Ante la agresión imperialista, los pueblos del mundo debemos combatir y resistir
El imperialismo yankee, principal enemigo de los pueblos del mundo apunta sus armas hoy contra el pueblo Venezolano. Con el viejo discurso de “llevar la democracia” preparan la intervención contra uno de los principales productores de petróleo del mundo: Venezuela. Como en Irak, Afganistán, Siria y Palestina, está demostrado que la “democracia” y el bienestar del pueblo es lo que menos le importa, su prioridad es garantizar el control hegemónico de las reservas de crudo y someter económica y políticamente a esta Nación. Así mismo, en lo corrido de esta semana se ha intensificado la campaña mediática de los medios de comunicación controlados por la gran burguesía. En Colombia los medios repiten una y otra vez que la situación humanitaria demanda la ayuda inmediata, que existen pruebas de la presencia de ELN, EPL y disidencias de las FARC en varios estados de Venezuela, todo para justificar ante el pueblo la actitud arrodillada y servil del gobierno Colombiano al imperialismo, que como buen lacayo dispone territorio y tropas para que su amo ejecute su plan de muerte y dominio.
Ante la inminente intervención militar que se cierne sobre Venezuela diferentes sectores convocaron este 7 de febrero una acción de protesta frente a la embajada de EEUU en Colombia, en la ciudad de Bogotá. Allí estuvieron presentes también organizaciones revolucionarias que a la consigna de “no a la guerra si a la paz” contrapusieron “ante la agresión imperialista, llamamos al pueblo a que resista” dejando claro que no se trata de negar una crisis de hambre y miseria, tampoco de respaldar a la facción de la Gran Burguesía Venezolana que ha gobernado los últimos 19 años y que ha hecho tanto daño al pueblo Venezolano en nombre del socialismo, sino se trata de unir las fuerzas del pueblo Venezolano y Colombiano para oponerse y resistir a la invasión imperialista, pues como lo enseña el ejemplo de la revolución China, la contradicción principal cambia cuando se desata una guerra de agresión, siendo el enemigo principal el invasor imperialista y por tanto es el deber de los revolucionarios unir todas las fuerzas para enfrentar la ocupación y sacar al imperialismo como ocurrió en la guerra de resistencia contra el Japón.
Con arengas y pancartas visibilizaron a los transeúntes de este sector central de la ciudad que la ayuda humanitaria es solo la cortina de humo de los intereses de saqueo y dominación del imperialismo estadounidense, y que al pueblo le corresponde unirse, sin olvidar quiénes son las clases dominantes y a quién le sirven. Posteriormente realizaron el bloqueo de uno de los carriles de la Avenida El Dorado, una de las principales vías que atraviesa la ciudad de oriente a occidente, allí quemaron la bandera de EEUU al unísono de “yankees fuera” enarbolando la beligerancia y combatividad que enardece el sentimiento antiimperialista.