Nota: es una actualización corregida y aumentada.
La redacción de la AND
25 de agosto de 2023
El problema de la lucha económica de la clase, del proletariado y
de los trabajadores en general es la base para elevarla a lucha por el Poder,
la lucha económica es la preparación necesaria para las grandes luchas por
venir, si la soslayáramos no podemos desarrollar el trabajo en el proletariado,
máxime como está desenvolviéndose las cosas, la masa esta en movimiento y
despliega mayor actividad, condiciones magnificas para avanzar en ese campo
como se ve en la misma Europa.
En Alemania, el anuncio del sindicato de los metalúrgicos (IGM),
que irá a la ronda tarifaría (discusión del pliego de reclamos) en NRW con la
exigencia de una semana de cuatro días de trabajo y la agitación del sindicato
de los conductores de locomotoras (GDL) de la exigencia de menos horas de
trabajo semanal no han alborotado el cotarro o movido a debate.
La necesidad del desarrollo de la lucha de clases del proletariado
y el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB), 11 al 13 de
agosto, Sinn und Unsinn der Viertagewoche
(Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank Specht. Berlín,
nos impulsa a comentar este artículo. El
cual, lo hemos traducido al español y cuya mayor parte publicamos entre
comillas con nuestros comentarios sin
comillas y que se precisan con citas de Marx.
Abordamos el artículo desde la concepción científica del
proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, según la
cual:
- La producción capitalista es producción de mercancía para la valorización del capital, la producción de plusvalía o plusvalor, mediante la explotación del trabajo asalariado, reduciendo constantemente el trabajo necesario; la parte pagada de la jornada de trabajo y ampliando la parte no pagada, es decir mediante la prolongación del plus trabajo.
- El proceso de valorización del capital o movimiento de la plusvalía.
Marx, establece sobre la reducción de la jornada de trabajo, que:
- Toda la fraseología tradicional contra la reducción de la
jornada laboral supone que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las
fuerza productiva e intensidad del trabajo incambiadas.
- En la realidad sucede todo lo contrario, los cambios en la productividad e intensidad del trabajo o preceden a la reducción de la jornada laboral o se producen inmediatamente después de la misma.
- Un ejemplo histórico, de los muchos después de más de 172 años
de desarrollo de este modo de producción y de lucha de clases entre burguesía y
proletariado:
"Existen circunstancias compensatorias... que la aplicación
de la ley de las 10 horas ha
esclarecido." ("Reports... 31st October 1848", p.
7.)
El Presidente Gonzalo, siguiendo a Marx, destaca:
- Que, la lucha reivindicativa por aumento de salarios es
necesaria y preparación para las grandes luchas por venir.
- Esto es, que sobre la base de la lucha por derechos, libertades
y beneficios y la defensa de lo conquistado por la clase en duras jornadas de
lucha se desarrolla la lucha por el Poder.
- Que, la lucha por concretar en la realidad la jornada de trabajo
de 8 horas reconocida en las leyes laborales burguesas, está íntimamente ligada
y es inseparable de la lucha por aumento de salario y condiciones de trabajo.
Sobre el artículo, que luego comentaremos, previamente decimos:
- Que, en él se trata sobre los reclamos tarifarios referidos a la
semana reducida o concentrada de cuatro días de trabajo, naturalmente desde el
punto de vista burgués e informa sobre lo que sostienen al respecto economistas
burgueses de los institutos de economía, aunque tratando de matizar con
opiniones vertidas por los trabajadores en una encuesta y de economistas y
sociólogos cercanos a los sindicatos, ligados a la burocracia sindical;
-Que, Entonces el artículo
trata de la presión que ejerce el capital para elevar la explotación de la clase
y la resistencia que le opone el obrero en esta nueva edición de la lucha de
clases;
-Que, dicha contienda de clases se da, sobre la base de los
cambios producidos en las fuerzas productivas y la intensidad del trabajo, de
décadas de crecimiento de la parte de la ganancia de los capitalistas en
relación a la parte de los salarios; situación del salario nominal, agravada
por la inflación y recesión (crisis cíclica recurrente); es decir de
crecimiento del poder del capital sobre la clase obrera;
-Que, para los capitalistas,
se trata de reducir la parte pagada de la jornada laboral (trabajo
necesario) y ampliar la parte no pagada (plustrabajo), aumentando de esta
manera el grado de explotación del obrero;
- Que, para la clase obrera se trata de defender y ampliar los
derechos conquistados para que no se degrade más su situación, no aumente la
explotación del obrero y el poder del capital;
- El grado de la reducción, el límite mínimo, dependerá del peso
relativo que arrojen en cada platillo de la balanza por un lado la presión del
capital y por otro la resistencia de los obreros;
- El valor de la fuerza de trabajo está determinado por el valor
de una cantidad determinada de medios de subsistencia. Lo que varía con la
fuerza productiva del trabajo es el valor de esos medios de subsistencia, no su
masa.
