo. Los representantes burgueses y sus leyes dicen, que
no hay trabajo obligatorio ni gratuito, aunque se puede contribuir
voluntariamente a trabajos, ya hubo el trabajo “por un Euro. Siempre están
planteando como ampliarlo
“Entre los trabajadores de mayor edad hay en todo caso
una creciente necesidad, de poner en armonía la ocupación con trabajo
honorifico, el cuidado de niños o nietos o más tiempo libre en einklag . ‘En
cuanto a esto es la semana de cuatro días un modelo para el futuro de muchos
otros, como los modelos híbridos o flexibles cuentas de tiempo de trabajo’,
dice Jäger.
En el futuro será también para trabajadores con difíciles
condiciones de trabajo, como en el sector salud, en la logística o en el
comercio, mucho más significativo, modelos de tiempo de trabajo mas atractivos ofrecer. Subraya el
director del Iso Hielscher. Sino será más difícil encontrar fuerza de trabajo y
mantenerla. `En cuanto a eso pertenecen
los temas recorte en el tiempo de trabajo y semana de cuatro días no solo para
las empresas avanzadas, sino también está en la agenda (...)en lo ancho de la
política tarifaria’”.
Esto que dice el artículo, de forma ladina e hipócrita, pero
para nosotros: es una necesidad la reducción de la jornada de trabajo en las
labores más peligrosas y estresantes, etc. Y mejores condiciones de trabajo
adecuadas a esas ocupaciones, junto a menos años de trabajo para la jubilación,
que debe ser por años trabajados y no por límites de edad o mixtos.
Algunas citas puntuales de Marx:
El Capital, tomo
I, Libro primero, cap. 14, LA PRODUCCION DEL PLUSVALOR ABSOLUTO Y DEL RELATIVO.
Citamos lo siguiente:
- La producción capitalista no solo es producción de
mercancía; es, en esencia, producción de plusvalor (en la traducción que
estamos empleando para plusvalía, nota nuestra).
- El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por
tanto, ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor.
- Solo es productivo el trabajador que produce plusvalor
para el capitalista o que sirve
para la autovalorización del capital.
- El concepto de trabajador productivo, por ende, en modo
alguno implica meramente una relación entre actividad y efecto útil, entre
trabajador y producto del trabajo, sino además una relación de producción
específicamente social, que pone en el trabajador la impronta de medio directo
de valorización del capital.
- En un primer momento, la producción de plusvalor
absoluto y la producción de plusvalor relativo se nos presentaban como dos
tipos de producción diferentes, pertenecientes a diferentes épocas de
desarrollo del
capital.
- La producción de plusvalor absoluto trae aparejado que
las condiciones de trabajo, propias de
cosas, se transformen en capital y los trabajadores en
obreros asalariados; que los productos sean
producidos en cuanto mercancías, esto es, producidos para
la venta; que el proceso de producción sea al propio tiempo proceso en que el
capital consume la fuerza de trabajo, y por tanto esté sometido al control directo
de los capitalistas; finalmente, que se prolongue el proceso de trabajo, y por
tanto la jornada laboral, más allá del punto en que el obrero solo ha producido
un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo.
- Una vez supuestas las condiciones generales de la
producción de mercancías, la producción del
plusvalor absoluto consiste simplemente, por un lado, en
la prolongación de la jornada laboral más allá de los límites del tiempo de
trabajo necesario para la subsistencia del propio obrero, y por otro en la apropiación
del plustrabajo por el capital.
- La producción del plusvalor absoluto únicamente presupone
la subsunción formal del trabajo en el capital.
- La producción del plusvalor relativo presupone la
producción del plusvalor absoluto, y por ende también la forma general adecuada
de la producción capitalista. Su finalidad es el acrecentamiento del plusvalor por
medio de la reducción del tiempo de trabajo necesario, Independientemente de
los límites de la jornada laboral. El objetivo se alcanza mediante el
desarrollo de las fuerzas productivas del trabajo. Ello trae aparejada, empero,
una revolución del proceso laboral mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es
necesario darle una nueva configuración.
