CARLOS OLIVEIRA
En la imagen: Pueblo peruano
protesta contra la masacre de La Cantuta, cometida durante el régimen de
Fujimori. / Policía reprime protesta popular contra la masacre de La Cantuta. /
El cuerpo de un ciudadano transportado después de la masacre de Barrios Altos.
/ Marcha fúnebre de miles de masas tras la masacre de Barrios Altos. / Alberto
Fujimori saluda a Nicolás Hermoza Ríos durante el Día de las Fuerzas Armadas en
el Cuartel General del Ejército. Foto: Y Base de datos
El Tribunal Constitucional
del Perú (TC), en connivencia con todas las instituciones del viejo Estado
peruano, ordenó, el pasado 17 de marzo, la liberación del expresidente fascista
y genocida Alberto Fujimori.
El TC restableció los efectos
de la Resolución Suprema 281-2017-JUS del 24 de diciembre de 2017, que otorgó
el indulto humanitario y ordenó la libertad de Fujimori. Esta es la segunda vez
que se le concede la libertad. En diciembre de 2017, a través del indulto
humanitario que ahora ha sido restituido, salió de prisión, pero un año después
tuvo que volver a prisión luego de que la justicia anulara el indulto
presidencial.
Como afirma la Asociación Nueva Democracia - Alemania, el fascista, genocida y vendepatria Fujimori será liberado en unos días después de pasar 15 años resguardado en varios lugares que, más que lugares para que el genocida pague por los crímenes cometidos contra la pueblo peruano, eran verdaderos hoteles y clínicas de lujo, como "la cárcel" de la Dirección Nacional de Operaciones Especiales de la Policía, un salón de 800 metros cuadrados desde donde con todas las comodidades y lujos continuaba dirigiendo su partido (Fuerza Popular - FP) y sus actividades familiares y sociales, recibiendo cientos de visitantes. Esta situación se hizo aún más favorable para Fujimori bajo el gobierno reaccionario encabezado por el oportunista Pedro Castillo.
La Asociación denuncia que el
juicio a Fujimori fue realizado por el Ministerio Público y un Tribunal
designado específicamente para el caso, es decir, un simulacro. Además, no se
cumplió la sentencia de “crímenes de lesa humanidad” por los crímenes de La
Cantuta y Barrio Altos.
El expresidente del Poder
Judicial, el revisionista Duberlí Rodríguez, declaró en su momento que el
tribunal no condenó al expresidente Fujimori por “crímenes de lesa humanidad”,
sino simplemente por los delitos comunes tipificados como homicidio, etc.
Esto no ocurrió por un simple
error de procedimiento, como lo justifican las altas esferas del poder
judicial, sino porque su sentencia ya había sido premeditada y planeada por el
imperialismo yanqui allá por el año 2000, en la llamada Mesa DE CONCERTACIÓN de la
Organización de Estados Americanos.(OEA). Los fiscales y los jueces
fueron elegidos a dedo. Sus nombres y currículos de carrera legal se enumeraron
allí para que pudieran ser elegidos.
Si hubiera habido alguna
falla en el proceso para condenarlo por un crimen de lesa humanidad, hasta que
se confirmó la sentencia, se podría haber ordenado al Ministerio Público que
ajustara la acusación de acuerdo con lo que había en el proceso, sin más. Esto
debieron haberlo hecho los jueces, pero cuando no lo hicieron, estaban dejando
el camino abierto para la liberación de Fujimori en el momento y circunstancias más convenientes.
Si bien Fujimori no ha sido
condenado por un crimen de lesa humanidad, el espectáculo montado por el
monopolio DE LA PRENSA, las ONG y la presencia de abogados de los llamados “derechos
humanos” sugirieron a las masas que así habría sido. Habiendo sido una maniobra
de toda la reacción para, al fin y al cabo, liberar a Fujimori de todos sus
crímenes.
“La farsa del juicio por 'LESA humanidad' contra este genocida, la farsa de la condena por 'LESA humanidad', la farsa de los medios de comunicación, la farsa de los abogados de 'derechos humanos', la farsa de las ONG y la complicidad de los abogados revisionistas, capitulacionistas y ratas de la LOD [Línea Oportunista de Derecha] confundieron y mintieron a los familiares de los héroes del pueblo”, dice la Asociación Nueva Democracia.