- El precio de la fuerza de trabajo, de esta suerte y en el caso de una fuerza productiva del trabajo en ascenso, podría disminuir de manera constante, dándose al mismo tiempo un incremento continuo de la masa de medios de subsistencia consumidos por el obrero. Pero relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se ensancharía el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista.
- El aumento de la fuerza productiva del trabajo y su
intensificación operan uniformemente y en el mismo sentido. Ambos factores
acrecientan la masa de productos obtenida en cada espacio de tiempo. Ambas,
pues, reducen la parte de la jornada laboral que el obrero necesita para
producir sus medios de subsistencia o el equivalente de éstos. El límite
absoluto de la jornada laboral está formado, en general, por esa parte
constitutiva necesaria, pero que se puede contraer.
- Hasta cierto punto, puede compensarse ese mayor desgaste de fuerza de trabajo . Pero por encima de ese punto el desgaste aumenta en progresión geométrica y, a la vez, se destruyen todas las condiciones normales de reproducción y activación de la fuerza de trabajo. El precio de ésta y su grado de explotación cesan de ser magnitudes recíprocamente conmensurables.
- Interpolando ver el efecto de los bienes agrícolas
subvencionados por la UE (Unión Europea), el papel de los productos de las
grandes empresas agro-exportadoras del capitalismo burocrático para el mercado
imperialista, el papel de la pequeña y mediana producción agrícola que tiene el
carácter de producción híbrida o semifeudal (Marx) y, tener en cuenta muy bien, el papel que cumple
las mercancías baratas que se exportan desde la China socialimperialista, sobre
todo desde los 90 del siglo anterior al presente, para mantener bajo el salario
en los países imperialistas y todo el resto del mundo. No olvidar, de paso, la
precisión que hace Marx, cuando dice:
La jornada laboral más intensa de una nación se representa en una expresión dineraria más
alta que la jornada menos intensa de otra .
De lo arriba expuesto, se puede entender mejor porque los países imperialistas desplazaron las actividades y empresas que requieren mano de obra barata a China. China el nivel de los salarios promedio llegaron a estar a finales de los 90 por debajo de México y al nivel de Viet Nam.
Naturalmente, volviendo a
hablar sobre el artículo de HB, en
cuanto al salario, la forma trasmutada del valor y precio de la fuerza de
trabajo, el problema se aborda desde la posición burguesa de “remuneración por
la jornada de trabajo”, es decir, como si se pagara por toda su duración, que
borra toda diferencia entre la parte pagada y la parte impaga de la jornada de
trabajo.
El Presidente Gonzalo, por eso, señala, que “salario justo” es
posición burguesa, y dice:
- En un artículo Engels nos
dice que no es posición marxista, que salario justo dentro del orden
capitalista y su justicia, es que rija su propia ley, que el salario satisfaga
las necesidades elementales, reduciendo el tiempo de trabajo al mínimo, a fin
de que deje al capital la mayor plusvalía posible.
- Marx decía que el problema era poner la consigna de la abolición
del salariado, ese círculo de hierro en que lo ganado por la clase se pierde en
cada crisis. El salario sigue una ley que se expresa en la tendencia a
reducirlo más y más, no obstante esto el obrero debe combatir por aumento de
salarios y prepararse para las grandes luchas por venir.
- El salario tiene límites y un límite físico, pero lo importante
es que, en las condiciones históricas actuales, es que lo bajan hasta su límite
físico, esta realidad demanda que los trabajadores tengan más de una ocupación
para mantener el salario sobre su limite físico.
- Lo de los diferentes
empleos, las horas extraordinarias y el despellejamiento para el trabajador,
que significa la nueva forma de trabajo a domicilio (el “home office”), eso es
también, lo que se quiere facilitar y justificar, como veremos en el artículo,
con la “reducción” de los días semanales de trabajo.
- Las viejas formas de la explotación capitalista hasta sus formas
híbridas, como las llama Marx en en El Capital, tanto en los países
imperialistas como en los países de capitalismo burocrático, tienden a
restablecerse, vuelven bajo nuevos nombres o se presentan con empaquetado
moderno de la época de la ICT (para Tecnología de la Información y
Comunicación, en inglés).
Por eso, cualquiera que sean los “modelos” que se apliquen y que
se discuten sobre la “reducción”, la parte no pagada al obrero, la plusvalía,
no solo se mantiene sino que sigue la tendencia a aumentar, con el aumento de
la plusvalía relativa pese a la “reducción de los días de trabajo, ya sea
manteniendo una jornada de trabajo constante redistribuida en cuatro días o con
una jornada reducida pero aumentando la intensidad y productividad del trabajo
contando ya con una intensidad acrecentada del trabajo y la productividad
general.
Las dos posibilidades o
“modelos” se consideran, en el artículo que comentaremos, por el desarrollo
desigual de las empresas en una misma rama de producción y de las distintas
ramas de producción global de un país y con mayor razón a nivel mundial. Son
tres cuestiones, que no hay que perder de vista para entender el artículo:
valor de la fuerza de trabajo, duración de la jornada de trabajo y el grado de
explotación del trabajo.