- Prolongación de la jornada laboral más allá del punto
en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de
trabajo y apropiación de ese plustrabajo por el capital; en esto consiste la
producción del plusvalor absoluto. Constituye la misma el fundamento
general del sistema capitalista y el punto de partida para la producción
del plusvalor relativo.
- En esta última, la jornada laboral se divide de
antemano en dos fracciones: trabajo necesario y
plustrabajo. Con vistas a prolongar el plustrabajo, el
trabajo necesario se abrevia mediante diversos
métodos, gracias a los cuales se produce en menos tiempo
el equivalente del salario.
- La producción del plusvalor absoluto gira
únicamente en torno a la extensión de la jornada laboral; la producción
del plusvalor relativo revoluciona cabal y radicalmente los procesos
técnicos del trabajo y los agrupamientos sociales.
- La producción del plusvalor relativo, pues, supone un
modo de producción específicamente capitalista, que con sus métodos, medios y
condiciones solo surge y se desenvuelve, de manera espontánea, sobre el fundamento
de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción
formal, hace su entrada en escena la subsunción real del trabajo en el
capital. los métodos para la producción del plusvalor relativo son, al propio
tiempo, métodos para la producción del plusvalor absoluto.
-Es más, la
prolongación desmesurada de la jornada laboral se presenta como el producto más
genuino de la gran industria. En general, no bien se apodera totalmente de
un ramo de la producción, y aun más cuando se ha adueñado de todos los ramos de
producción decisivos, el modo de producción específicamente capitalista
deja de ser un simple medio para la producción del plusvalor relativo. Se
convierte ahora en la forma general, socialmente dominante del proceso de
producción.
-Como método particular para la producción de plusvalor
relativo únicamente opera: primero, en tanto se apodera de industrias que hasta
entonces solo estaban subordinadas formalmente al capital, esto es, en su
propagación; segundo, en tanto los cambios en los métodos de producción
revolucionan continuamente las industrias que ya habían caído en su órbita.
- Desde cierto punto de vista, la diferencia entre el
plusvalor absoluto y el relativo parece ser enteramente ilusoria. El
plusvalor relativo es absoluto, pues trae aparejada una prolongación absoluta
de la jornada laboral, por encima del tiempo de trabajo necesario para
la existencia del obrero mismo. El plusvalor absoluto es
relativo, pues condiciona un desarrollo de la productividad laboral que permite
confinar el tiempo de trabajo necesario a una parte de la jornada
laboral.
- Pero si tenemos en cuenta el movimiento del
plusvalor, esa apariencia de identidad se desvanece [g]. Dados la fuerza
productiva del trabajo y su grado normal de intensidad, solo es posible aumentar
la tasa del plusvalor por medio de la prolongación absoluta de la jornada
laboral; por otra parte, dados los límites de la jornada laboral, solo es
posible aumentar la tasa del plusvalor por medio del cambio relativo de las
magnitudes de sus componentes, el trabajo necesario y el plustrabajo, lo
que a su vez, si el salario no ha de descender por debajo del valor de la
fuerza de trabajo, presupone un cambio en la productividad o intensidad del trabajo.
- Si el trabajador necesita todo su tiempo para producir
los medios de subsistencia imprescindibles para el sustento de sí mismo y de su
prole, no le quedará ningún tiempo para trabajar gratuitamente en beneficio de
terceros.
- Sin que se haya alcanzado cierto grado de productividad
en el trabajo no habrá tal tiempo
disponible para el trabajador; sin ese tiempo sobrante no
habrá plustrabajo ni, por tanto, clase capitalista
alguna.
- Cierto elevado nivel de la productividad del trabajo,
pues, es en general una condición para la
existencia de la producción capitalista, así como de todos
los modos de producción anteriores en los que
una parte de la sociedad no trabajaba solamente para sí
misma, sino también para los demás.
- No bien el modo capitalista de producción ha quedado
establecido, convirtiéndose en el modo de producción general, la diferencia
entre el plusvalor absoluto y el relativo se hace tangible tan pronto como se
procura acrecentar la tasa del plusvalor. Si partimos del supuesto de que la
fuerza de trabajo se paga a su valor, nos encontramos entonces ante esta
alternativa.
Continuará...