A continuación compartimos la parte de México del último Breves Iniciando Semana que ha publicado Sol Rojo México.

Mientras el gobierno tecnócrata de la república se subordina cada vez más al imperialismo yanqui, la guerra contra el pueblo se profundiza dejando claro que solamente la rebelión de las masas podrá arrojar al basurero de la historia a los enemigos del pueblo. De manera general se observa crecer el hartazgo social incluso en territorios del norte del país como Sinaloa, donde el movimiento popular había sido “liquidado” por la estrategia contra-insurgente del régimen en la pinza fuerzas armadas-crimen organizado emprendida desde el inicio de la llamada “guerra sucia”. En ese estado de la república las masas han iniciado una creciente ola de manifestaciones en exigencia de la destitución del narco-gobernador Rubén Rocha Moya (Morena) ante la guerra civil reaccionaria que vive la entidad iniciada desde el 9 de septiembre de 2024 tras la confrontación armada entre dos facciones de un mismo cartel.

A casi 5 meses de iniciada la guerra que el gobierno federal no ha querido reconocer y que ha dejado más de 700 muertos y alrededor de mil desaparecidos, las masas se han volcado a las calles en protestas por el multi-homicidio de dos niños y un padre: Gael, Alexander y Antonio, respectivamente, quienes fueron asesinados el 19 de enero. Las protestas comenzaron el día 23 cuando trabajadores de la educación, padres de familia y pueblo en general marcharon en Culiacán y tomaron el Palacio de Gobierno, rompiendo vidrios y derribando puertas para irrumpir dentro de este al grito de “Fuera Rocha”. Tras ello las masas han continuado sus protestas bloqueando avenidas importantes de la capital sinaloense, tomando el Congreso del Estado e inéditamente manifestándose durante el juego de béisbol entre los Tomateros de Culiacán y los Charros de Jalisco, donde desde las gradas el público gritaba apabullante la consigna que hoy tiene una fuerza incuestionable: ¡Fuera Rocha! Ante esto el narco-gobernador dice que “no va a renunciar” y minimiza el peso de las protestas diciendo… «porque 5 mil personas que griten, de 2 millones 200 mil que hay en el padrón nominal, la diferencia es muy grande”, como si al tipo lo hubiera votado todo el pueblo sinaloense.

Este escenario se repite también en el centro del país, donde este fin de semana en Tulancingo, Hidalgo marcharon decenas de personas exigiendo la renuncia de la alcaldesa Morenista [Nota del editor: del Partido MORENA, de Claudia Sheinbaum, actualmente en el gobierno], Lorena García, a quien el pueblo señala por sus lazos con el crimen y su responsabilidad en la ola de ejecuciones, extorsiones y amenazas contra la población. De igual manera, en el sur del país, la guerra contra el pueblo sirve para la contra-insurgencia, sin tocar a los criminales y centrando la labor del Estado contra los movimientos populares como se ha denunciado tras el asesinato del compañero integrante de UCIZONI [Nota del editor: Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo] y Comisariado Ejidal de Buena Vista San Juan Guichicovi, Oaxaca, Arnoldo Nicolás Romero, ocurrido el pasado 17 de enero; así como la detención arbitraria del compañero Mario Gómez López, del ejido Cuxtitali El Pinar, Chiapas, ocurrida el pasado 24 de enero. Sinaloa, Hidalgo, Oaxaca y Chiapas, como la mayoría de las entidades del país, hoy son gobernados por Morena. El común denominador es el mismo: homicidios, feminicidios, desapariciones, levantones [Nota del editor: secuestros], y detenciones arbitrarias. Este fenómeno tiende a acrecentarse con la estrategia de militarización nacional que continúa Claudia Sheinbaum y que se verá profundizada con la militarización de ambas fronteras del Estado mexicano.

¡Alto a la guerra contra el pueblo y el terrorismo de Estado!