La cuestión de fondo que trata el artículo de HB, no es nueva, ya ha sido tratada y resuelta, desde la posición del proletariado, por Marx.
Marx establece, que la
nueva configuración de la jornada de trabajo es un producto del desarrollo del
capitalismo, modo de producción cuya finalidad es el acrecentamiento del
plusvalor o plusvalía. Proceso de valorización del capital o de movimiento de la plusvalía. Por eso, el
aumento de la explotación del proletario como clase por la clase capitalista se da a través del incremento de
la plusvalía absoluta o relativa.
Las magnitudes relativas del plusvalor y del precio de la fuerza
de trabajo están condicionadas por tres circunstancias: 1) la duración de la
jornada laboral o la magnitud del trabajo en cuanto a su extensión; 2) la
intensidad normal del trabajo, o su magnitud en cuanto a la intensidad, de manera
que determinada cantidad de trabajo se gasta en un tiempo determinado; 3), y
finalmente, la fuerza productiva del trabajo, con arreglo a la cual, y según el
grado de desarrollo alcanzado por las condiciones de producción, la misma
cantidad de trabajo suministra en el mismo tiempo una cantidad mayor o menor de
producto.
Todo lo anterior, partiendo
de los supuestos que las mercancías se venden a su valor y que el precio de la
fuerza de trabajo, aunque ocasionalmente suba por encima de su valor, nunca desciende
por debajo del mismo.
Que, por tanto, la lucha económica del proletariado es por
salario, jornada y condiciones de trabajo .
Que, no es casual la aparición de artículos como el que comentamos
a continuación pues asistimos a la agudización de la contradicción
burguesía-proletariado Que hoy, se agudiza más, porque el imperialismo esta en
el momentos de su mayor descomposición y de crisis general, en medio de la cual
se da su actual crisis cíclica.
Nos ayudará a comprender mejor, la posición burguesa del artículo,
la crítica de Marx a Ricardo:
"Ricardo nunca se interesa por el origen del plusvalor. Lo trata como cosa inherente al modo capitalista de producción, el cual es a sus ojos la forma natural de la producción social. Cuando se refiere a la productividad, del trabajo, no busca en ella la causa de que exista el plusvalor, sino únicamente la causa que determina la magnitud de éste. Por el contrario, su escuela ha proclamado claramente que la causa de que surja la ganancia (léase: el plusvalor) es la fuerza productiva del trabajo. En todo caso, ello significa un progreso con respecto a los mercantilistas, quienes, por su parte, al excedente del precio de los productos por encima de sus costos de producción lo hacían derivar del intercambio, de la venta de aquéllos por encima de su valor. Pero también la escuela ricardiana se limitó, no obstante, a eludir el problema en lugar de resolverlo. En realidad, estos economistas burgueses advertían instintiva y certeramente que era muy peligroso investigar con excesiva profundidad el problema candente del origen del plusvalor.
Toda la parte teórica marxista que antecede constituye nuestra
crítica de conjunto sobre el artículo y toma de posición sobre lo que allí se
expone. Por eso nuestros comentarios siguientes serán bastante precisos.
El artículo comentado:
“ Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días, por Frank Specht. Berlín”
Tiene como sumilla: “Los economistas ven económico potencia en la
semana de corto tiempo de trabajo – pero el cambio no trae ventajas para todos
los ramos de la producción”
El articulista se hace la pregunta: ¿
Qué tienen en común la panadería de Allgau, la fábrica de baterías Powerco de
VW, la Cruz Roja Alemana (DRK) en Sachasen y la ciudad Wedel de Holsten?”
Y él responde: “Como empleadores ofrecen a sus empleados la
posibilidad de realizar su asignación de trabajo de cinco días en cuatro días
(a la semana)”.
“En Alemania, el anuncio del sindicato de los metalúrgicos (IGM),
que irá a la ronda tarifaria en NRW con la exigencia de una semana de cuatro
días de trabajo y la agitación del sindicato de los conductores de locomotoras
(GDL) de la exigencia de menos horas de trabajo semanal no han despertado el
debate”.
Aquí, comentamos, al
respecto, el artículo publicado en el periódico alemán Handelsblatt (HB), 11 al
13 de agosto, Sinn und Unsinn der
Viertagewoche (Sentido y sinsentido de la semana de cuatro días), por Frank
Specht. Berlín y nos confrontamos con las posiciones citadas de economistas y
sociólogos burgueses sobre el tema. Veamos las partes pertinentes del artículo:
“En un estudio del Instituto de Economía Alemana (Institut der deutsche Wirtschaft -IW), cercano a la patronal (según el propio artículo de HB), cerca de dos tercios de los trabajadores ocupados están contentos con la situación de sus tiempos de trabajos acordados. Pero para cerca del 28 %de los trabajadores a tiempo completo se podrían imaginar de repartir en menos días su actual horario semanal de trabajo – de forma muy similar a la semana concentrada de trabajo como se ha establecido en Bélgica el pasado año”.
