4. March 2022
DESCARGAR PDFIMPRIMIR DOCUMENTO
¡Proletarios de todos los países, uníos!
NUESTRA POSICIÓN CONTRA LA GUERRA IMPERIALISTA DE AGRESIÓN DEL IMPERIALISMO
RUSO CONTRA UCRANIA
La agresión del imperialismo ruso
contra Ucrania es una guerra de agresión injusta, la agresión criminal de una
superpotencia atómica contra un país oprimido. Así, se expresa nuevamente la
contradicción principal de nuestro tiempo, imperialismo-naciones oprimidas,
esto es lo que acontece y no otra cosa. No hay que dejarse confundir.
El Tercer Pleno del Partido
Comunista del Perú estableció correctamente, que:
“Para ver
esto hay que recordar o volver a estudiar lo que dice el Presidente
Mao sobre la contradicción (en el tomo I, en la página 354 y en la siguiente), él
dice así: “En un país semicolonial como China, la
relación entre la contradicción principal y las contradicciones no principales
ofrece un cuadro complejo”; y nos plantea tres posibilidades: la
primera es “Cuando el imperialismo desata una guerra de agresión
contra un país así, las diferentes clases de éste, excepto un pequeño número de
traidores, pueden unirse temporalmente en una guerra nacional contra el
imperialismo”, ésa es la primera, eso es así, cuando los imperialistas
desatan una guerra de agresión, invaden un país, entonces obviamente se invade,
cuando Japón invade China, cuando Japón invade Corea o cuando Estados Unidos
invade Vietnam o cuando el socialimperialismo que dirigía en la URSS invade Afganistán,
ahí la contradicción es nación-imperialismo, pero lo que diferencia es la
agresión, va a conquistar, sojuzgar, por sus interés mundial de lo que fuere, o
sea ahí no se presenta que hay una revolución, ése es el tercer caso, o
sea cuando hay una agresión de acuerdo con sus contiendas mundiales ataca un
país y se posesiona de él, es la primera, dice”.
Después de tratar las otras dos
posibilidades, que no es el caso referirse aquí, el Presidente Gonzalo concluye
sobre la primera posibilidad resumiendo así:
“…cuando el
imperialismo invade, desata agresión sin que haya una revolución, era un caso
predominante en el siglo anterior que hacían todas las grandes potencias y se
da en este siglo cuando no hay una revolución pero el imperialismo por sus
contiendas hegemónicas lleva a esto, así se da“.
En consecuencia el presente caso, la
cuestión es, que con la invasión del imperialismo ruso a Ucrania, la
contradicción nación-imperialismo se ha convertido en la principal
contradicción dentro de Ucrania. Por lo tanto, es posible, es decir, necesario
para nosotros, que las diferentes clases de este país, excepto un pequeño
número de traidores, pueden unirse temporalmente en una guerra nacional contra
el imperialismo. La compleja situación entre las (super)potencias imperialistas,
las naciones oprimidas y los podridos regímenes de los vendedores de la patria,
en combinación con la extensa propaganda de las distintas partes involucradas,
que se viene dando desde hace años, alberga la posibilidad de perder la
orientación. Debemos cuidarnos de esto y enfatizar claramente el carácter de
clase y la principal contradicción sin perder de vista la tercer contradicción,
es decir la de la contienda imperialista.
Esta guerra de agresión del
imperialismo ruso contra Ucrania es el resultado de la disputa hegemónica con
el imperialismo yanqui tras décadas de cerco a Rusia por parte del imperialismo
yanqui, con sus “aliados” en la OTAN y sus constantes intentos de destruir las
capacidades nucleares rusas. Esa es la otra contradicción que se expresa en el
desarrollo actual, es la contradicción interimperialista.
La invasión directa de Ucrania por
el imperialismo ruso es consecuencia de un desarrollo que comenzó con el
revisionista Jruschov y la restauración del capitalismo en la antigua Unión
Soviética socialista -aquí la transformación de Ucrania en una semicolonia del
socialimperialismo- hasta la quiebra de revisionismo y la disolución de la
Unión Soviética, es decir, lucha imperialista, sin revolución, sin verdadera
independencia, sino solo un cambio de manos: una interacción compleja de los
diferentes intereses de las superpotencias y potencias imperialistas, naciones
oprimidas y regímenes podridos de traidores, corruptos, agentes de los
diferentes potencias, etc.
