Jailson de Souza
31 Janeiro 2019
Foto: Christian Hartmann / Reuters
El alcalde de Montpellier, en Francia, acusó al Partido Comunista Maoísta de Francia (PCmF) de estar detrás de los episodios de revuelta popular generalizada en la región. La acusación viene después de la 11ª protesta de los chalecos amarillos, que tuvo lugar en la ciudad el 26 de enero reuniendo a más de 2.000 personas.
Las protestas, iniciadas en noviembre de 2018 contra el alza de los combustibles y otras medidas antipopulares adoptadas por el gobierno reaccionario de Emmanuel Macron, mientras mantenía exenciones fiscales e incentivos para la burguesía imperialista francesa y la oligarquía financiera.
Las medidas de Macron, afectando directamente el salario de las masas populares, fueron enfrentadas por las protestas. Desde entonces, tradicionalmente los sábados, ocurren las jornadas de luchas de los chalecos amarillos (accesorio obligatorio en Francia para conductores de vehículos).
El alcalde de Montpellier, en Francia, acusó al Partido Comunista Maoísta de Francia (PCmF) de estar detrás de los episodios de revuelta popular generalizada en la región. La acusación viene después de la 11ª protesta de los chalecos amarillos, que tuvo lugar en la ciudad el 26 de enero reuniendo a más de 2.000 personas.
Las protestas, iniciadas en noviembre de 2018 contra el alza de los combustibles y otras medidas antipopulares adoptadas por el gobierno reaccionario de Emmanuel Macron, mientras mantenía exenciones fiscales e incentivos para la burguesía imperialista francesa y la oligarquía financiera.
Las medidas de Macron, afectando directamente el salario de las masas populares, fueron enfrentadas por las protestas. Desde entonces, tradicionalmente los sábados, ocurren las jornadas de luchas de los chalecos amarillos (accesorio obligatorio en Francia para conductores de vehículos).
Los maoistas elevan la lucha de las masas
Los maoístas, que han actuado en la jornada de lucha de los "chalecos amarillos", bregan por dar una dirección revolucionaria a las protestas, mostrando a las masas el camino de la Revolución Socialista a ser conquistada por medio de la guerra popular, para la que-difunden los maoísta-, se hace necesario construir los tres instrumentos fundamentales de la revolución (Partido, Ejército Popular y Frente Único Revolucionario).
El 10 de enero, el PcmF emitió un pronunciamiento titulado 'Chalecos amarillos' - el fin de la impotencia, en el que evalúan que "el movimiento, que continúa y se profundiza, es un punto de giro histórico en términos de combatividad y masividad".
"Los" chalecos amarillos "representan un retorno brutal y triunfante de la lucha de clases en las vidas diarias de los burgueses. Ellos esperaban continuar como si nada hubiera pasado. Y hoy, ellos se ven obligados a decir que 'la República está amenazada'. ¡Sí, no están equivocados! Esta República burguesa no nos pertenece y puede morir sin ninguna restricción. Desde la Comuna, sabemos que esta República asesina al pueblo cuando se levanta, que es una herramienta de la clase dominante y parasitaria. ", Afirman los maoístas franceses.
Para los maoístas, el movimiento espontáneo de masas trae aspiraciones mucho más allá de reivindicativas. "Al rechazar a todos los 'responsables', medios de comunicación y autoridades electas, los 'chalecos amarillos' plantean cuestiones fundamentales y, principalmente, la de Poder. Del Poder para el pueblo, de una República roja. Los comunistas revolucionarios no defienden el caos, ni el retorno a un pasado disfrazado, sino el establecimiento de un nuevo orden, construido y dirigido por la clase que produce toda la riqueza: la clase obrera. Pero el camino para llegar allí es largo. La situación actual no puede llevar a una insurrección, no debemos tener ilusiones sobre eso.
"Aquí estamos ante una época de tempestades que sacuden las bases del viejo mundo. Esta es una perspectiva intoxicante y asustadora, pues implica grandes cambios. La era de negación y del espectáculo político acabó: hoy, debemos erguir y llevar la bandera roja para elevar la ofensiva revolucionaria. ", anuncia el Partido.
Los maoístas, que han actuado en la jornada de lucha de los "chalecos amarillos", bregan por dar una dirección revolucionaria a las protestas, mostrando a las masas el camino de la Revolución Socialista a ser conquistada por medio de la guerra popular, para la que-difunden los maoísta-, se hace necesario construir los tres instrumentos fundamentales de la revolución (Partido, Ejército Popular y Frente Único Revolucionario).
El 10 de enero, el PcmF emitió un pronunciamiento titulado 'Chalecos amarillos' - el fin de la impotencia, en el que evalúan que "el movimiento, que continúa y se profundiza, es un punto de giro histórico en términos de combatividad y masividad".
"Los" chalecos amarillos "representan un retorno brutal y triunfante de la lucha de clases en las vidas diarias de los burgueses. Ellos esperaban continuar como si nada hubiera pasado. Y hoy, ellos se ven obligados a decir que 'la República está amenazada'. ¡Sí, no están equivocados! Esta República burguesa no nos pertenece y puede morir sin ninguna restricción. Desde la Comuna, sabemos que esta República asesina al pueblo cuando se levanta, que es una herramienta de la clase dominante y parasitaria. ", Afirman los maoístas franceses.
Para los maoístas, el movimiento espontáneo de masas trae aspiraciones mucho más allá de reivindicativas. "Al rechazar a todos los 'responsables', medios de comunicación y autoridades electas, los 'chalecos amarillos' plantean cuestiones fundamentales y, principalmente, la de Poder. Del Poder para el pueblo, de una República roja. Los comunistas revolucionarios no defienden el caos, ni el retorno a un pasado disfrazado, sino el establecimiento de un nuevo orden, construido y dirigido por la clase que produce toda la riqueza: la clase obrera. Pero el camino para llegar allí es largo. La situación actual no puede llevar a una insurrección, no debemos tener ilusiones sobre eso.
"Aquí estamos ante una época de tempestades que sacuden las bases del viejo mundo. Esta es una perspectiva intoxicante y asustadora, pues implica grandes cambios. La era de negación y del espectáculo político acabó: hoy, debemos erguir y llevar la bandera roja para elevar la ofensiva revolucionaria. ", anuncia el Partido.