Sobre las encuentra que hablan de la satisfacción de los
trabajadores merecen poco crédito no solo para nosotros, sino que es opinión
generalizada. Pero, en el párrafo anterior, subrayamos, que ese modelo no solo
se está aplicando en los lugares mencionados de Alemania, sino que también ya
se está aplicando en Bélgica.
Prosigue el HB:
“Pero, ¿cuánto de realista y de significación tiene una semana de
cuatro días en Alemania? ¿Cómo se compagina con la falta de mano de obra
calificada y con la actual debilidad de la economía? ¿Quedan como excepciones
Härle, Powerco y la ciudad Wedel o pasan a ser prototipos para un nuevo mundo
del trabajo más hermoso? Economistas e investigadores sociales responden a esas
interrogantes.
¿De qué se trata con la semana de cuatro días?
Se debe diferenciar entre dos modelos. En el cual en uno se trata de que el tiempo de trabajo permanece el mismo repartido en forma nueva en la semana. “ El cual casi no tiene impedimentos legales en su camino”, dice el economista del IW Holger Schäfer.
La ley sobre tiempo de trabajo permite un máximo de diez horas
diarias de trabajo, en tanto el tiempo diario de trabajo - contado el sábado -
en promedio no sobrepase las ocho horas. “Una semana de 40 horas – con cuatro
días de diez horas sería realizable”, dice Schäfer – en tanto el Empleador esté
de acuerdo.
Este modelo para los sindicatos es poco aceptable. “Una semana de cuatro días representa una mejora de la situación de los empleados, sí representa una disminución del tiempo de trabajo”, dice Bettina Kohlrausch, directora del Instituto de Investigación WSI Hans-Böckler-Stiftung (Fundación Hans-Böckler) cercano a los sindicatos . En caso contrario aumentan la tensión y la presión del tiempo, porque se tendría que realizar claramente más trabajo en menos tiempo. Trabajadores con bajos ingresos solo podrían soportar un recorte del tiempo de trabajo, sí para eso habría una compensación salarial, remarca Kohlrausch”.
Comentario:
La finalidad para los capitalistas y que sus economistas
defienden, es el acrecentamiento del plusvalor o plusvalía por medio de la reducción
del tiempo de trabajo necesario, Independientemente de los límites de la
jornada laboral. El objetivo se alcanza mediante el desarrollo de las fuerzas
productivas del trabajo y su intensificación (circunstancias compensatorias).
Como dice Marx, ello trae aparejada, empero, una revolución del proceso laboral
mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es necesario darle una nueva
configuración. Esta nueva configuración, como dice Marx, empieza por las
empresas más avanzada y por algunas ramas industriales donde operan estas
empresas y luego se extiende a la mayor parte de empresas y ramas industriales
hasta abarcar el país y luego se extiende por los diferentes países.
Como se puede deducir, por la situación de que trata el artículo,
ya se dan las “circunstancias compensatorias” para la lucha de la clase obrera
por una jornada de trabajo de menos horas de trabajo con aumento de salarios.
Desde las jornadas heroicas de la clase la lucha de la clase y
demás trabajadores del mundo por la jornada de 8 horas, en la misma Europa, es
un tema pendiente de concreción, no basta con el reconocimiento formal del
derecho; pues, en la realidad histórica de la lucha de clases entre el
proletariado y la burguesía en estas conquista se avanza y luego se pierde, es
el circulo de hierro de la esclavitud asalariada que hay que romper con la
revolución proletaria. Sino, cabe preguntarse: ¿Por qué se tiene que hacer
sobretiempos? ¿Por qué se tiene que tener dos o más jobs (empleos) después de
la jornada diaria de trabajo o en los días de descanso?
Continuemos con el artículo de HB.
“¿Solo redistribución del tiempo de trabajo o su disminución –
cuál modelo es realizable?
‘Supongo, que ambas formas de la semana de cuatro días – tanto la redistribución del tiempo de trabajo o el recorte del tiempo de trabajo con compensación salarial – van a darse uno junto al otro`, según el director del Instituto de Investigación de Social-Economía (Iso) de Saarbrücken, Volker Hielscher.
Con seguridad será, que no toma las ramas y empresas estarán en la
situación de realizar en corte tiempo una compensación salarial del 20%, la
cual recaería en caso de un recorte de cinco a cuatro días. En todo caso también habría ocurrido en el pasado que
recortes en el tiempo de trabajo `con completa compensación salarial’ fueron
co-financiados por los empleados- propiamente con una renuncia a aumentos
salariales. Pero, potencialmente el recorte real del tiempo de trabajo
también se podría hacer a través de nuevas formas de los procesos de trabajo o
nuevas estructuras de dirección y comunicación, dice el Sociólogo del
Trabajo Eike Windscheid de la Fundación
Hans-Böckler: ‘Así se podrían identificar, por ejemplo, en vista a un recorte
de tiempo de trabajo esas reuniones innecesarias devoradoras de tiempo’”.