En el proceso que precedió a la
guerra actual, es evidente para todos que y cómo los imperialistas yanquis, en
confabulación con los imperialistas británicos, franceses y alemanes,
utilizando especialmente a Polonia, practicaron la subversión contra el régimen
de Yanukovych, iniciaron y dirigieron el Euromaidán, iniciarn y manejaron el
nuevo régimen ucraniano que los empujó cada vez más al conflicto con Rusia con
todos los medios posibles. Asimismo, las acciones de los yanquis y sus
“aliados”, el cerco cada vez mayor de Rusia, con el objetivo final de
neutralizar su arsenal nuclear y finalmente llevar a Rusia a la rendición y
sometimiento, han atacado al imperialismo ruso precisamente a través de estos
manejos de Zelensky. Lo que amenazaba sus propias fronteras. La propuesta rusa
de un acuerdo para repartirse el botín en diciembre pasado se abandonó porque
los yanquis, en su estrategia anti-Rusia, tenían más tiempo para considerar el
desarrollo interno principal de Rusia, el posicionamiento de diferentes grupos
de las diferentes facciones y grupos de las clases dominantes allí, para
esperar y ver en esta situación difícil y extremadamente tensa para registrar
los resultados de los últimos desarrollos. Repetimos: la Rusia imperialista
está a la defensiva pues no ha tenido la recuperación que esperaban en el
presente siglo después de la disolución del imperios soviético revisionista, en
esa situación defensiva realizan acciones ofensivas, como ahora con la invasión
de Ucrania, para ganar la iniciativa. Esta es una condición necesaria para que
no se hundan más.
En esta compleja situación como la
descrita anteriormente, lo que tenemos que propagandizar, “es que la guerra
popular es la forma que corresponde a la lucha revolucionaria. Sin embargo las
guerras revolucionarias, que se den, o las luchas armadas que se den que no se
sujetan a la guerra popular, (merecen nuestro apoyo) en cuanto no dependan de
potencias o superpotencias. Algunos nos dicen cómo van a vencer sino tienen el
apoyo de nadie. Precisamente no queremos ese apoyo que lo que hacen es pasarnos
de unas manos explotadoras a otras“ PCP, Poner en Marcha el MRDP,
noviembre-diciembre 1987.
Subrayamos: el invasor es el
imperialismo ruso, el botín en disputa es la nación oprimida de Ucrania. No
podemos ni debemos aceptar eso. Nunca. En consecuencia, corresponde enarbolar
la justa consigna antiimperialista: ¡Muerte al invasor! Deseamos y apoyamos,
ante todo, la derrota del criminal invasor imperialista ruso, Al mismo tiempo,
deslindamos con el régimen lacayo de los imperialistas yanquis – ningún apoyo
al régimen de Zelensky. Además, rechazamos consecuentemente toda injerecia o
intervención directa o indirecta de las demás potencias imperialistas.
El pueblo ucraniano debe, puede y se
liberará con sus propios esfuerzos, sudor y sangre con el apoyo franco e
irrestricto del proletariado internacional y los pueblos del mundo. Para ello,
nuestra clase en Ucrania debe reconstituir su Partido Comunista como Partido
Comunista marxista-leninista-maoísta, militarizado, heredero del grande y
glorioso PCUS, el partido de Lenin y Stalin. Sólo un partido así, ¡opuesto y
contrario a todos los partidos burgueses! – puede conducir realmente a la
victoria la lucha de liberación nacional como parte de la lucha por la
revolución socialista (contrarrestauración) y llevar ante la justicia del
pueblo a los criminales manchados con la sangre de la clase y el pueblo.
Nuestra solidaridad es con el pueblo ucraniano y su resistencia. Su armamento
es correcto, necesario e importante. Deben formar sus propios destacamentos
militares. Defendemos la amistad fraternal de los pueblos ucraniano y ruso
contra los chovinistas de “gran ruso”. Los pueblos ucraniano y ruso son
hermanos y como tales fueron los vencedores del fascismo alemán y los
constructores del socialismo bajo la dirección del camarada Stalin. Nuestra
clase tanto en Rusia como en Ucrania tiene la tarea de dirigir la revolución
socialista proletaria como contrarrestauración a través de la guerra popular.
Pero el proletariado y el pueblo ucraniano tienen una tarea como nación
oprimida, ésta es liberarse del yugo del imperialismo, ahora a aplastar a los
invasores imperialistas rusos.