EL PAPEL DEL GENOCIDA
OPORTUNISTA PEDRO CASTILLO
El oportunista Pedro Castillo
acudió a las redes sociales a fingir estar conmocionado por la decisión de
liberar a Fujimori. Sin embargo, la Asociación DE Nueva Democracia señala que
el momento y las circunstancias son propicios y elegidos por reacción: el
segundo juicio político contra Pedro Castillo Terrones, que no fue aprobado.
“Entonces se suelta la
'sentencia del TC', cociNAda y guardada durante mucho tiempo, y tiene que
asumirla porque eso es lo que le imponen los que lo mandan y lo títIRITEAN [las
clases dominantes], eso es PARA lo que el imperialismo, la la gran burguesía
CON El servicio del oportunismo y del revisionismo de todas las formas lo puso
allí. Este maldito oportunista genocida toma ahora la cabeza de este viejo
estado de opresión para 'legitimar' el indulto a su compañero genocida
Fujimori, pues en septiembre le tocó asumir con profundo odio DE claSE
REACCIONARIO la consumación del ASESINATO del Presidente Gonzalo, el más grande
marxista-leninista-maoísta de la actualidad”, asevera.
Finalmente, la Asociación Nueva Democracia declara que sólo el pueblo con Guerra Popular hará justicia al pueblo y castigará a sus verdugos y genocidas.
LOS CRÍMENES DE FUJIMORI
En su frenesí contrarrevolucionario -que pretendía poner fin a la heroica Guerra Popular en el Perú, dirigida por el Partido Comunista del Perú (PCP), ya en equilibrio estratégico-, el presidente fascista y genocida Alberto Fujimori, luego de realizar un auto- golpe de estado de 1992, encabezó el viejo Estado peruano.
Aplicando los planes del imperialismo yanqui para tratar a toda costa de aniquilar la Guerra Popular, Fujimori manejó y promovió innumerables grupos paramilitares de mercenarios y verdugos del pueblo, como las llamadas "rondas campesinas" (en las que Pedro Castillo, actual presidente , participó) y el Grupo Colina, famoso por su brutalidad y conexión directa con el Ejército Peruano. Estos grupos reaccionarios sometieron a las masas peruanas a todo tipo de terror de Estado, desde secuestros, torturas y masacres.
Una de las masacres promovidas por Fujimori fue la masacre de Barrios Altos, una favela de Lima, en 1991. En este terrible hecho, agentes del Grupo Colina invadieron una fiesta popular que se realizaba en la casa de una familia y balearon a decenas de personas. Quince personas murieron, incluido un niño de 8 años, y cuatro personas resultaron heridas. La justificación de la masacre fue que allí había militantes del PCP.
La masacre de La Cantuta (1992), también en Lima, involucró a un profesor universitario y nueve estudiantes de la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle de Lima, todos secuestrados y desaparecidos. La justificación también habría sido que los estudiantes y el profesor serían militantes de la universidad con una larga historia de lucha popular, por la lucha de las masas estudiantiles.
El genocida Fujimori no fue condenado ni por estos ni por muchos otros crímenes de lesa humanidad que cometió y dirigió, crímenes contra el pueblo que ni siquiera fueron mencionados por la corte reaccionaria como tales, sino simplemente como “homicidio”. La justicia reaccionaria en Perú también ignora los asesinatos de al menos 52 prisioneros de guerra del PCP en las cárceles, cientos de otras masacres cometidas por el Grupo Colina (como la de Pativilca), la esterilización forzada de 272.000 mujeres y 21.000 hombres del pueblo. , vistos como generadores de nuevas guerrillas, entre muchos otros.
Fue también bajo el gobierno de Fujimori que el Dr. Abimael Guzmán Reynoso, Presidente Gonzalo, Jefe del Partido Comunista del Perú y de la Revolución Peruana, reconocido como tal y querido por las masas peruanas.
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