Comentario:
Como se puede ver de lo anterior, en el artículos esta planteando el problema del precio de la fuerza de trabajo, de la remuneración salarial es decir de la parte pagada del empleo de la fuerza de trabajo (tiempo de trabajo necesario), pero que para ellos es por la jornada entera, porque los capitalistas y sus economistas nunca reconocen el tiempo de trabajo en que el obrero trabaja gratuitamente para el capitalista, el plustrabajo que genera el plusvalor (plusvalía).
Los economistas burgueses, como los del Iso, solo hablan sin fundamento, pura “fraseología tradicional” contra la reducción de la jornada laboral con `’compensación salarial, al suponer que el fenómeno ocurre bajo las condiciones de las fuerza productiva e intensidad del trabajo incambiadas”.
Por eso, el que esas nuevas configuraciones, se habrían dado en el pasado con “renuncia a aumentos salariales” por parte de los obreros, no es otra cosa que un botón de muestra de la traición de las burocracias sindicales, de la aristocracia obrera, de los representantes de la burguesía en las filas del proletariado como los socialdemócratas. Quienes no cumplieron con representar los intereses de los obreros en las negociaciones colectivas de trabajo, sino que sirvieron a los intereses de la patronal. Negando la historia de la producción y de la lucha de clases, porque, como lo fundamenta Marx, “en la realidad sucede todo lo contrario, los cambios en la productividad e intensidad del trabajo o preceden a la reducción de la jornada laboral o se producen inmediatamente después de la misma”.
Al renunciar a la lucha por aumento de salarios, estos vendeobreros, han servido a incrementar el poder de los capitalistas sobre la clase obrera, a que la clase relativamente caiga más abajo pese a todo ese llamado “bienestar”.
Defender e imponer la línea de clase en el movimiento obrero y de los trabajadores es tarea de los maoístas, denunciando y aplastando a los vendeobreros. En el párrafo anterior se trata solo de un ejemplo al respecto de una historia de más de 100 años de traiciones a las luchas del proletariado. Además, estos falsos representantes de los obreros no defendieron, que: La intensidad creciente del trabajo supone un gasto aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.
Además, en la lucha presente no olvidar la importancia de la
movilización y la organización de los obreros y la necesidad de movilizar una
amplia solidaridad de clase, porque:
“ El grado de la reducción, su límite mínimo, depende del peso relativo que arrojen en cada platillo de la balanza por un lado la presión del capital y por otro la resistencia de los obreros”. Esto está en discusión según el propio artículo de HB y la lucha de las dos fuerzas que se enfrentan en la negociación tarifaria está para inclinar la balanza a uno u otro lado.
No olvidar tampoco a propósito de la lucha por aumento de
salarios, que si no se persiste en la lucha por aumento de salarios, sí se
renuncia a ella, “relativamente, esto es, en comparación con el plusvalor, el
valor de la fuerza de trabajo disminuiría de manera constante y se ensancharía
el abismo entre la situación vital del obrero y la del capitalista.
El abismo entre la clase obrera y los capitalistas se acrecienta
constantemente en los países imperialistas, donde el aumento de la plusvalía
que se roban los capitalistas al obrero, representado en las estadísticas
burguesas, como el incremento del ingreso de los capitalistas ha crecido
inmensamente en comparación a la parte correspondiente a la retribución del
trabajo (fuerza de trabajo), que ha disminuido relativamente en forma
constante. Lo que se llenan la boca los sociólogos burgueses y pequeños
burgueses de el crecimiento de la inequidad social.
Por lo anteriormente expuesto, pese a todo lo que siga, pese a la
conciencia invertida que se tenga de este hecho, en estos países imperialistas
de la llamada “libertad y democracia”, se ha incrementado la explotación y
opresión de la mayoría de la población por un puñado de imperialistas, de los
grandes magnates del capital financiero. Por eso la dictadura burguesa se hace
cada vez más insoportable para la mayoría de la población.
El salario tiene límites y un límite físico, pero lo importante es que las condiciones históricas es que bajan por debajo de su límite físico como pasa hoy, lo cual demanda que los trabajadores tengan mas de una ocupación para mantener el salario sobre su limite fisico, que hay que considerarlo aunado a la recesión-inflación y el inmenso contingente de desocupación o sub-ocupación, ésa es la cuestión. Alemania se ha convertido en el país de los mini-jobs (mini-empleo). Es muy bueno estudiar “Salario, precio y ganancia” y los textos de Engels.
Tener muy presente: La intensidad creciente del trabajo supone un gasto aumentado de trabajo en el mismo espacio de tiempo.
En otro acápite, se pregunta el articulista:
“¿Conduce la semana de cuatro días a un sociedad de dos clases en
el mundo del trabajo?