Frente a la invasión de la
superpotencia atómica rusa, las masas en Ucrania están movilizadas y activas,
pero carecen de un liderazgo y una dirección justa y correcta. Distinguiendo a
los verdaderos patriotas de los agentes de las potencias extranjeras,
practicando la independencia, autosostenimiento y basándose en sus propios
esfuerzoa sumados a la solidaridad del proletariado internacional zy los
pueblos del mundo, practicando una correcta política de frente único con todos
los que estén dispuestos a luchar contra el invasor y la verdadera
independencia de Ucrania, el pueblo ucraniano se liberará del yugo
imperialista. Debemos apoyar vigorosamente este impulso de las masas. Y a los
camaradas, los verdaderos patriotas de Ucrania, les gritamos: tomen las armas
que están distribuyendo, expulsen a los invasores y conquisten sus armas
también. Entonces, la guerra se vuelve contra los vendepatria y lleva a
establecer su propio Estado. Rechazar los llamados de ayuda del imperialismo
yanqui, la superpotencia imperialista hegemónica única, autoproclamado gendarme
mundial y enemigo principal de los pueblos del mundo, sus “aliados” de la OTAN
o de los imperialistas alemanes, franceses, ingleses, en especial su ayuda
militar y económica, porque es la entrega del país a manos de otros
imperialistas. Quien hace este llamado no es un verdadero patriota, es
simplemente un agente de potencias extranjeras. La lucha puede ser dura y
prolongada, pero victoriosa; esa es la única forma de una verdadera guerra
patriótica para una Ucrania independiente. No debemos dejar que el tigre entre
por la puerta trasera cuando luchamos contra el oso por la puerta principal.
Al mismo tiempo, por supuesto,
también deben desenmascararse las mentiras cínicas e hipócritas de los jefes de
la OTAN, que balbucean sobre un punto de inflexión que supuestamente representa
esta guerra, pero qué paz han traído a los pueblos de Yugoslavia, qué paz
tienen las masas en Donbass vistas desde 2014? La Pax Americana no significa
otra cosa que guerra, en todas partes del mundo, también en Europa.
Están conmocionados, afirman, pero
la OTAN, es decir, los yanquis, en persona de Joe Biden, han arrojado a Ucrania
al imperialismo ruso. Pugna y colusión, la pugna es absoluta y la colusión
temporal y relativa, pero sobre todo conspiración en este momento. No en vano,
el régimen de Biden está trabajando en una línea directa militar con los rusos,
un “canal secundario de comunicación” entre el general estadounidense Mark
Milley, el general ruso Valery Gerasimov y el general estadounidense Tod
Wolters para la OTAN, para “permitir a los funcionarios de ambos países
intercambiar información”.
La guerra en sí no significa que la
colusión ya no existe. Esta, en el plano general es todavía prevalece, por eso
no estamos ante una tercera guerra mundial, porque ningún imperialista está en
condiciones de iniciarla todavía, porque subsiste el equilibrio estratégico
entre la superpotencia hegemónica única, el imperialismo yanqui, y la superpotencia
atómica, el imperialismo ruso; todavía no se ha terminado el período de la
historia universal de la contienda entre amos imperialismos y la lucha contra
ellos. Pero en cualquier punto caliente, como este de Ucrania en la actualidad,
se puede encender la chispa de la tercera guerra mundial.
Según el propio Putin, el
imperialismo ruso no conquistará Ucrania: “Al mismo tiempo, nuestros planes no
incluyen la ocupación de territorios ucranianos”. ¿Por qué? No porque no
quiere, sino porque no puede. ¡Eso es imposible! Démonos cuenta del peso de las
masas. Ninguna potencia imperialista, por más arsenal militar que tenga a su
disposición, no puede conquistar megaciudades en su contra sin aceptar enormes
pérdidas humanas y materiales. Y la propia situación interna de los
imperialistas rusos no lo permite. Recordemos el desastre en curso en Irak y,
en particular, la victoria del pueblo afgano el año pasado: 20 años de
ocupación y bombardeos terroristas no pudieron doblegar la voluntad de lucha de
las masas. Además, existe el conocimiento de la Segunda Guerra Mundial, ambos
bandos, especialmente los oficiales superiores, también se conocen de
Afganistán. Incluso dentro de Rusia, mientras vemos las emergentes protestas
contra la guerra contra la matanza de hermanos, la administración de Putin solo
tiene un margen de maniobra limitado. Por eso no le ha llamado con su nombre
propio de guerra, sino con el eufemistico de “operación militar”.
Esta es la trampa en la que cayó
Putin. Una acción un tanto desesperada para aflojar al menos un poco la soga
que le aprieta el cuello, con la esperanza de ganar algo. En el mejor de los
casos, un Manchuko ruso en el sur y el este de Ucrania, al menos un
amortiguador neutral entre él y la OTAN. Después de una semana de guerra, está
claro que se han desarrollado algunos imponderables contra Rusia. Las cosas no
están progresando tan rápido como se planeó y se esperaba, especialmente en el
este, e incluso si reclaman la soberanía aérea, el régimen ucraniano aún puede
llevar a cabo acciones al menos aisladas. Se dice que decenas de aviones y
helicópteros rusos han sido derribados, e incluso los misiles de crucero
cuestan una fortuna. Además, los yanquis y sus cómplices parecen estar armando
a Ucrania para una guerra urbana prolongada. Además de las sanciones, son estos
costos ruinosos de la guerra los que se desarrollan en el espíritu mismo del
imperialismo yanqui.