Lo más practicable parece la semana de cuatro días en el terreno
del trabajo del conocimiento y de actividades creativas, donde la productividad
está menos ligada al tiempo de trabajo formal y donde el horario diario
empresarial se puede conformar de manera más flexible”, dice Simón Jäger que
dirige el Instituto Para el Futuro del Trabajo (IZA) de Bonn . Más difícil será
allí, donde las prestaciones de servicios deben realizarse en tiempos fijos o
lugares de producción que deben funcionar permanentemente. También sin el r del
tiempo de trabajo sería difícil, la gran parte de los empleados de repente solo
hasta el jueves desean trabajar. Alguien debe también el viernes vender panes o
atender a las máquinas”.
Hablando sobre la madre del cordero para los capitalistas, se
pregunta: “Como se concilia la semana de cuatro días con la escasez de fuerza
de trabajo calificada?”. Y responde:
“El economista Alexander Spermann, el cual ensena en la FOM de
Colonia y en la Universidad de Freiburg, ve la semana de cuatro días como un
medio contra la escasez de personal en muchas empresas: `Ella puede ventajosa
para la economía de la empresa – y esto es si tiene que ganarse fuerza de
trabajo especializada, la cual sin esta oferta no se podría obtener`. Y ella
podría llevar a elevar las ganancias de la empresa, porque se podría cubrir los
puestos de trabajo sin atender y la gestión y los empleados podrían organizar
su trabajo más efectiva para cumplir la tarea en más corto tiempo, dice
Spermann”.
Comentario:
En otras palabras intensificar más el trabajo en jornada
concentrada para que estos trabajadores calificados puedan ser exprimidos más
en la propia empresa y por los capitalistas en general. Para que tengan la
posibilidad de tener otro empleo adicional para poder vivir sobre el límite
mínimo. Esa es la libertad que le ofrecen al trabajador, es decir la esclavitud
asalariada empeorada, es decir la libertad del burgués para acrecentar la
explotación. Lo demás es cuento.
Es importante todo lo que hemos visto y comentado hasta aquí y lo
que sigue, pues queda claro la esencia de la explotación del trabajo por el
capital, esto es el tiempo de trabajo gratuito y las dos formas de
incrementarlo (Marx, El Capital, t. I y III) y muestra como su expresión
jurídica, el derecho laboral, es derecho burgués. Muestra también que los
progresos alcanzados en la producción social no sirven a la mayoría sino a unos
cuantos que se apropian de la mayor parte de lo producido por ser los
propietarios de los medios de producción y de vida. El artículo, a
continuación, dice:
“El que la productividad pese al recorte real del tiempo de
trabajo por lo menos podría permanecer estable, se comprueba con grandes
ensayos piloto como en los EEUU e Irlanda, dice el sociologo Windscheid. En
todo caso no hay hasta la fecha ninguna prueba, que una semana de cuatro días
funcione a nivel de toda la sociedad, dice el investigador del IW Schäfer. Pues
para comenzar el retroceso de la producción, que resultaría de la disminución
en un quinto del tiempo de trabajo, debería aumentar un 25 por ciento efectiva
la productividad por hora por cada
trabajador. Ese aumento corresponde al aumento de la productividad general
desde 1998”.
Comentario:
En otras palabras, contra la historia y la realidad, estos
representantes del capital, niegan según lo consigna esta parte del artículo,
que las condiciones están dadas, por eso, todo lo que dicen al respecto
solo es cháchara de economistas
burgueses.
Y, como está ya visto en
los diferentes problemas que se aborda en la lucha de clases del proletariado
-ante la crisis general del padre agonizante, capitalismo monopolista o
imperialismo, y de su hijo el capitalismo burocrático, también en el lecho de
muerte-, está la cuestión femenina.
En este artículo, se discute en cómo incorporar más la fuerza de
trabajo de la mujer a la explotación capitalista. A la vez que, buscan impulsar
una mayor producción y reproducción,de la fuerza de trabajo, disminuyendo la
compensación salarial para ello.
Tener en cuenta, que cunado hablan del trabajo sin discriminación
alguna y la “igualdad de la mujer”, tiene que ver con el trabajo femenino, que
se va a acrecentarse más, esquilmando a sus fuerzas más jóvenes, salarios hasta
la mitad de los varones y contraponer a hombre y mujeres.
Ver el trabajo de la mujer y cómo proteger su especial condición.
No olvidemos que la
protección a trabajo de niños y mujeres se extiende a toda la clase.
Así continua el artículo, dice:
“¿Llevaría la semana de cuatro días a una mayor participación
laboral de las mujeres?
Una semana de cuatro días llevaría a aliviar la carga de los
padres y les abriría una mayor disposición de tiempo, espera la directora
del WSI Kohlrausch. `Puedo concluir de
ello, que esta disposición de tiempo también sería utilizada para una más justa
distribución del tiempo de cuidados’. Eso ha mostrado la pandemia, que los
papás el tiempo ganado por el tiempo de trabajo más corto, lo han usado para
cuidar a sus hijos.