Incluso si se habla mucho de un
punto de inflexión, la situación en el mundo (todavía) no ha cambiado
fundamentalmente, incluso con la injusta guerra de agresión. Insistimos. Sin
embargo, el debilitamiento del imperialismo ruso no solo les hace el juego a
los yanquis y sus cómplices. China podría beneficiarse aún más de esto.
En el área de la economía, parece
evidente una cooperación chino-rusa más estrecha en el área de las
exportaciones de materias primas de Rusia a China y la exportación de productos
semiacabados y finales de China a Rusia. Los propios chinos están celebrando la
“desdolarización” del comercio chino-ruso, que está impulsando enormemente al
yuan. Pero, los expertos se muestran excepticos sobre la significación de esto
para ambas economías sujetas al dominio del dólar. Por eso el diario El País
del 03 de marzo 2021, publica un artículo donde al respecto dice que China puede
tenderle un salvavidas a Rusia pero no salvarla. Todas estas medidas de
“desdolarización” son más propaganda que efectivas, pues el orden mundial por
el cual se ha impuesto la llamada economía del dólar es el orden emanado de la
Segunda Guerra Mundial, un nuevo orden económico solo puede surgir de una nueva
guerra mundial, con una nueva superpotencia hegemónica en remplazo del
imperialismo yanqui. Pero nosotros estamos seguros, que en ese caso, no será
posible más la existencia del imperialismo pués la guerra popular mundial lo
barrerá.
En la esfera política, sí vemos una
postura neutral del socialimperialismo chino sobre la guerra de Ucrania en el
Consejo de Seguridad de la ONU. Sin embargo, se envían “fuertes señales al
mundo de que las relaciones y la confianza entre China y Rusia son tangibles y
firmes a pesar de los intentos occidentales liderados por Estados Unidos de
sembrar la discordia entre ellos utilizando la crisis”. Al grano: “Xi dijo que
China apoya a Rusia en la solución del problema…”. China y Rusia han sufrido un
traspiés en la última Asamblea General de la ONU para tratar la agresión a
Ucrania donde inclusive muchos países africanos muy ligados a China
socialimperialista han votado condenando la agresión rusa. Esto le pone
dificultades a su avance en África.
La inundación sobreviniente de armas
en Europa es un aspecto interesante del desarrollo actual, especialmente la
distribución incontrolada de rifles de asalto en grandes cantidades a
cualquiera que pueda portar un arma, sin registro ni nada. Al mismo tiempo, una
mayor militarización, especialmente de la UE y, por lo tanto, principalmente de
la RFA. El presidente de la Comisión Europea de Alemania, von der Leyen, dijo:
“Por primera vez, la Unión Europea financiará la compra y entrega de armas y
otros equipos a un país que está bajo ataque. Este es un momento decisivo”.
¡Punto de inflexion! El canciller alemán dijo algo similar: “Aceptamos el
desafío que nos ha puesto el tiempo… que Alemania suministre a Ucrania armas
para la defensa del país… para esto la Bundeswehr necesita capacidades nuevas y
fuertes… .. un gran esfuerzo nacional … mejor equipo, equipo de combate
moderno, más personal … 100 mil millones de euros … a partir de ahora más del 2
por ciento del producto interno bruto cada año … la próxima generación de
aviones de combate y los tanques… son nuestra principal prioridad”.
Hay toda una gama de desarrollos que
no deben ser ignorados que están más o menos o nada directamente relacionados
con este conflicto. No debemos adoptar la unilateralidad de los medios de
centrarse ciegamente en Ucrania: en la República Centroafricana, por ejemplo,
fueron capturados cuatro soldados franceses de las tropas de MINUSCA que
obviamente estaban organizando un golpe. Sin embargo, a finales de la semana
pasada tuvieron que ser puestos en libertad: “Según el acuerdo que rige las
relaciones entre la misión de paz de la ONU y el Gobierno”, no podemos
escucharlos ante un juez y, ante este obstáculo, la fiscalía decidió proceder.
sin más acciones”, fiscal Didier Tambo. En el norte de Siria, según informes
confirmados por ambas partes, ha habido enfrentamientos militares entre
mercenarios yanquis del PKK-YPG-SDF y tropas de Assad al servicio del
imperialismo ruso, y se dice que los propios soldados yanquis han sido
directamente involucrados.