La mujeres no trabajan menos que los hombres, solo que ellas para
el cuidado de los hijos o para el cuidado de los mayores no serían pagadas. Por
eso, podría una mayor participación laboral de las mujeres, como el ministro de
Trabajo Hubertus Hil (SPD) como medio contra la escasez de fuerza de trabajo
especializada o calificada propaga, si en el campo de trabajo de cuidados no
pagado trabajan menos.
`Una semana de cuatro días es para ello una importante condición’,
dice Kohlrausch. El deseo a un tiempo de trabajo estructurado en forma más
flexible no solo se da en la muy mencionada generación “z”, subraya también el
jefe del IZA Jäger”.
Comentario:
Como se ve de los anterior, este ministro de Trabajo, como todos
los representantes de la reacción es cínico y taimado, no habla de retribuir el
trabajo no pagado a la mujer en la producción de la fuerza de trabajo, sino en
que trabaje más en las fábricas para que tenga menos trabajo no pagado. Además,
como si toda la jornada de trabajo en la fabrica fuera pagada.
Antes de continuar, del párrafo citado anterior al último
comentario y lo que sigue, hay que advertir, que que están hablando sobre el
trabajo personal, van a querer replantearlo y ampliarlo. Los representantes
burgueses y sus leyes dicen, que no hay trabajo obligatorio ni gratuito, aunque
se puede contribuir voluntariamente a trabajos, ya hubo el trabajo “por un
Euro. Siempre están planteando como ampliarlo. Leamos:
“Entre los trabajadores de mayor edad hay en todo caso una
creciente necesidad, de poner en armonía la ocupación con trabajo honorifico,
el cuidado de niños o nietos o más tiempo libre. ‘En cuanto a esto, es la
semana de cuatro días un modelo para el futuro entre muchos otros, como los modelos
híbridos o flexibles de cuentas de tiempo de trabajo’, dice Jäger.
En el futuro será también para trabajadores con difíciles
condiciones de trabajo, como en el sector salud, en la logística o en el
comercio, mucho más significativo, modelos de tiempo de trabajo mas atractivos ofrecer. Subraya el
director del Iso Hielscher. Sino será más difícil encontrar fuerza de trabajo y
mantenerla. `En cuanto a eso pertenecen
los temas recorte en el tiempo de trabajo y semana de cuatro días no solo para
las empresas avanzadas, sino también está en la agenda (...)en lo ancho de la
política tarifaria’”.
Comentario;
Esto que dice el artículo, de forma ladina e hipócrita, para nosotros es una necesidad de lucha porla reducción de la jornada de trabajo en las labores más peligrosas y estresantes, etc. Y mejores condiciones de trabajo adecuadas a esas ocupaciones, junto a menos años de trabajo para la jubilación, que debe ser por años trabajados y no por límites de edad o mixtos.
Hemos mencionado solo algunas de las reinvindicaciones que tenemos que levantar y luchar como parte de enarbolar, defender y aplicar la línea de clase en el movimiento obrero y de los trabajadores en general para elevar su conciencia, su organización y sus luchas a lucha por el Poder concretada en guerra popular por la revolución socialista y la dictadura del proletariado.
Algunas citas puntuales de Marx:
El Capital, tomo I, Libro
primero, cap. 14, LA PRODUCCIÓN DEL PLUSVALOR ABSOLUTO Y DEL RELATIVO.
Citamos lo siguiente:
- La producción capitalista no solo es producción de mercancía;
es, en esencia, producción de plusvalor (en la traducción que estamos empleando
para plusvalía, nota nuestra).
- El obrero no produce para sí, sino para el capital. Por tanto,
ya no basta con que produzca en general. Tiene que producir plusvalor.
- Solo es productivo el trabajador que produce plusvalor para el
capitalista o que sirve
para la autovalorización del capital.
- El concepto de trabajador productivo, por ende, en modo alguno
implica meramente una relación entre actividad y efecto útil, entre trabajador
y producto del trabajo, sino además una relación de producción específicamente
social, que pone en el trabajador la impronta de medio directo de valorización
del capital.
- En un primer momento, la producción de plusvalor absoluto y la producción de plusvalor relativo se nos presentaban como dos tipos de producción diferentes, pertenecientes a diferentes épocas de desarrollo del capital.
- La producción de plusvalor absoluto trae aparejado que las condiciones de trabajo, propias de cosas, se transformen en capital y los trabajadores en obreros asalariados; que los productos sean producidos en cuanto mercancías, esto es, producidos para la venta; que el proceso de producción sea al propio tiempo proceso en que el capital consume la fuerza de trabajo, y por tanto esté sometido al control directo de los capitalistas; finalmente, que se prolongue el proceso de trabajo, y por tanto la jornada laboral, más allá del punto en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo.
- Una vez supuestas las condiciones generales de la producción de mercancías, la producción del plusvalor absoluto consiste simplemente, por un lado, en la prolongación de la jornada laboral más allá de los límites del tiempo de trabajo necesario para la subsistencia del propio obrero, y por otro en la apropiación del plustrabajo por el capital.
- La producción del plusvalor absoluto únicamente presupone la
subsunción formal del trabajo en el capital.
- La producción del plusvalor relativo presupone la producción del
plusvalor absoluto, y por ende también la forma general adecuada de la producción
capitalista. Su finalidad es el acrecentamiento del plusvalor por medio de la
reducción del tiempo de trabajo necesario, Independientemente de los límites de
la jornada laboral. El objetivo se alcanza mediante el desarrollo de las
fuerzas productivas del trabajo. Ello trae aparejada, empero, una revolución
del proceso laboral mismo. Ya no alcanza con prolongarlo: es necesario darle
una nueva configuración.
- Prolongación de la jornada laboral más allá del punto en que el obrero solo ha producido un equivalente por el valor de su fuerza de trabajo y apropiación de ese plustrabajo por el capital; en esto consiste la producción del plusvalor absoluto. Constituye la misma el fundamento general del sistema capitalista y el punto de partida para la producción del plusvalor relativo.
- En esta última, la jornada laboral se divide de antemano en dos fracciones: trabajo necesario y plustrabajo. Con vistas a prolongar el plustrabajo, el trabajo necesario se abrevia mediante diversos métodos, gracias a los cuales se produce en menos tiempo el equivalente del salario.
- La producción del plusvalor absoluto gira únicamente en torno a la extensión de la jornada laboral; la producción del plusvalor relativo revoluciona cabal y radicalmente los procesos técnicos del trabajo y los agrupamientos sociales.
- La producción del plusvalor relativo, pues, supone un modo de producción específicamente capitalista, que con sus métodos, medios y condiciones solo surge y se desenvuelve, de manera espontánea, sobre el fundamento de la subsunción formal del trabajo en el capital. En lugar de la subsunción formal, hace su entrada en escena la subsunción real del trabajo en el capital. los métodos para la producción del plusvalor relativo son, al propio tiempo, métodos para la producción del plusvalor absoluto.
-Es más, la prolongación desmesurada de la jornada laboral se presenta como el producto más genuino de la gran industria. En general, no bien se apodera totalmente de un ramo de la producción, y aun más cuando se ha adueñado de todos los ramos de producción decisivos, el modo de producción específicamente capitalista deja de ser un simple medio para la producción del plusvalor relativo. Se convierte ahora en la forma general, socialmente dominante del proceso de producción.
-Como método particular para la producción de plusvalor relativo
únicamente opera: primero, en tanto se apodera de industrias que hasta entonces
solo estaban subordinadas formalmente al capital, esto es, en su propagación;
segundo, en tanto los cambios en los métodos de producción revolucionan
continuamente las industrias que ya habían caído en su órbita.
- Desde cierto punto de vista, la diferencia entre el plusvalor absoluto y el relativo parece ser enteramente ilusoria. El plusvalor relativo es absoluto, pues trae aparejada una prolongación absoluta de la jornada laboral, por encima del tiempo de trabajo necesario para la existencia del obrero mismo. El plusvalor absoluto es relativo, pues condiciona un desarrollo de la productividad laboral que permite confinar el tiempo de trabajo necesario a una parte de la jornada laboral.
- Pero si tenemos en cuenta el movimiento del plusvalor, esa apariencia de identidad se desvanece [g]. Dados la fuerza productiva del trabajo y su grado normal de intensidad, solo es posible aumentar la tasa del plusvalor por medio de la prolongación absoluta de la jornada laboral; por otra parte, dados los límites de la jornada laboral, solo es posible aumentar la tasa del plusvalor por medio del cambio relativo de las magnitudes de sus componentes, el trabajo necesario y el plustrabajo, lo que a su vez, si el salario no ha de descender por debajo del valor de la fuerza de trabajo, presupone un cambio en la productividad o intensidad del trabajo.
- Si el trabajador necesita todo su tiempo para producir los
medios de subsistencia imprescindibles para el sustento de sí mismo y de su
prole, no le quedará ningún tiempo para trabajar gratuitamente en beneficio de
terceros.
- Sin que se haya alcanzado cierto grado de productividad en el trabajo no habrá tal tiempo disponible para el trabajador; sin ese tiempo sobrante no habrá plustrabajo ni, por tanto, clase capitalista alguna.
- Cierto elevado nivel de la productividad del trabajo, pues, es en general una condición para la existencia de la producción capitalista, así como de todos los modos de producción anteriores en los que una parte de la sociedad no trabajaba solamente para sí misma, sino también para los demás.
- No bien el modo capitalista de producción ha quedado establecido,
convirtiéndose en el modo de producción general, la diferencia entre el
plusvalor absoluto y el relativo se hace tangible tan pronto como se procura
acrecentar la tasa del plusvalor. Si partimos del supuesto de que la fuerza de
trabajo se paga a su valor, nos encontramos entonces ante esta alternativa.
Continuará...